Fundación inicial de la O.I.V.

La Oficina Internacional del Vino (0.I.V.) fue creada por Acuerdo de 29 de noviembre de 1.924 siendo los países fundadores España, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Portugal y Túnez.

La 0.I.V. es un organismo intergubernamental. Tiene su sede en París y posee estatus de organismo internacional, con personalidad civil y capacidad jurídica, con los privilegios e inmunidades correspondientes.

Los motivos de la constitución de la 0.I.V. en aquella época fueron múltiples: la necesidad de normalizar la definición de vino y de sus categorías, la exigencia de un acuerdo sobre prácticas enológicas, la necesidad de homologar el concepto de Denominación de Origen, la urgencia de coordinar las acciones en evitación de los fraudes, así como la exigencia de acordar y compendiar la metodología analítica del vino en los diferentes países.

Las funciones más destacadas que fueron encomendadas a la 0.I.V. en el Acuerdo de creación son las siguientes:

-       Difundir las cualidades higiénicas del vino y su valor como agente de lucha contra el alcoholismo, promoviendo los estudios científicos oportunos.

-       Proponer a los gobiernos de los países miembros la adopción de medidas encaminadas a la protección de los intereses relativos al viñedo, al respeto de las Denominaciones de Origen, a la garantía de pureza y autenticidad de los vinos, a la represión del fraude, a la evitación de la competencia desleal y la prohibición de prácticas ilícitas.

-       Asegurar una metodología analítica uniforme de los productos vitivinícolas en todos los países miembros.

-       Fomentar el desarrollo del comercio del vino y comunicar a las organizaciones profesionales las informaciones necesarias a este fin.

-       Convocar reuniones de carácter internacional, del máximo nivel científico y técnico, para tratar de todos estos temas y extraer las conclusiones adecuadas.

            En 1958 fue cambiado el nombre por el de Oficina Internacional de la Viña y del Vino, manteniendo las siglas de 0.I.V.

            Se puede considerar que la 0.I.V. es la única organización internacional competente en los temas científicos, técnicos, jurídicos y económicos, de la viña y de los productos vitivinícolas.

            Todos los países de la Unión Europea, excepto Irlanda eran miembros de la 0.I.V. El contacto de la CEE con la 0.I.V. es muy fluido y frecuente. Los métodos de análisis aprobados y publicados por la UE son los mismos que los adoptados previamente por la 0.I.V.

            Una de las actividades destacadas de la 0.I.V. es el estudio de la problemática general de la viña y del vino, con la preparación y aprobación de Resoluciones que constituyen la puesta al día de los temas estudiados. Las Resoluciones no tienen carácter vinculante para los Estados miembros, pero representan una formulación objetiva, técnica y de gran amplitud que generalmente llegan a adoptar los países miembros, ya de forma directa o indirecta, inspirando su propia legislación y actividades.

            La 0ficina Internacional de la Viña y del Vino ha venido desempeñando sus funciones con plena normalidad, mediante el trabajo de los Grupos de Expertos, Comisiones, Comité Científico y Técnico, COMEX y Asambleas Generales, en el transcurso de 77 años.

            Después de varias sesiones de la Conferencia Diplomática de Estados miembros celebrada en París en el mes de junio de 2000, se ha llegado a un nuevo Acuerdo de creación de la Organización Internacional de la Viña y del Vino, firmado el 3 de abril de 2001, que sucede en todos sus derechos y obligaciones a la antigua Oficina Internacional de la Viña y del Vino.

 

Organización Internacional de la Viña y del Vino

Entre los objetivos de la 0.I.V. podemos destacar los siguientes:

  1. Asesorar a los países miembros sobre las medidas oportunas para conciliar las inquietudes de los productores, consumidores y otros agentes de la cadena vitivinícola.
  1. Asistir a otros organismos internacionales, gubernamentales o no, en actividades y objetivos comunes.

c) Contribuir a la armonización internacional de prácticas y normas, a fin de mejorar las condiciones de elaboración y comercialización de los productos vitivinícolas teniendo en cuenta los intereses de los vitivinicultores.

Para cumplir estos objetivos la 0.I.V. ejerce las actividades siguientes:

  • Promover y orientar investigaciones y experimentaciones científicas y técnicas.
  • Formular recomendaciones a los Estados miembros en materia de producción vitícola, prácticas enológicas, definiciones, etiquetado, métodos de análisis y métodos de apreciación de los productos.
  • Plantear a los Estados miembros propuestas relativas a:

-       Garantizar la autenticidad de los productos de la vid, y en particular en todos los aspectos que conciernen al etiquetado.

-       La protección de las indicaciones geográficas y en particular de las Denominaciones de Origen, siempre que no cuestionen los acuerdos internacionales en materia de comercio y de propiedad intelectual.

-       Avanzar en los criterios técnicos para la protección de las variedades de obtentores vitivinícolas.

-       Contribuir a la armonización y adaptación de las reglamentaciones de los países, favoreciendo el reconocimiento mutuo.

-       Asegurar la mediación entre países u organizaciones que lo soliciten.

-       Participar en la protección de la salud de los consumidores y contribuir a la seguridad sanitaria de los alimentos.

-       Favorecer la cooperación entre los miembros mediante intercambio de informaciones o de expertos, asistencia de consejeros, etc.

-       Contribuir al desarrollo de las redes de formación referentes al sector vitivinícola.

-       Contribuir al reconocimiento del patrimonio vitivinícola en sus distintos ámbitos.

-       Patrocinar manifestaciones a favor de la vid y del vino que no sean de carácter comercial.

            Los órganos fundamentales de la 0.I.V. son: la Asamblea General, el Presidente, los Vicepresidentes, el Director General, el Comité Ejecutivo, el Comité Científico y Técnico, Mesa Ejecutiva, Subcomisiones y Grupos de Expertos. El Director General actual es Jean-Marie Aurand, de nacionalidad francesa.

            La Asamblea General, que constituye el órgano supremo de la 0.I.V., está compuesta por los delegados designados por los países miembros, con facultad de delegar atribuciones en el Comité Ejecutivo ó en la Mesa Ejecutiva.

            La Asamblea General se reúne una vez por año, pudiendo tambien reunirse en sesiones extraordinarias a petición de 1/3 de los países miembros. Las decisiones se adoptan por consenso, ya sean de nivel científico, técnico, económico o jurídico, o afecten a la supresión o creación de Comisiones y Subcomisiones.

            En caso de que una propuesta no consiga el consenso, el Presidente puede someterlo a votación y aprobarlo por mayoría cualificada de 2/3 más uno de los miembros presentes.

            La Asamblea General aprueba la gestión financiera y los presupuestos, establece la estructura interna, define la política general vitícola y vinícola y adopta las resoluciones dirigidas a los Estados miembros. De la Asamblea depende la elección, en votación secreta, del Presidente de la 0.I.V., y de los Presidentes de Comisiones, así como la designación del Director General.

            El Comité Ejecutivo (COMEX), del que forman parte los representantes oficiales de los países miembros, vela por la aplicación de la política establecida por la Asamblea General y tiene funciones de seguimiento de las actividades de la 0.I.V. El COMEX estudia el proyecto de presupuesto de cada año, así como cualquier otra propuesta que se presente a la Asamblea General. Las decisiones del COMEX se adoptan por votación, contando cada miembro con un voto.

            La actividad científica de la 0.I.V. se desarrolla en los Grupos de Expertos, Subcomisiones y Comisiones, coordinadas por el Comité Científico y Técnico.

            El Comité Científico y Técnico tiene por misión el estudio de las cuestiones de esta naturaleza que correspondan a las funciones de la 0.I.V. y propone al COMEX todas las medidas que considere apropiadas. Establece el plan de actividades científicas y hace el seguimiento de todos los trabajos de las Comisiones, Subcomisiones y Grupos de Expertos. Este Comité establece el plan de actividades generales de carácter científico en función de las orientaciones fijadas por la Asamblea General, propone la designación de los Secretarios científicos de las Comisiones y de los ponentes en cada uno de los temas a desarrollar en los Congresos y Asambleas Generales de la 0.I.V., y en otros Congresos o Simposium internacionales. Son miembros de este órgano los Presidentes y Secretarios científicos de las tres Comisiones, los de las Subcomisiones, y los Presidentes de los Grupos de Expertos.

            Las Comisiones  de Viticultura, de Enología y de Economía y Derecho Vitivinícola tienen entre otras la función de formular los proyectos de Resoluciones que se someten a la aprobación de la Asamblea General.

            Las Comisiones, las Subcomisiones y los Grupos de Expertos se reúnen generalmente con una periodicidad de dos veces por año, y en sus reuniones se tratan todas las materias de carácter científico o técnico de viticultura, enología, y las de economía vitivinícola y  legislación.

            Las Subcomisiones y Grupos de Expertos de que se compone cada Comisión son los siguientes:

 

Comisión I de Viticultura.

- Selección de la Vid

- Fisiología de la Vid

- Uva de mesa y pasa

- Enfermedades y Protección de la Vid

 

Comisión II de Enología.

. Subcomisión de Métodos de Análisis y de Apreciación de los Vinos.

. Subcomisión de Nutrición y Salud:

   - Seguridad alimentaria

   - Nutrición y vino

   - Aspectos sociales del consumo de vino.

- Tecnología del Vino

- Microbiología del Vino

- Código Internacional de Prácticas Enológicas

- Aguardientes de Vino y Alcoholes de Origen Vitivinícola.

 

 

Comisión III de Economía y Derecho Vitivinícola.

- Análisis Económico y Coyuntural

- Derecho y Reglamentación de la Viña y del Vino

- Análisis de los mercados y de la cadena vitivinícola

- Formación

- Léxico Vitivinícola.

Países miembros

            Después del Acuerdo de 3 de abril de 2001, que entró en vigor el 1 de enero de 2004, los Estados miembros que han depositado los instrumentos de ratificación son los siguientes:

 

Alemania

Argelia

Argentina

Armenia

Australia

Austria

Azarbaiyán

Bélgica

Bosnia y Herzegovina

Brasil

Bulgaria

Chile

Chipre

Croacia

Eslovaquia

Eslovenia

España

Francia

Georgia

Grecia

Hungría

India

Israel

Italia

Líbano

Luxemburgo

Macedonia

Malta

Marruecos

Moldavia

Montenegro

Noruega

Nueva Zelanda

Países Bajos

Perú

Portugal

República Checa

Rumania

Rusia

Serbia

Sudáfrica

Suecia

Suiza

Turquía

Uruguay

   

 

Hay numerosas entidades observadoras como la AREV (Asamblea de las Regiones Europeas vitícolas), la FIVS (Federación Internacional de los Vinos y Bebidas espirituosas), la UIOE (Unión Internacional de Enólogos), Asociación Internacional de Sumilleres etc. y dos regiones autónomas de China.

Distribución de votos.

            Cada país miembro tiene asignados un número determinado de votos, independientemente del número de miembros que compongan su delegación oficial.

            Todos los países tienen como mínimo dos votos, más un número de votos adicionales, que se calcula mediante la fórmula (0,60 p + 0,20 s + 0,20 c) x 100, siendo p la relación entre la producción del Estado miembro y la producción total de los países de la 0.I.V.; y s y c las relaciones correspondientes respecto de la superficie vitícola y el consumo aparente de vino durante los tres últimos años,  consumo que se determina por la suma de la producción y las importaciones, restando las exportaciones.

            Esta fórmula sirve tambien de base para el cálculo de las cuotas de participación que corresponde a cada Estado miembro.

 

Actividades diversas de la 0.I.V.

            La 0.I.V. es la única organización de ámbito mundial en el sector de la viña y del vino, de carácter intergubernamental, que constituye el foro donde se debaten todas los problemas de ámbito técnico o económico que afectan al sector vitivinícola. De otro lado la 0.I.V. es un órgano permanente de consulta para la CEE, la FAO, la OMPI, etc.

            Entre los logros fundamentales de la 0.I.V. figura la homologación de la definición de vino y de las diferentes categorías de productos vitícolas, así como el Código Internacional de Prácticas Enológicas.

            La 0.I.V. ha promovido la Convención Internacional para Unificación de Métodos de Análisis, que ha permitido que todos los países firmantes apliquen una misma metodología analítica que facilita el intercambio comercial y tambien la comparación de trabajos científicos en distintos países.

            Ha aprobado las fichas de etiquetado y de presentación de los vinos, así como de los aguardientes de vino y brandies, lo que afecta positivamente a la transparencia del mercado y en la mejor comprensión de las etiquetas por importadores y consumidores de los diferentes países.

            Tambien debe destacarse la homologación de los Concursos Internacionales de vinos, a fin de que estos certámenes se realicen con rigor técnico y sus resultados tengan toda fiabilidad.

            La 0.I.V. ha establecido un programa de formación de enólogos, para que esta titulación tenga un significado similar entre los países miembros, y para que sea garantía del nivel técnico de los diplomados para responsabilizarse de los procesos de elaboración en las bodegas y del cumplimiento de la normativa vigente.

            En el plano económico la 0.I.V. en colaboración con la FAO realiza el informe de coyuntura mundial que da una perspectiva real de las producciones, consumos y excedentes, instrumento necesario para las Administraciones de los Estados miembros, sus asociaciones profesionales y para el desarrollo del comercio.

            En el campo de las Denominaciones de Origen la labor de la 0.I.V. ha sido constante, precisando el alcance de este concepto y promoviendo la defensa de los legítimos intereses ligados a los nombres geográficos protegidos por D.O. ó por IG. La "Resolución de Madrid" adoptada en la Asamblea General de Madrid de 1.992 define los conceptos de Denominación de Origen Reconocida (DOR) y de Indicación Geográfica Reconocida (IGR), que ha sido completada por la "Resolución de París" aprobada en la Asamblea Extraordinaria de 2 de diciembre de 1.994, que orienta la resolución de los litigios entre marcas comerciales y nombres geográficos, e invita a los Estados miembros para adoptar instrumentos jurídicos que aseguren la protección de las Denominaciones de Origen, indicaciones geográficas y denominaciones tradicionales reconocidas al mismo nivel de protección  que el de las marcas.

            Las últimas Asambleas Generales celebradas en España fueron en el año 1992 (Madrid) y en el año 2006 (La Rioja).

Comentario.- Así como hemos recalcado los logros obtenidos, tambien debemos destacar otro aspectos muy negativos de la  actividad de la O.l.V:

Una de las cuestiones más graves es la autorización  de  la chaptalización, como práctica enológica permitida, que consiste en la adición de azúcar de remolacha al mosto  o vino en fermentación para aumentar de forma artificial  su grado alcohólico natural, que es contraria a la propia definición de vino, que no admite más fermentación que la de la uva o su mosto, que únicamente contiene como azúcares naturales la glucosa y la fructosa.

La chaptalización es una práctica de competencia desleal en el mercado, ya que la sacarosa tiene un precio inferior a una tercera parte del mosto concentrado rectificado (m.c.r.), en cantidades equivalentes.

El empleo de sacarosa, dada la facilidad de uso en bodegas- por no estar sujeto a un control estricto - para corregir la graduación alcohólica natural de los mostos y vinos- ha causado modificaciones profundas incluso en la explotación del viñedo, sustituyendo el principio general de su  cultivo de la vid, de alcanzar una graduación alcohólica natural de acuerdo con la capacidad de iluminación en cada área vitícola, por la consigna de obtener la producción máxima de uva por ha., aunque sea de baja graduación glucométrica, contando con el azúcar de remolacha  para corregirla y  aumentarla

La chaptalización ha causado el aumento del riego de la vid y de todas las prácticas vitícolas tendentes al aumento de producción de uva por hectárea, originando o contribuyendo a la formación de excedentes en la Unión  Europea.  

Esta práctica de la chaptalización no tiene actualmente justificación técnica, pues desde hace varios años existen mostos concentrados (m.c.) y mostos concentrados rectificados (m.c.r.) de perfecta calidad, cuya adición al mosto ó al vino es conforme con la definición de vino y su empleo carece de problemas técnicos, ya en forma líquida de mosto o cristalizada.

La 0.I.V. permite en sus normas de etiquetado que los vinos chaptalizados no se diferencien del vino o vino natural, actitud que tambien ha trascendido a la legislación de etiquetado de la Unión Europea. La 0.I.V. tampoco diferencia los vinos chaptalizados en la clasificación para los Concursos Internacionales 0.I.V de vinos., con la consiguiente competencia desleal en el Concurso y la confusión de los catadores oficiales y de la concesión de medallas.

En el caso en que siga autorizándose la chaptalización, aunque fuera de forma transitoria, se considera necesario crear una nueva categoría de productos vitícolas llamada “vinos chaptalizados” para diferenciar en el etiquetado estos productos del auténtico vino ,que es exigible para conocimiento del comercio y del consumidor.

Otra de las cuestiones negativas es la autorización por la 0.I.V. como práctica enológica, del uso de las virutas de roble para su maceración en los vinos, que tiene por objeto simular en vinos jóvenes un falso envejecimiento. Esta práctica provoca competencia desleal con la industria clásica de envejecimiento de los vinos en barrica de roble, que ha dado lugar a la formación de bodegas prestigiadas con grandes volúmenes de barricas de roble, productoras de  vinos de alta calidad amparados por Denominación de Origen, con auténtico envejecimiento o crianza mediante un proceso de muchos meses de lenta micro-oxidación natural del  vino  a través de los finos poros de la madera de roble en calaos o bodegas subterráneas, con las inversiones y costes que implica,

No es admisible que se permita a través de un etiquetado difuso y falaz que esta tradición y emporio de riqueza de bodegas, marcas  y Denominaciones de Origen de vinos criados en barrica de roble,  entre en competencia desleal con estos vinos simplemente tratados con virutas de unos días de maceración, ante consumidores que confían en el etiquetado.

Por otra parte estimamos que deben revisarse otras prácticas como el uso de sustancias antiespumantes en la fermentación de los mostos, que tiene por finalidad conseguir mayor rendimiento de los envases de fermentación, y tambien el uso de resinas de cambio iónico para desacidificar mostos o vinos.

Como último comentario estimo que la actual Organización es diferente de la antigua Oficina, opinión basada en mi  larga experiencia desde el año 1962 hasta 1995, ocupando distintos puestos de presidente del Grupo de expertos de Reglamentación, de la Comisión de Economía, del Comité Científico y Técnico, y finalmente como Presidente de la OIV de 1991 a 1995, además de la asistencia a todas las Asambleas Generales  y Congresos durante este periodo de 36 años . Después he seguido la nueva Organización desde el observatorio  de la Comisión española de la OIV de la que he sido miembro permanente

En mi opinión la Oficina era más  abierta, en la que tenían voz propia grandes investigadores de la vid y del vino como Jean Branas, Pierre Galet, Michel Flanzy, que se mostraron siempre contrarios a la Chaptalización . El propio  Baron  Le Roi, siendo Presidente de la OIV en 1962,  se definia enemigo de la chaptalización ; ahora los diferentes delegados de los países miembros se expresan con voz única, anteponiendo la disciplina del Jefe de la delegación a toda preocupación por los  legítimos intereses de la viña y por la pureza y  autenticidad del vino; se echa de menos que la OIV no haga propuestas en esta materia a los países miembros como figura entre sus objetivos y actividades fundacionales.

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