Inicio este relato de recuerdos de mis actividades en el antiguo INDO y de otras de carácter más personal que no puedo separar de aquellas; es mi memoria, limitada a mi experiencia personal y mi propia interpretación, que puede ser completada por los compañeros de trabajo que participaron en ellas.
En mi larga etapa administrativa no tuve la precaución de guardar copia de los estadillos mensuales de actividades, ni de mis numerosos informes de reuniones y ahora tengo que recurrir a la memoria, muy incompleta por el tiempo transcurrido, para dar una visión coherente de lo que fue y significó el INDO.
Antecedentes.
Inicio este relato de recuerdos de mis actividades en el antiguo INDO y de otras de carácter más personal que no puedo separar de aquellas; es mi memoria, limitada a mi experiencia personal y mi propia interpretación, que puede ser completada por los compañeros de trabajo que participaron en ellas.
En mi larga etapa administrativa no tuve la precaución de guardar copia de los estadillos mensuales de actividades, ni de mis numerosos informes de reuniones y ahora tengo que recurrir a la memoria, muy incompleta por el tiempo transcurrido, para dar una visión coherente de lo que fue y significó el INDO.
Aunque no pretendo hacer de este relato una autobiografía, sí creo necesario hacer referencia a algunas circunstancias personales que tambien están relacionadas con el tema principal.
Cuando en 1958 acabé la carrera de ingeniero agrónomo, ingresé como becario en el INIA, con el propósito de trabajar de forma inmediata en el tema vinos, pero como tenía pendientes las prácticas finales de la milicia universitaria como Alférez de complemento, elegí realizarlas en el Regimiento de Artillería nº 74 de Jerez de la Frontera, y que, a ser posible, me destinaran provisionalmente como becario en la Estación de Viticultura y Enología de Jerez, para perfeccionar mi especialización.
Efectivamente, me destinaron a dicho Regimiento y como becario a la citada Estación del INIA; me instalé en la residencia de oficiales durante los seis meses largos de mi estancia en Jerez, en la que tambien residía Cándido Egoscozábal, compañero de promoción, pero destinado en otro regimiento; tambien hizo el servicio militar en Jerer mi compañero Cristóbal de la Puerta, con quien hice alguna excursión a playas gaditanas.
Desde el principio conecté con el Ingeniero- Jefe de la citada Estación, José Ramón García Angulo y con Gonzalo Fernández de Bobadilla, ingeniero Agrónomo que dirigía los temas de investigación, que me propuso hacer un estudio de las levaduras de velo de un Fino de Jerez.
Distribuía mi tiempo, dedicando las mañanas a las tareas de cuartel que me correspondían de instrucción de reclutas, guardias de día, imaginarias, etc. y las tardes a la Estación para realizar el trabajo encomendado, que por cierto originó una pequeña revolución en este Centro, porque pedí simplemente una nevera para la conservación de mis cultivos de levaduras y algún material auxiliar; digo nevera porque diariamente había que alimentarla con su barra de hielo, para conseguir una temperatura aceptable; tambien pedí una llave de la Estación para entrar con libertad de horario y hacer las oportunas observaciones de microbiología y anotaciones correspondientes.
El trabajo era variado, pues tenía facetas de microbiología (microscopía, preparación de medios especiales de cultivo, siembras en estría, selección en cajas Petri, pruebas de esporulación, clasificación de levaduras, etc.) y naturalmente todos los análisis químicos referentes a las pruebas de fermentación de diferentes azúcares, determinaciones de graduación alcohólica, glicerina, acidez volátil, pH, aldehídos, etc., además de la microfotografía de levaduras en sus fases de evolución y las tareas inherentes al laboratorio fotográfico.
Terminé este trabajo en unos 6 meses, y D. Gonzalo, con quién conversaba frecuentemente sobre el tema, me ofreció que lo firmáramos juntos, pero me pareció que el trabajo no alcanzaba el nivel científico suficiente para merecer su firma, y no llegó a publicarse.
Con motivo de este trabajo tuve gran contacto con todo el equipo de la Estación -entonces llamada “La Granja”- formado por Zájara, Vergara, Emilio Lustao, Eduardo Freire, José Serrano, José Mª Quirós, Goñi, etc., y con varias bodegas jerezanas.
La Estación tenía una función mixta, pues además del Centro de lnvestigaciones de Viticultura y Enología, integraba el Laboratorio Oficial, que expedía los Certificados de Análisis de los vinos de exportación, y tambien una unidad de Meteorología, con Fernando lvison y otra de Cerealicultura a la que pertenecía el químico José Mª Quirós.
Mi estancia en La Granja fue muy instructiva para mi formación y conocer los vinos de Jerez; muchas veces cataba con D. Gonzalo, excelentes vinos de exportación de las diferentes firmas, tanto Finos (Jandilla, Inocente, Tío Pepe, San Patricio, La Ina, Viña AB, Carta Blanca, …), Olorosos (La Raza, Rio Viejo, Dry Sack, Solera 1847, Matusalem), Cream (Canasta, As you like it), Amontillados (Imperial, Botaina, etc.), Manzanillas, Palos Cortados, etc., con los interesantes comentarios de cada uno.
Concluida esta etapa de Jerez de la Frontera, cumplido mi servicio militar, me incorporé de nuevo al Departamento de Viticultura y Enología del INIA de Madrid, que entonces dirigía Julián Trueba, con Luis Hidalgo y Manuel Rodríguez Candela en el área de viticultura y Enrique Feduchy, José Antonio Sandoval, Pilar y Carmen Marcilla, etc. en el área de enología y microbiología, en la que me integré.
Entonces alcancé ya el grado de Ingeniero del INIA; por cierto que el famoso pagador de las nóminas, incluído el misterioso 3K3, era un perito agrícola del INIA, Jerónimo, que circulaba entre despachos para distribuir la preciada carga de su gran cartera.
Estuve prestando servicio en este Departamento del INIA durante dos años, pero en mi opinión el trabajo de investigación era de escaso nivel científico y además monótono, con dedicación excesiva a las tareas de conservación y multiplicación de la colección de levaduras del Centro, ensayo de los métodos de análisis de la 0.I.V., etc., pero, en mi opinión, no teníamos relación suficiente con otros Centros de Investigación nacionales o extranjeros, ni había contacto frecuente con el Sector, sino esporádico, ni con los problemas técnicos que afectaban a las bodegas y a los vinos españoles.
Durante esta etapa hice el proyecto para el Doctorado, que consistió en una explotación agropecuaria en una finca llamada Beljafel, del término de Fontanar en Guadalajara, de mi primo y padrino Vicente Yravedra Gomez-Pellico, casado con María Zuazo; empecé por levantar el plano de la finca de más de 600 ha. de cereal y monte bajo, con un taquímetro y un teodolito que me dejó la Escuela, ayudándome el encargado de la finca, Bruno, con las miras; de vez en cuando salía de caza de conejos, palomas torcaces y perdices, entonces abundantes, con una excelente escopeta FN belga, que me regaló mi padre.
Por las razones indicadas me fui interesando progresivamente por los temas de legislación y economía del vino, y aproveché la ocasión que me brindó el Ministerio en 1960. La legislación entonces vigente y básica estaba constituida por el Estatuto del Vino, de 1932, al que dedico un breve comentario.
El Estatuto del Vino de 1932.
La designación y comercialización de vinos típicos españoles con los respectivos nombres geográficos de las zonas vitícolas de origen data de tiempo inmemorial (Jerez, Ribeiro, Rioja,..) pero no fueron reconocidos oficialmente como Denominaciones de Origen hasta este primer Estatuto, aprobado por Decreto de 8 de septiembre de 1932, y elevado a Ley el 26 de mayo de 1933.
El Capítulo IV dedicado a Denominaciones de Origen, creó los principios básicos del concepto de DO en sus artículos 29 a 33; en el artículo 34 reconoció como DO los 28 nombres geográficos de los vinos, que entonces ya se utilizaban en el comercio, tanto en las guías de los vinos comercializados a granel, en los rótulos de los envases que contenían los vinos en los establecimientos de venta, como en las etiquetas de los vinos embotellados.
De estos 28 solamente 19 nombres geográficos funcionaron como DO con sus Reglamentos específicos; los restantes nombres fueron integrados en zonas de producción de DO de ámbito geográfico más amplio, o desaparecieron del mercado.
Los sucesivos artículos establecían el concepto de zona de producción, suficientemente homogénea en el aspecto vitícola y geográfico, de donde debía proceder necesariamente la uva y donde debían estar situadas las bodegas de producción y elaboración, así como el de zona de crianza, coincidente o inscrita en la anterior, en cuyas bodegas debían realizarse las modalidades de crianza, oxidativa ó biológica, de los vinos amparados por la DO.
Mención especial merece el régimen de nuevas plantaciones de viñedo, ya que el artículo 67 prohibía hacer nuevas plantaciones con destino a la elaboración de vino en tierras no dedicadas con anterioridad a este cultivo, salvo en los casos de que no fueran susceptibles de otra explotación remuneradora. Además el artículo 68 prohibía expresamente la plantación de nuevos viñedos en terrenos de regadío, llegándose incluso a aplicar un impuesto por Decreto- Ley de Agosto de 1954 sobre este tipo de plantaciones.
El viñedo de secano, con amplios marcos de plantación, y de bajos rendimientos de uva por ha., y prácticas de cultivo tradicionales, ha configurado la tipología de los vinos españoles, de alta graduación alcohólica natural, de cuerpo, de alta riqueza en polifenoles, tanto en flavonas de vinos blancos, como en antocianos y taninos de los vinos tintos; caracteres procedentes de una completa fotosíntesis durante todo el periodo vegetativo y una buena maduración de la uva. Otro aspecto fundamental del viñedo es su carácter de cultivo colonizador, que ha sido el núcleo de formación de numerosos pueblos que prevalecen en toda la geografía española.
El Estatuto del vino de 1933, que nació en plena República tuvo una vigencia de más de 30 años, aunque ya en 1953, a los 20 años de su aprobación, se intentó reformarlo por una Comisión designada al efecto, aunque sin éxito; desde entonces ya se consideraba que el texto adolecía de falta de adaptación al avance de la tecnología en el ámbito de la viticultura y de la enología,, al desarrollo de las Denominaciones de Origen en España y en los países vitícolas de Europa, a la problemática general del vino, y a la evolución de las Instituciones de la Administración.
La Comisión de reforma del Estatuto.
En 1960, siendo Cirilo Cánovas Ministro de Agricultura, fue creada una Comisión lnterministerial para revisar el Estatuto del Vino de 1933, y hacer la propuesta de reforma, nombrando como Presidente de la misma al Director General de Agricultura Antonio Moscoso Morales, que me propuso como Secretario de la Comisión, que desempeñé en régimen de Comisión de Servicios, siendo aún becario del INIA.
En la Comisión de reforma figuraban vocales del Ministerio de Agricultura (de la Sección 4ª Cultivos, del Servicio de Defensa contra Fraudes, de la Asesoría Jurídica, del INIA y de varias Estaciones de Viticultura y Enología), del Mº de Comercio (Comercio Interior, Exterior y Expansión Comercial), del Mº de Industria, de Sanidad, Asuntos Exteriores, Hacienda, Turismo, Sindicato Nacional de la Vid, Cervezas y Bebidas, Cámara Agraria de Barcelona, etc.
Entre los Vocales había ilustres expertos de la vid y del vino como Francisco Jiménez Cuende, Jefe de la Sección 4ª de la DG de Agricultura, Gonzalo Fernández de Bobadilla de la Estación de Viticultura y Enología de La Granja de Jerez de la Frontera, Pascual Carrión Director de la Estación Enológica de Requena, Enrique Feduchy del INIA, Antonio Freixas Jané, Presidente de la Cámara Agraria de Barcelona, Enrique Barceló Carlés, Presidente del Sindicato de la Vid, y directivos del Sector como Julio Tarín, José Pozuelo, Aníbal Arenas Diaz-Hellín, Nicomedes García Gómez, Andrés Soler, etc.
Respecto de los vocales de otros Departamentos eran altos funcionarios como Medina Peinado, Manuel Lachica, Sanz Piñal, Ramón Cristobalena, Fernández Mazarambroz, etc.
En el seno de la Comisión constituimos varias ponencias de trabajo sobre producción, tecnología, comercialización, organización corporativa, Denominaciones de Origen prácticas enológicas,, régimen sancionador etc. para conseguir una mayor eficacia en el desarrollo de los diferentes temas.
En todas las sesiones de trabajo, tanto las plenarias como las de ponencia, levanté las correspondientes actas; debo subrayar que gracias a Luis Leza hemos conseguido recuperar 52 actas de los años 1960 y 61, firmadas por el Presidente y el Secretario, pero no se encontraron las de los dos años siguientes.
Actividades en la Sección 4ª. Cultivos.
Mis actividades de Secretario de la Comisión, de convocatoria de reuniones, contactos, redacción de actas de sesiones, etc., las realizaba en los despachos de la Sección 4ª, contando con la ayuda de su personal, como Aurelia Molina, excelente secretaria y taquígrafa, Gloria, Pepita y Paquita.
Por mi creciente actividad, que me exigía mayor dedicación, dejé el INIA, destinándome el Ministerio a la Sección 4ª se la Dirección General de Agricultura por O.M. de 7 de Noviembre de 1962.
Como decíamos, el Ingeniero Jefe de la citada Sección 4ª, era Francisco Jiménez Cuende, de gran experiencia y solvencia en todos estos temas técnicos y de administración; debo aclarar que en aquel tiempo un Jefe de Sección tenía una amplia competencia y responsabilidad en el Ministerio; fue fundador de la revista Agricultura y por jubilación en marzo de 1962, le sucedió Luis Fernández Salcedo, que además de excelente jefe y compañero, de talante bondadoso y altruista, era un gran conocedor de los toros y de la tauromaquia, con notables dotes de escritor, como demostró en sus libros y artículos de divulgación sobre su tema preferido.
Tambien tengo muy grato recuerdo de los funcionarios de esta Sección, como el Ingeniero Manuel Madueño, Catedrático de Botánica, que dirigía la parcela de plantas medicinales de la Casa de Campo, y muy especialmente de Cristóbal de la Puerta, gran amigo y compañero de promoción, dedicado a los temas del olivar y en particular a las campañas de poda del olivo, que después en su calidad de periodista tomó las riendas de la revista Agricultura; así como de Francisco Sanz Carnero, Leandro Torres, Obies, Gloria, Julia y de Marcelino, que trabajaba en la citada parcela y frecuentaba la Sección para informar de las novedades a su Director el Sr. Madueño.
Por el despacho del Jefe de la Sección 4ª pasaron ilustres agrónomos, por razón de amistad con Jiménez Cuende y Luis Salcedo y para realizar consultas, como Cristóbal Mestre, Agustín Flores, Juan Antonio Lanzón, Carmelo Benaiges, Angel Arrue, Fernando Burgaz, Gabriel Baquero, Enrique del Campo, Francisco de la Puerta, Rafael Font de Mora, Fernando Oria de Rueda, Miguel Ortega Nieto, José Mª. Benítez Sidón, Luis Escrivá de Romaní, José López Palazón, Galo Carreras, Luis Miró, Eladio Asensio, además de personajes del sector del vino como Mauricio González Gordon, José Ignacio Domecq, Jose Mª Raventós, Juan Ugarte de Bodegas Bilbaínas y grandes ganaderos, como Álvaro Domecq, Fermín Bohórquez, etc., nombres que han pasado a la Historia q y merecen este recuerdo, que tomaban asiento en aquel célebre sofá de piel de cabra, al que llamábamos “la cabra”; Hago una breve referencia a los agrónomos más relacionados con actividades vitivinícolas y otras de la Sección 4ª.
Eladio Asensio Villa era entonces Jefe de Relaciones Agronómicas con el Extranjero, con antecedentes vitivinícolas pues fue Director de la Estación de Viticultura de Sète, en el distrito de Montpellier, por donde pasaban entonces para análisis los vinos españoles que se exportaban a Francia y Alemania; Eladio era un gran conversador de excelente memoria, que fue Presidente de la 0IV por su relación con este organismo, conocimiento del Sector y dotes personales. En la sección de Relaciones Internacionales le sucedieron Guillermo Escardó, indeleble, etc., con quienes mantuvimos frecuente contacto.
Cristóbal Mestre, tambien ingeniero agrónomo, que aún trabajaba como investigador en la Estación de Viticultura y Enología de Vilafranca del Penedés, especialmente en al tema de vinerías.
Las vinerías eran factorías de fermentación continua de mostos; el proceso consistía en apagar los mostos de cada vendimia con anhídrido sulfuroso, en depósitos adecuados, para desulfitarlos y fermentarlos escalonadamente. Esta técnica exige utilizar levadura seleccionada con la consiguiente instalación de una industria paralela de multiplicación de levaduras seleccionadas, a nivel comercial, de aprovechamiento de gas carbónico, etc. Tuve ocasión de visitar sus instalaciones en Villafranca del Penedés y de probar los vinos, que conservaban la huella indeleble del sulfuroso combinado, ya que la desulfitación de los mostos no era perfecta.
Recuerdo que D. Cristóbal intentó poner en marcha este sistema en España, con apoyo bancario, pero el banco me pidió opinión, que expresé de forma sincera, pero negativa; el sistema de vinerías únicamente había tenido éxito en Argelia, en la época en que dependía de Francia.
Juan Miguel Ortega Nieto era tambien visitante asiduo de la Sección 4ª, era un auténtico sabio del olivar que tuvo mucho contacto con Cristóbal de la Puerta, cuyo padre, D. Francisco de la Puerta, fue uno de los socios fundadores del Real Madrid y muy amigo de Santiago Bernabeu.
Tambien tuvimos mucho contacto con agrónomos de la Secretaría General Técnica como Miguel Aponte, que aportó su gran experiencia en la ordenación de campañas de otros productos agrícolas, Francisco Botella, que fue Secretario General Técnico, y Jefe de la delegación española de Agricultura en las negociaciones de adhesión a la UE, y después Consejero Agrónomo de la Embajada de España en París, con quien mantuve una estrecha relación.
Además tuve contacto especial con todos los Presidentes de los Consejos Reguladores de aquella época, como Eduardo Aristoy, de Valencia, Antonio Larrea, de Rioja, Antonio Ayuso, de la Mancha, Salvador Ruiz-Berdejo, de Je Trevija rez, Antonio Díaz, de Málaga, José Luis García García, de Jumilla, Salvador Trevijano, del Condado de Huelva, y tambien con otros funcionarios de la Dirección General de Agricultura., como Miguel Angel Guembe, Ignacio Guereñu, Ignacio Unceta, etc.
En esta época iniciamos el tema del Cava con José María Vidal Barraquer y José María Raventós Blanc, Presidente de Codorníu, para incluir este término y su definición en el proyecto de Estatuto del Vino; asimismo contacté con Modesto Domínguez, Gerente de Perelada, interesado tambien por el reconocimiento de estos vinos espumosos.
Recuerdo las discusiones con algunos antiguos Presidentes de Consejos Reguladores que, para tratar de justificar las entradas de vinos del exterior de la zona de producción, consideraban que la calidad era el principal objetivo de la Denominación de Origen, por encima del origen del vino, teoría que rebatíamos lógicamente con profusión de argumentos.
El proyecto de nuevo Estatuto.
Sin embargo los trabajos de la Comisión no llegaron a cuajar en un texto definitivo y consensuado de nuevo proyecto de Estatuto, por divergencias de opinión entre los Vocales de los distintos Ministerios, por razón de fricciones de competencias entre Departamentos; también se intentó redactar un proyecto de Ley de Bases de carácter más general, para tratar de salvar los roces existentes, pero tampoco alcanzó el necesario consenso.
A la vista de todo ello, el Ministro de Agricultura Adolfo Díaz Ambrona en 1968 decidió disolver dicha Comisión, que ya había entrado en fase de paralización, encargando directamente la redacción del nuevo proyecto de Estatuto a dos funcionarios del Ministerio: Alejo Leal García, asesor jurídico de su Gabinete, de gran experiencia política y de la Administración y a Gabriel Yravedra Llopis, Secretario de la antigua Comisión.
El nuevo Proyecto no podía ser una simple actualización superficial del anterior Estatuto del 33, dada la enorme evolución en todos los ámbitos del sector vitivinícola, tanto a nivel nacional como internacional, sino que exigía un cambio radical en los aspectos técnicos, jurídicos y administrativos, sistemas de control, política de calidad, etc.
Debía aprovecharse la coyuntura de la nueva Ley para crear y realizar el Catastro Vitícola, no solamente para mejorar la estadística nacional del viñedo y su distribución provincial y municipal, sino para conocer verdaderamente su entidad y características, como las variedades de vid, edad de las plantaciones, nivel de parcelación, sistemas de explotación y de cultivo, topografía de los terrenos, tipo de suelos, etc., necesarias para conocer la realidad del viñedo, y poder planificar con fundamento las campañas vitivinícolas del FORPPA y la política de mejora de la calidad del vino.
Otra necesidad evidente era reorganizar las Denominaciones de Origen y sus Consejos Reguladores para mejorar su funcionamiento, en cuanto a fiabilidad del origen de los productos, y crear un organismo con el necesario nivel administrativo que, integrando a los Consejos, aunara la política de calidad de la vitivinicultura nacional; señalo esto porque durante mi destino en la Sección 4ª como Ingeniero agregado, ya fallecido Jiménez Cuende, me ocupaba de todas las cuestiones relacionadas con la legislación vitivinícola y coordinación de DO, despachando directamente con los Presidentes de Consejos Reguladores, etc., y entendí que la importancia de los temas y la necesidad de uniformar criterios requería tratar estos asuntos a nivel superior.
De otro lado, era necesario tener en cuenta los avances del Consejo de Europa durante la década de los 60, en su proyecto de legislación europea sobre el vino, a cuyas sesiones de trabajo, celebradas en Estrasburgo, asistieron en representación del Ministerio, sucesivamente Gonzalo Fernández de Bobadlila, Gabriel Yravedra (1962-68) y Pedro de Bernardi, entonces Director de la Estación Enológica de Requena.
Además la CEE, creada en 1957 en el Tratado de Roma por los seis países fundadores (Francia, Alemania, Italia y Benelux), se ocupó pronto de los temas vitivinícolas, que eran motivo de enfrentamiento entre los viticultores franceses, italianos y alemanes, aprobando varios Reglamentos preliminares relativos al Catastro, régimen aduanero, etc., y el estudio de proyectos, que posteriormente fueron aprobados como el R.816 y el R. 817/70; el primero de carácter básico sobre el sector vitivinícola y el segundo específico de los “vinos de calidad producidos en regiones determinadas” (v.c.p.r.d.).
Debo destacar que en el transcurso de la redacción del nuevo proyecto de Estatuto, el propio Ministro Díaz Ambrona mostró siempre el mayor interés en el seguimiento de su evolución, requiriendo información periódica, y convocando diversas reuniones para examinar el progreso del texto.
Estas sesiones y actividades complementarias me pusieron en contacto con funcionarios del Ministerio de Comercio, como Sanz Piñal, Manuel Lachica, Rafael Coloma, Jesús Alonso, con quien intervine en conversaciones con delegaciones de otros países, relacionadas con acuerdos comerciales, con Ramón Cristobalena del Ministerio de Industria, con el Registro de la Propiedad Industrial, etc.
El Proyecto de Estatuto quedó concluido en el año 69, pasándose a informe de las Direcciones Generales del propio Ministerio y posteriormente, ya con el visto bueno del Ministro, a los diferentes Ministerios y al Sindicato Nacional de la Vid, Cervezas y Bebidas.
Las observaciones formuladas al proyecto fueron mínimas y en algunos casos, como la propuesta del Sindicato de la Vid de incluir un artículo dedicado a las “bebidas amisteladas”, no tuvo efecto alguno.
Entonces era ya Director General de Agricultura Ramón Esteruelas , que puso en marcha profundas modificaciones relativas a órganismos del Mº. Recuerdo que me designó como miembro de un grupo formado por ilustres agrónomos como Eladio Aranda, Juan Santamaría, Miguel Ángel Guembe, etc. para estudiar la vigencia o actualización de varios organismos, como las Estaciones de Viticultura y Enología, cuya permanencia estaba en discusión, que defendí dada la importancia de sus actividades de extensión, tanto en el campo de la viticultura como de las bodegas, pues ya conocía las Estaciones de Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Jerez y Villafranca del Penedés que me parecían necesarias, pero mejorando su rendimiento mediante reciclaje y dotación de más medios materiales.
En esta época el Director General me exigió dedicación plena, por lo que tuve que dejar mi cargo de Jefe del Laboratorio de Enología de la Escuela, al que dedicaba las tardes en régimen de compatibilidad.
En 1969 fue creada la Sección de “Fomento y Control de la Calidad de las Producciones Agrícolas”, de la que fue nombrado Jefe Salvador RuizBerdejo, que venía de la Jefatura Agronómica de Cádiz y Presidente del Consejo Regulador de la D.O. Jerez-Xérés-Sherry; de acuerdo con mi propuesta.
A esta Sección fueron asignados Carlos García Izquierdo como Jefe del Negociado de Asuntos Generales,y Gabriel Yravedra del de Control y Defensa de Denominaciones de Origen, integrando el personal de la antigua Sección 4ª; y otros funcionarios como Rafael García Faure, Francisco Moreno Borondo, Francisco Martínez Reyes, Manuel Tellado, José Luis Boronat, José Luis Collado, Manuel Pascual y José Luis Román, y contratados como José Ramón Martínez Cano-Manuel, Francisco Díaz Yubero, y Angel Jaime y Baró.
A continuación trataremos de los diferentes temas de esta Memoria en epígrafes separados, sin respetar el orden cronológico, dado que las actividades realizadas estuvieron muy entremezcladas, sin posibilidad de separarlas por tiempos.
El Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes.
Después del proceso preparatorio que hemos resumido, el proyecto de “Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes” fue elevado a las Cortes por el Ministro de Agricultura Tomás Allende y García-Baxter, siendo aprobado el 2 de diciembre como Ley 25/1970..
El Estatuto constituyó una importante innovación a nivel tecnológico, actualizando las definiciones de los distintos productos vitícolas, fijando nuevas directrices sobre política de calidad del vino, régimen de plantaciones, prácticas permitidas de elaboración, sistema de declaración de cosechas y de control de la circulación de productos, normas de comercialización, régimen sancionador, etc.
A continuación hacemos una breve reseña de los aspectos fundamentales y más innovadores del Estatuto.
En el artículo 4º se tomó la decisión de definir la uva, a los efectos de la aplicación de la Ley, como “el fruto de la Vitis Vinífera L.”, diferenciándolo del fruto de otras especies de vid y de los híbridos productores directos (HPD).
Al definir el vino en el art.10, como ” la bebida resultante de la fermentación alcohólica, completa o parcial, de la uva fresca o del mosto, se descartaban de este concepto los productos obtenidos por fermentación del fruto de otras especies de vid y de los HPD, con el fin de cortar de raíz el desarrollo creciente de plantaciones de estos híbridos en provincias como Pontevedra, León y Castellón.
Además se estableció un grado alcohólico natural mínimo de 9% vol., con la excepción de los chacolís, como forma de exigir un nivel mínimo de madurez de la uva para vinificación, como base de la futura calidad del vino.
Se definieron tambien los tipos diferentes de mostos, separándolos de los zumos destinados exclusivamente a consumo directo.
El artículo 12 definía el vino de mesa, elaborado con variedades preferentes o autorizadas en cada región, según la clasificación del Anejo I, en vez de la antigua nomenclatura de vino común; tambien se definió la elaboración de los vinos blancos, tintos, rosados y claretes, con el fin de que no se desvirtuaran estos conceptos.
El artículo 21 estaba dedicado a los vinos espumosos, definiendo separadamente el Cava y el granvás para su ulterior reglamentación y protección.
Se definieron las bebidas derivadas de vino, para dar paso a la futura reglamentación de la sangría y la clarea y defensa de estas menciones tradicionales.
En el grupo de alcoholes, en el art. 34 se abrió la puerta a la futura regulación del brandy, los diferentes tipos de anís, así como a otros aguardientes compuestos. En los artículos 31 y siguientes se definieron los orujos, como medio de regular la elaboración de sus aguardientes, sí como el vinagre de vino y subproductos de la vinificación.
En los artículos 35 y sucesivos se establecía el régimen de nuevas plantaciones y replantaciones, quedando prohibida la utilización de híbridos de vid americana y vinífera, así como el empleo de uva de mesa para vinificación
En el artículo 42, quedó prohibido el riego de la vid para vinificación, con carácter general, pero exceptuando los riegos de apoyo en invierno en zonas de escasa pluviometría, para evitar situaciones de estrés hídrico.
Los artículos 57 y 58 trataban del estado de sanidad y de madurez de la uva para la vendimia, y de las condiciones de su transporte desde el viñedo hasta la bodega, para que la uva llegase entera, evitando toda fermentación espontánea.
Aunque en esta Memoria no entro en el fondo técnico de cada tema, sí quiero subrayar que el artículo 79 define el concepto de DO con el vínculo que debe existir entre los caracteres del producto y el área geográfica, cuyo nombre constituye la DO, y que su protección se extiende con igual fuerza jurídica a los nombres de las subzonas y municipios que comprende la zona de producción.
Tambien destaco que la zona de producción no tiene limitación de superficie, pues comprende desde el pago vitícola a la región, sino que su única limitación es la existencia de este vínculo que debe estar presente en las características del producto.
Por su contenido, debe reconocerse que el Estatuto de 1970 constituyó una verdadera Ley de Denominaciones de Origen, porque abrió su ámbito a la protección de otros productos agrarios y alimentarios de prestigio en el mercado, comercializados y conocidos por su nombre geográfico, mediante una humilde Disposición Adicional 5ª que autorizaba al Gobierno a extender el régimen de D.O. a otros productos agrarios, cuya protección tuviese especial importancia económica y social, siempre a propuesta del FORPPA o de la Organización Sindical.
Además el Estatuto creó el nuevo concepto de Denominación Específica para proteger productos de renombre que sin embargo no cumplían los requisitos exigibles a una verdadera D.O., como era el caso del Cava, que no era nombre geográfico, o los casos del Brandy de Jerez, o del Turrón de Jijona, en que las materias primas no procedían necesariamente de la zona de producción correspondiente, o para proteger nombres de variedades, razas o términos tradicionales.
Una vez aprobada la Ley era necesario preparar su Reglamento, de acuerdo con la Disposición Final Tercera de la Ley, que redactó Salvador Ruiz-Berdejo y fue aprobado por Decreto 835/72 de 23 de marzo; el texto siguió la misma ordenación y numeración de artículos de la Ley, debidamente ampliados, de forma que el Reglamento constaba de preceptos de nivel de Ley y los de desarrollo a nivel de Decreto.
Creación del Instituto Nacional de Denominaciones de Origen.
La Ley 25/1970 creó el Instituto Nacional de Denominaciones de Origen (INDO), como organismo autónomo del Ministerio de Agricultura, en el que se integraron los Consejos Reguladores de DO de vinos, y de otros productos agroalimentarios, encargado del desarrollo y organización del amplio campo de la mejora de calidad, garantía y protección de las D.O. ó las D.E. y de su expansión.
El funcionamiento del INDO se inició a finales de 1972, siendo su primer Director Salvador Ruiz-Berdejo Siloniz, que propuso como Secretario General a Carlos García Izquierdo y como Jefe de los Servicios Técnicos a Gabriel Yravedra Llopis, nombrados el 30 de Noviembre de dicho año.
Mi cargo de Jefe de los Servicios Técnicos derivó posteriormente a Jefe del Servicio de Armonización Vitivinícola (1986 a 1988), y después a Consejero Técnico del INDO (1988 a 1995).
Directores del INDO.
A Salvador Ruiz-Berdejo le sucedió Luis Miró-Granada Gelabert, Ingeniero Agrónomo, que anteriormente había sido Agregado Agrónomo en Londres, Subdirector General de Agricultura y Jefe de la Sección 8ª de Pratenses; durante su dirección se planteó la necesidad del traslado del INDO a una nueva sede por razones de funcionalidad, que finalmente fue ubicado en unos locales que pertenecían al Ministerio de Agricultura en la calle Dulcinea, nº 4; el traslado tuvo lugar en diciembre de 1981, siendo ya Director del INDO Jaime de Urzaiz, abogado y funcionario del Ministerio de Turismo.
Los siguientes Directores fueron Rafael García Faure, tambien Ingeniero Agrónomo y funcionario del Ministerio de Agricultura, y Javier Puig de la Bellacasa.
Como consecuencia de la Constitución Española de 1978 y la atribución de competencias a las 17 Comunidades Autónomas en materia de Denominaciones de Origen, fue suprimido el INDO por Real-Decreto 1423/85 de 1 de agosto, en cumplimiento de la Ley 50/84 de los Presupuestos Generales del Estado, que suprimió otros muchos Organismos Autónomos.
El Instituto Nacional de Denominaciones de Origen fue transformado en la Subdirección General del INDO, del Mº de Agricultura, conservando su referencia al INDO, nombre que en el campo de las D.O. había adquirido gtan prestigio a nivel nacional y europeo. Su primer director fue Santiago Menéndez de Luarca, al que siguieron sucesivamente Begoña Nieto-Gilarte y Antonio Moscoso Sánchez, todos Ingenieros agrónomos.
Menéndez de Luarca fue destinado después a la FAO, posteriormente designado Subsecretario de Agricultura, y finalmente Consejero de Agricultura de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias. Antonio Moscoso ha sido el único Director nacido del propio INDO, del mismo Catastro Vitícola. Ambos mantienen un estrecho contacto con los funcionarios del antiguo INDO a través de las periódicas reuniones de compañeros. Begoña Nieto en la actualidad es Consejera de Agricultura en la Embajada de Washington.
Personal del INDO.
La Secretaría General del INDO estuvo dirigida por Carlos García Izquierdo, que contaba con el equipo formado esencialmente por Emilio Rodríguez Delbecq, Francisco Izquierdo Primo y José Tortosa, al que después se unió María Filgueiras. Le sucedió en este cargo de Secretario Genaral José María Candel Manresa.
Además del personal contratado para el Catastro, se incorporaron en distintas épocas a los Servicios Técnicos del INDO los funcionarios: Alfonso Gallego de Chaves, José Luis Núñez, Álvaro Arnaiz, Juan Torres, Manuel Tellado, Julio de Saro, Montserrat Pellitero, Guillermo Millán, todos Ing. Agrónomos, y Pedro Muñoz, abogado, Justo Nombela y Almudena Rodríguez, veterinarios, Mª Rosa Fernández, Esperanza de Marcos, Pilar de las Heras y Ana Bravo, Ing. Agrícolas, Mª Dolores Chiquero, etc. …
El personal administrativo con que contó el INDO, se compuso esencialmente de: Almudena Alvarez, Alicia Buhigas, Rosa Mª Hernández Martín, Mª Luisa Madariaga, Teresa Madueño, Mª Fe Menéndez, Alicia Mercader, Felisa Rodríguez, Mª Pilar Romero, Margarita Sánchez, Begoña Sarasíbar y Nuria Valentin, y como conserjes y conductores José Cantalejo, José Pérez Méndez y Gonzalo Romero.
Mención especial merece Juani González, a quien contraté en 1970, después de una breve prueba de taquigrafía, y que ha sido mi secretaria en el INDO hasta mi jubilación; después he contado con su ayuda desinteresada en algunos trabajos posteriores.
Las oficinas del INDO estaban inicialmente distribuídas en despachos de distintas plantas del Ministerio; en particular el personal de Catastro para los trabajos de gabinete estaba ubicado en un amplio y antiguo local del sótano que anteriormente estuvo dedicado al Servicios de Cinematografía del Ministerio, que contaba con material específico para reproducción de planos, etc.
Seguidamente trataremos de las diferentes realizaciones del INDO por temas separados, dada la dificultad de seguir un orden cronológico
Realizaciones del INDO.
Una de las primeras actividades fue constituir el Consejo General del INDO, conforme con los artículos 101 a 103 del Estatuto, e iniciar la revisión y adaptación de los Reglamentos de las Denominaciones de Origen, de acuerdo con la Disposición Transitoria Segunda.
Entre las actividades iniciales citaremos nuestro contacto con la Oficina de Patentes y Marcas, que inicialmente estaba instalada en el propio edificio del Mº de Agricultura, como residuo del antiguo Mº de Fomento, y el examen minucioso de sus Boletines, que publicaban las propuestas de marcas, a fin de hacer las observaciones o recusaciones pertinentes y que las propuestas que interferían con la protección de las DO nacionales o extranjeras fueran anuladas; esta labor la realicé personalmente en colaboración con Pedro Muñoz, abogado; previamente hice un estudio de clasificación de las posibles infracciones en esta materia para facilitar el trabajo posterior de revisión de las marcas propuestas.
Acuerdo Preferencial CEE-España en el sector vinos.
La fase preparatoria se hizo en un pequeño grupo de trabajo creado a iniciativa del Mº de Asuntos Exteriores y formado por Pablo Benavides, de este Departamento, Juan Antonio Mompó , exportador de vinos de Valencia y experto en comercialización, y por mí como experto en D.O. Las primeras reuniones se celebraban en el despacho de Benavides, que comenzamos con el examen de la legislación comunitaria, y las ventajas arancelarias concedidas por la C.E.E. a Argelia, Marruecos y Tunez, etc., y las últimas, aún de carácter preparatorio, con el Director General José Luis Cerón.
Después, a finales de los años 60, se constituyó una Comisión Interministerial para la preparación definitiva del tema, presidida por el Embajador Alberto Ullastres, con representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores (José Luis Cerón y Camilo Barcia), del Mº de Comercio ( Srs. Caruana y Comenge), Agricultura (Salvador Ruiz Berdejo y Gabriel Yravedra), etc., celebrando varias reuniones en Madrid y en Bruselas.
Con este motivo conocí al Jefe del Sector Vinos de la Comisión Europea, M. Bertin, que mostró gran interés por conocer zonas vitícolas españolas de las que tratábamos en estas conversaciones; en consecuencia preparé su visita a la zona de Jumilla para que conociese el viñedo de Monastrell, la particularidad de sus vinos, y las principales bodegas cooperativas “San Isidro” y “La Purisima” y alguna particular. M. Bertin estaba asombrado de la pureza del vino, elaborado directa y exclusivamente de uva, con su riqueza natural de color y grado, que ya en aquel tiempo era raro en Europa.
Aprovechando el viaje, tambien se hizo un recorrido aéreo por la zona de Montilla-Moriles, por invitación de Manuel Benítez “El Cordobés”, que nos ofreció su avionéta , nos invitó a su finca y dio una capea.
.El Acuerdo Preferencial se firmó en el año 1970 y, en el Sector Vinos, la CEE concedió a España un contingente arancelario a los vinos tintos embotellados de las D.O. Rioja, Valdepeñas, Priorato y Jumilla.
El Catastro Vitícola y Vinícola.
La Ley 25/1970 ordenó al Mº de Agricultura la realización del Catastro Vitícola y Vinícola, como instrumento técnico necesario y suficiente para el conocimiento del viñedo nacional y de las bodegas, que recayó en el INDO, y concretamente en los Servicios Técnicos.
Antes de constituirse el INDO, en la Sección de Fomento y Control de la Calidad se hizo un ensayo inicial del Catastro Vitícola con el Servicio de Catastro de Rústica del Ministerio de Hacienda, de unos polígonos de la provincia de Tarragona, pero el resultado no fue positivo, por lo que se descartó este sistema.
En los meses iniciales del INDO, aprovechando un viaje a París para participar en una Asamblea General de la 0.I.V., tomé contacto con el lnstitut National des Apellations d’Origine (INAO), y tambien con el Servicio del Cadastre Viticole de Francia; recuerdo que, por invitación del Sr. Hall, director de este Servicio, visité sus instalaciones, y entre ellas el equipo de informática y una espectacular sala con 200 o 300 funcionarias taladrando afanosamente fichas para aquellos equipos de ordenadores de antaño.
A la vista de aquella exhibición de personal y de medios comprendí que había que cambiar el sistema en España, pues sería impresentable proponer al Ministerio la contratación de tanto personal.
Por esta razón concebí una nueva modalidad de organización; comencé por distribuir el viñedo nacional en diez grandes áreas geográficas, cuyo catastro se abordaría en diez años sucesivos; a su vez cada área se dividió en zonas de unas 20.000 ha. de viñedo cada una, según las previsiones estadísticas, comenzando por las áreas más excedentarias para proporcionar datos al FORPPA con mayor prontitud.
Respecto de la gestión informática, estimé que debía encargarse al Servicio de Estadística de la Secretaría General Técnico, que contaba con los equipos necesarios.
Anteriormente se preparó y editó un Catálogo de Variedades de viníferas y de portainjertos en colaboración con el INIA, que serviría de apoyo para la identificación varietal en el campo.
También se estudió por los Servicios Técnicos una fórmula para evaluar el rendimiento de los trabajos de campo y de gabinete, con base en los datos previos de que se disponía, para la determinación del coste de realización del Catastro en las diferentes zonas de cada campaña, en función de una serie de parámetros como el grado de parcelación del viñedo, homogeneidad varietal, topografía del terreno, etc.; lógicamente el trabajo de campo en las diferentes campañas se realizaría durante los meses del ciclo vegetativo de la vid, para facilitar la identificación varietal, dedicando el tiempo restante a trabajos preparatorios y de gabinete.
Se contrató un pequeño grupo de veinte técnicos, compuesto por jóvenes ingenieros agrónomos y peritos agrícolas, para que hiciesen un trabajo de campo en cada campaña, eligiéndose de forma aleatoria algunas parcelas de los diferentes polígonos del área geográfica a contratar cada año, identificadas por su número catastral dentro de cada polígono y provincia, en cantidad suficiente para que significase del 1% al 2% del número total de parcelas de viñedo, previsto en cada polígono catastral, con base en el Catastro de Rústica.
Para la selección de este personal técnico se celebraron entrevistas directas con los candidatos para explicarles la naturaleza del trabajo a realizar y el esfuerzo y dedicación plena que exigía, y valorar si reunían las aptitudes deseadas. .
Este equipo técnico quedó formado por los Ingenieros Agrónomos: Ignacio Alonso, José Manuel Alvarez, Eduardo Colina, Pascual Herrera, Luis Leza, Antonio Moscoso, Luis Muñiz, Juan Carlos Palacios, Lorenzo Romero, Juan Ruiz y José Villena, y por los Ingenieros Agrícolas: Ricardo Díaz, Pedro Juan García, Abilio de Gregorio, Luis Herrero, Ricardo Lalanda, Rafael Ruiz Isla, José Serrano, Manuel Ventura, y el delineante José Miguel.
Las parcelas seleccionadas se registraron minuciosamente por este equipo, previamente a la adjudicación de los contratos definitivos a las empresas, que servirían como parcelas-testigo para comprobar en cada polígono la calidad del trabajo que presentaran las empresas adjudicatarias.
Cuando las empresas entregaran al INDO los trabajos de cada zona, se cotejarían las características de las parcelas-testigo ya conocidas, para contrastar su precisión y posible aceptación por el INDO. Si esta verificación no fuera conforme, el INDO rechazaría el trabajo de ese polígono, sin advertir de los errores encontrados, cuyo trabajo debería ser realizado nuevamente por la empresa con los costes consiguientes a su cargo, de acuerdo con el Pliego de Condiciones del contrato de adjudicación.
La contratación de los trabajos en las 10 campañas sucesivas del Catastro, se realizó mediante concurso público, seleccionando las propuestas por las garantías de experiencia y de carácter técnico que ofrecían las diferentes empresas, a las que, después de la adjudicación, se entregaban los correspondientes planos del Catastro de Rústica, las hojas del plano nacional 1:50.000, las fotografías disponibles de vuelos realizados, el Catálogo de Variedades, los impresos para los trabajos de campo, etc.
Entre las empresas contratadas cabe destacar la de Francisco Moreno González- Bueno, la Consultora Agricola de Agustín Liñán, INYPSA, en la que trabajaba Luis Cavanillas, ODISA de González Burdiel,la de Angel Olano, etc.
El personal contratado de Catastro realizaba los trabajos de gabinete en un amplio local del sótano del Ministerio, que anteriormente estuvo dedicado al Servicio de Cinematografía, donde existía material específico para reproducción de planos, etc.
El Catastro se realizó en un plazo de 10 años como estaba programado, que supuso la visita directa de unos 3 millones de parcelas, de que constaba entonces el viñedo nacional.
En algunos casos hubo protestas de las agrupaciones de viticultores de algunas zonas, como por ejemplo en Huelva, donde el Sindicato Vitícola estimaba que había mucha más superficie de la variedad Palomino, de la que reflejaba el Catastro. Para resolver esta protesta se constituyó una Comisión mixta de los viticultores de la zona y del personal del INDO que había intervenido en su realización, haciéndose una nueva inspección en los polígonos y parcelas elegidas por los propios viticultores.
En este segundo examen se verificó la exactitud de los trabajos del Catastro; efectivamente, se comprobó que en algunas parcelas había cepas sueltas de la variedad Palomino, pero dominando siempre la variedad Zalema, y no se consideró necesario reflejar esta circunstancia, porque en cualquier caso la vendimia se realizaría del conjunto del viñedo de cada parcela, sin clasificación de variedades, asignándosele la Zalemacomo variedad dominante.
Tambien sucedió un caso similar en la provincia de Pontevedra en relación con la variedad Albariño, de alta calidad, frente a la variedad Palomino, que en Galicia se utiliza para dar volumen de producción de vinos de mesa, o para mezcla con otras variedades de uva.
Los trabajos de campo del Catastro exigieron un esfuerzo y dedicación considerables de todo el equipo técnico, cuyos desplazamientos por toda la geografía nacional los realizaban en coche propio, o en aquellos PMM 4L de que disponía el INDO, y después otros dos Simca 1200, que fueron una notable mejora.
Respecto de la organización general, debo destacar la minuciosidad y seriedad del seguimiento y control de todos los trabajos del Catastro realizado por Luis Muñiz Urech.
El Catastro resultó un trabajo completo y fiable. A medida que se iban terminando los trabajos de gabinete de cada provincia, se iban preparando y publicando los correspondientes tomos del Catastro para información del Sector y de todos los interesados, y tambien se editó otra serie de publicaciones por zonas de producción de Denominaciones de Origen, que entonces existían.
A efectos de uniformidad, preparé el esquema general y de cuadros estadísticos de estas publicaciones, cuyo texto preparaban generalmente Luis Muñiz y José Manuel Alvarez, y yo la revisión final; los cuadros estadísticos venían directamente del Servicio de Informática, pero los textos de cada tomo relativos a la orografía y edafología los redactaba José Serrano, dada su afición y conocimientos del tema.
Estos datos del Catastro sirvieron de base para la nueva planificación del régimen de plantaciones y la delimitación geográfica de las zonas de producción de nuevas DO y la revisión de las ya existentes.
Por otra parte, este trabajo fue de inestimable utilidad en las negociaciones previas para la adhesión de España a la C.E.E., porque era un instrumento estadístico plenamente fiable sobre superficie de viñedo nacional, autonómico y provincial, por zonas de D.O., grado de parcelación, potencial de producción, distribución geográfica de variedades, etc.
Antes de concluir el Catastro, el personal contratado tuvo la oportunidad de acceder al INDO como funcionarios, mediante concurso oposición e integrarse en las actividades normales en materia de Denominaciones de Origen.
El conocimiento del viñedo que adquirió este personal durante su periodo de contratación, fue de gran utilidad para su actividad posterior en el área de Denominaciones de Origen con su integración definitiva al INDO.
Posteriormente, la actualización del Catastro, siguiendo ya las pautas del Registro Vitícola de la Comunidad Económica Europea, fue realizada por la empresa especializada ARVE bajo el control del INDO y la dedicación específica de José Manuel Alvarez.
Después, la actualización del Registro Vitícola de la C.E.E. pasó a ser competencia de las respectivas Comunidades Autónomas.
Recuerdo que en esta época inicial del INDO, celebrábamos los sábados reuniones de cata de vinos, en un despacho de la parte posterior del edificio central del Ministerio, con el fin de ir formando al personal en temas generales de vinos, de variedades de uva y de las distintas zonas de producción; de estas reuniones y de su experiencia posterior se formaron excelentes catadores como Rafael Ruiz Isla, José Serrano, Antonio Moscoso, Luis Leza, etc., que después actuaron como profesores de cata.
Ferias del Campo.
El INDO participó en las sucesivas Ferias del Campo para promocionar los vinos españoles con Denominación de Origen.
En el stand del INDO se informaba del significado del concepto de DO, explicando las garantías que suponía para el consumidor sobre la autenticidad del producto, y se promocionó la venta de estuches de vinos seleccionados DO y debidamente etiquetados; los excedentes de venta de estuches en el stand se ofrecieron después a los funcionarios a precio de coste en un local del sótano del Ministerio, con gran éxito de demanda, con la colaboración de José Luis Collado, Aurelia Molina, Pepita Tejedor y José Cantalejo.
Esto dio lugar posteriormente a un local donde se vendían a precio de coste diferentes productos agrícolas, a modo de economato, que organizó con éxito Francisco Izquierdo Primo.
Ferias Internacionales.
Entre los trabajos iniciales del INDO, tambien debo destacar la asistencia a ferias internacionales en Londres, París, Burdeos, Berlín, Bonn, Frankfurt, Munich, Colonia, Hamburgo, Stuttgart, etc. que organizó directamente Carlos García Izquierdo y personal de su Secretaría general como Francisco Izquierdo Primo, Emilio Rodríguez Delbecq y el personal administrativo necesario para atender el stand del INDO, las preguntas del público, catas, reparto de documentación, etc.
Oficina Internacional de la Viña y del Vino (OIV).
La colaboración con la OIV del Ministerio de Agricultura, y en particular del INDO, fue permanente llevando su Director la representación oficial de la delegación española ante este Organismo.
Asistí por primera vez a un Congreso de la OIV en el año 1965, en Lisboa, cuando era Presidente el mítico Baron Le Roi, creador en Francia de la AO Chatêauneuf du Pape.
En la antigua oficina de la OIV, situada en la rue Roquépine 11, de París, se celebraban las reuniones de trabajo de los grupos de Expertos, siendo su Director M. Protin, hombre muy activo y protocolario que fue una institución para todos los miembros de los diferentes países. La sede de la OIV se trasladó posteriormente a la rue D´Aguesseau, con locales más amplios, donde sigue actualmente.
Aunque son muy numerosas las discusiones técnicas en el transcurso de los años, quiero únicamente reseñar una antigua polémica con la delegación alemana.
En varias reuniones de trabajo de la OIV, la delegación alemana trató de justificar la chaptalización de los países septentrionales equiparándola con la acidificación de los paises del sur, comparación que es fácilmente refutable por varias razones:
La acidificación tiene por objeto restituir en el vino el ácido tártrico inicial del mosto de uva, que se va insolubilizando a medida que avanza la fermentación alcohólica, formándose cristales de este ácido o sales con diversos cationes, insolubles en medio hidroalcohólico, los llamados tártaros, que se depositan en el fondo y paredes del envase de termentación, o para reforzar la acidez de uva muy madura.
La chaptalización tiene por objeto aumentar el grado alc. potencial de la uva o del mosto, o del vino nuevo, mediante la adición de sacarosa y su fermentación, que es incompatible con la definición de vino
La dósis máxima de acidificación de la uva o del mosto es de 1,5 g/l, y en el vino de 2,5g /l. que se realiza con ácido tártrico , que es característico de la uva, incluso obtenido por reciclaje de tártaros de vendimias anteriores. A propuesta de Antonio Moscoso la O.I.V. ha autorizado la adición de ácido láctico, que es más estable que el tártrico.
El máximo establecido de desacidificación de vinos es de 1 g/l, que da impresión de ser una norma estricta y perfectamente controlada, pero no es así porque en la uva y mostos la desacidificación no está limitada para poder reducir la acidez de 14 ó 15 g/l. o más en áreas vitícolas septentrionales, por falta de madurez de la uva, que no es coherente con el concepto de uva fresca, que es el fruto de la vid maduro y destinado a vinificación, ni del mosto de uva; se realiza con adición de tartrato neutro de calcio o mediante tratamiento con resinas de cambio iónico, práctica que anteriormente solo estaba autorizada para desacidificar los m.c.r.
.La chaptalización se hace con sacarosa, que es un azúcar ajeno a la composición de la uva, cuya adición y fermentación con el mosto es contraria a la definición de “vino”, y es causa además de graves problema de excedentes en la UE y de competencia desleal en los mercados, además de constituir fraude o engaño al consumidor, porque tales productos se comercializan como ” vino”.
La acidificación está limitada a lograr el equilibrio del vino; la chaptalización no tiene por objeto restablecer el grado alc. natural del vino de cosechas normales de la zona vitícola, sino todo lo contrario, aumentarlo de forma artificial, objetivo de carácter puramente mercantil.
Por otro lado, la OIV debería haber defendido con firmeza la autenticidad de las Denominaciones de Origen, según su propio estatuto, pero en el tema de la falsificación por el Reino Unido con su British Sherry, y en otros casos de falsificación del Jerez o Sherry, ha mostrado una actitud laxa y muy poco positiva, como sucedió en la discusión de este tema en la Asamblea General de Roma de 1987 y en la aceptación implícita de la imposición de la Comisión Europea a España de reconocer los British Sherry en el Acta de Adhesión de España a la C.E.E.
En todas las Asambleas y Congresos participé en calidad de miembro de la Delegación española, y en alguna ocasión como Delegado, como en la Asamblea General de Santago de Clile Dentro de la OIV y de forma sucesiva fui Presidente del Grupo de Expertos de Reglamentación del Vino, Presidente de la Comisión de Economía, y finalmente Presidente de la OIV en el período 1991-94, cesando de forma automática en la Asamblea Generallde París de 1994, donde fue nombrado nuevo presidente Alejandro Hernández de Chili por otro periodo de cuatro años La Asamblea anterior fue en San Francisco, con viaje de estudios a varias zonas de California¨; yo visité la zona de Mendocino, que no conocía.
Después, me correspondió ser Vicepresidente durante cuatro años y actualmente soy Presidente Honorario de la OIV, cargo que es puramente honorífico. El anterior Presidente fue el ruso Nikolai Pavlenko ( 1988-91) .
Participaron en sesiones de la OIV varios miembros del INDO como Luis Leza, Ignacio Alonso, Antonio Moscoso y Mª Rosa Fernández, y por supuesto los sucesivos Directores que intervinieron en calidad de Jefes de la Delegación española.
Además de la participación de carácter técnico en todos los Grupos de expertos y Comisiones de la OIV, el INDO tuvo una intensa actividad en materia de Denominaciones de Origen y de su protección internacional. Mª Rosa Fernández me acompañó en varias reuniones sobre temas de chaptalización en vinos y fue testigo de nuestra lucha infructuosa sobre el tema; tambien en reuniones sobre asuntos derivados de la definición de bebidas espirituosas, en las que después participó ella sola.
En general tengo un recuerdo de frustración de las reuniones de la OIV porque nuestra posición era contrapuesta a la de otros países, como Francia, Alemania, Austria, Reino Unido, Sudáfrica, Australia,… especialmente cuando intervenían directa o indirectamente cuestiones económicas o de principios relacionados con la pureza del vino, salvo en cuestiones puramente científicas; era un esfuerzo constante en defensa de nuestras Denominaciones de Origen, de la autenticidad del vino, de la exigencia de claridad de los textos, para evitar interpretaciones posteriores deformadas o equívocas, etc.
Tambien recuerdo las difíciles reuniones en tiempos de Mme. Kourakou para la definición de los vinos generosos, con crianza biológica, por ser una especialidad de ciertos vinos de licor de España, muy diferentes de los llamados vinos amarillos del Jura francés.
Pero sin duda las discusiones más fuertes fueron con el Sr. Baron, Jefe de la Delegación alemana, en mi época de Presidente, por el tema de la chaptalización, que no repito porque están reflejadas en mi libro.
Pero en todos los casos, las decisiones en la OIV, las adoptábamos con nuestro criterio personal, según entendíamos conveniente para los intereses de nuestra vitivinicultura y compatibles con nuestra legislación, pero nunca recibimos instrucciones del Ministro ni de los Directores Ggenerales del Mº etc.
A René Protin le sucedieron Paul Mauron, Gilbert Constant, Robert Tinlot, Georges Dutruc-Rosset, Federico Castellucci, Jean Marie Aurand, y actualmente Pau Roca Blanco. Casi todos los Directores Generales de la OIV, que eran funcionarios del Ministerio de Agricultura de Francia, siguieron comportándose como tales funcionarios a las órdenes de su Administración, en vez de ser independientes como directivos de un Organismo internacional.
Tengo especial recuerdo de los compañeros que asistían con regularidad a las Asambleas de la OIV celebradas en París o en diferentes países miembros, especialmente de Luis Hidalgo y Fernández-Cano, Justo Casas, Carmen de la Torre, Alberto García de Luján, Santiago Mínguez, etc.
En 1973, el Ministerio de Agricultura encargó al INDO la organización de la 53 Asamblea General de la OIV, celebrada en Madrid y Córdoba, con viaje de estudios a la zona de producción y bodegas de la D.O. Jerez-Xérès-Sherry.
En 1992, siendo Presidente de la OIV, se organizó por el INDO, cuyo Director era Santiago Menéndez de Luarca, la 72 Asamblea General de la OIV y XX Congreso Mundial de la Viña y del Vino, celebrado en Madrid, bajo el lema “500 años de vitivinicultura americana y sus relaciones con Europa”, de cuyas sesiones de trabajo se publicaron los tomos correspondientes de las diferentes Comisiones, con un interesante viaje de estudios a la zona de La Rioja, ,contando con Enrique Pantín, desplazado provisionalmente al INDO para colaborar en las tareas de organización..
El Acto culminante de esta Asamblea fue La Recepción que nos ofreció el Rey Juan Carlos en el Palacio Real a los Delegados Oficiales de los países miembros de la OIV, en el que presenté a Su Majestad los objetivos de esta Oficina Internacional de la Viña y del Vino, de aunar los criterios para preservar la naturaleza y definición del vino y proteger sus Denominaciones de Origen, además de sus actividades científicas; el acto revistió la solemnidad propia de su alto nivel político, unido a la familiaridad que el Rey transmitió a todos los Delegados.
Con motivo de dicho Congreso se publicó el libro “La viticultura americana y sus raíces”, compuesto de 16 Capítulos dedicados a la viticultura de los distintos países americanos, que fue coordinado por Luis Hidalgo; precisamente el centro de operaciones de este trabajo fue mi despacho del INDO.
En 1994, durante el período de mi presidencia OIV, organicé el I Congreso Internacional de la Vitivinicultura Atlántica, en colaboración con la Conselleria de Agricultura de Galicia, que se celebró en la isla de La Toja, de Pontevedra, que tuvo un notable éxito de participación y de presentación de ponencias y trabajos, tanto de vinos europeos, como de Galicia y de otras zonas vitícolas españolas. Aunque abrí la puerta a la presencia de los vinos gallegos y de otras zonas a nivel internacional mi iniciativa no ha tenido el seguimiento o recorrido que esperaba
En el 2006 tambien participé en la IV Asamblea General de la OIV, ya como Organización Internacional, y su 29 Congreso, celebrado en Logroño
He presentado varias ponencias y comunicaciones, la última en el XXX Congreso Mundial de la O.I.V de Budapest de 2007 , con el título “ Propuesta para una integración legislativa”, presentada en forma de poster
Acuerdos bilaterales sobre Denominaciones de Origen.
Siguiendo la línea marcada por el Estatuto del Vino de 1970, el Ministerio de Agricultura decidió abordar el respeto de las Denominaciones de Origen extranjeras y exigir el respeto de las nuestras, con el fin de iniciar el camino de integración a la Comunidad Económica Europea; en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, de Comercio, y del Registro de la Propiedad Intelectual, haciendo las gestiones oportunas a nivel internacional para la iniciación de estas negociaciones para la protección mutua de DO y de otros nombres geográficos consolidados en los mercados.
El INDO en colaboración con la FIAB, preparó el listado de nombres geográficos de los productos agrarios españoles a proteger.
El primer acuerdo fue con la República Federal Alemana, firmado en Bonn en 1970 y ratificado en 1977; en realidad había muy pocos motivos de fricción en este tema con Alemania, pero era muy necesario y urgente para España afianzar la protección de la DO Jerez-Xérés-Sherry, con la idea de bloquear las posibles exportaciones a Alemania del British Sherry, y tambien para iniciar a nivel europeo la protección del Cava, además de consolidar el reconocimiento y protección del abanico de nuestras DO.
En ese mismo año se firmó en Lisboa el Acuerdo Bilateral con Portugal, que fue ratificado en 1972.
En 1973 se iniciaron los contactos con Francia y se constituyeron las Comisiones encargadas de la negociación, cuyo acuerdo fue firmado en Madrid en dicho año y ratificado en 1974. La Comisión Española estaba presidida por el Director General del Mº de Asuntos Exteriores Sr. García Lomas, con vocales de diferentes departamentos, como Medina Peinado, Sanz Piñal, José Fernández Mazarambroz, Antonio Villapando (1976) y Julio Delicado, por el Registro de la Propiedad Industrial, Enrique Barceló, Presidente del Sindicato de la Vid, y por el INDO el Subdirector Salvador Ruiz Berdejo y Gabriel Yravedra.
La delegación francesa estaba presidida por M. L’Abri, del Ministerio de Asuntos Exteriores, con vocales de varios Departamentos, del Presidente del INAO, y otros técnicos como el Sr. Devletian, etc.
Se estudiaron por ambas Comisiones las respectivas listas de productos propuestos por cada país, y finalmente se firmó el Acuerdo Hispano-Francés de fecha 27 de junio de 1973, ratificado el 7 de enero de 1974.
Según este Acuerdo quedaban protegidas, en particular las AO francesas Champagne y Cognac, y por parte española las de Cava y Brandy de Jerez.
Recuerdo que cuando se discutió la protección del Champagne, teniendo en cuenta que en Francia estaba autorizado el uso de la mención “méthode champenoise” en vinos espumosos del Loira y otras zonas que no pertenecían a la DO Champagne, propuse que, existiendo en Francia un régimen especial para que fuera de la región de Champagne se autorizaba la mención de este método en las etiquetas, por la misma razón había que autorizarlo en España, y así se consiguió, figurando su autorización en el texto del tratado bilateral.
Para la exportación del Cava, fue muy útil el empleo del “méthode champenoise” en las etiquetas para mejor identificación del producto, cuando todavía el nombre de cava no era suficientemente conocido en el exterior. Después, en 1985, un año antes de la fecha de adhesión de España, Francia consiguió restringir el empleo del méthode champenoise exclusivamente a la propia región de Champagne, quedando anulada de forma automática su autorización en las etiquetas de Cava.
Los siguientes Tratados Bilaterales se firmaron con Suiza en 1974, Italia en 1975, Austria en 1976 y Hungría en 1987. Tambien hubo contactos iniciales con Checoslovaquia, que no llegaron a consolidarse dado que España ya era miembro de la Unión Europea.
Todos estos acuerdos bilaterales fueron eficaces para la protección de los nombres españoles, aunque dejaron de tener vigencia desde el momento de la adhesión de España a la UE, porque los países miembros estaban obligados al respeto mutuo de las DO y respecto a Suiza la UE firmó un tratado bilateral, que incluía la protección de los nombres españoles.
Reuniones FAO.
Abrimos un epígrafe sobre este asunto porque el Grupo de Vinos de la FAO celebró varias reuniones a las que asistí en representación del Ministerio; en particular la reunión de Bled, cuando esta localidad de Eslovenia aún era lugar de veraneo de Tito de Yugoslavia.
Estas reuniones tenían interés para España porque era la única forma que teníamos de expresar a nivel internacional nuestra opinión sobre la política vitivinícola de la CEE, en particular en materia de precios institucionales, de arranque voluntario de vid, de excedentes, de chaptalización, etc. A esta sesión tambien asistió Branko Brukner como representante de la Secretaría General Técnica del Ministerio.
El INDO organizó la reunión internacional de la FAO en Tarragona para criticar las contradicciones de la política agrícola común, que perjudicaban a España, como el arranque voluntario de plantaciones de vid en secano, y de otro lado permitir el riego en plantaciones para vinos de mesa, autorizando la chaptalización, generadora de excedentes, la falta de campañas para la extensión del consumo moderado, etc.
Se visitaron varias localidades del Priorato, como Vilella Alta, Gratallops, etc. y sus bodegas, cuyos vinos causaron admiración por su calidad y autenticidad a los representantes extranjeros y en particular al presidente americano de este grupo.
La cata profesional
Debe ser siempre “ciega”, es decir sin que el catador pueda conocer la marca, origen, precio, ni la forma o presentación de la botella. Siempre debe realizarse en copa de cristal no tallada, transparente, perfectamente limpia, siendo conveniente que el catador revise la copa antes de servir el vino para desecharla en caso de que tenga algún defecto u olor residual. En algunos concursos se informa al catador sobre la añada, millésime, o año de cosecha.
No es aceptable la cata con copa negra, para seleccionar catadores o con la idea de que el catador se concentre más en las sensaciones de boca y nariz, habida cuenta de que existe una marcada interacción entre los diferentes sentidos. Tampoco es aceptable usar en la mesa copas talladas o de color, que modifica la realidad del vino.
Aunque he asistido a muchas catas en el extranjero y en España, ya como catador o como Presidente del tribunal de cata, siempre he considerado que el catador debe valorar o describir el vino con absoluta objetividad, apreciando las características del vino con toda sinceridad, de acuerdo con las sensaciones que verdaderamente percibe, dada la importancia de la cata para destacar las virtudes o defectos de los vinos en todo el proceso de elaboración y crianza, y no inducir a error a los asistentes ni a la bodega elaboradora.
La descripción del vino después de la cata debe ser veraz, y si el catador tiene dudas sobre cualquier apreciación, debe indicarlo así para no confundir a los asistentes al acto de la cata, ni a la bodega de origen.
La cata no debe ser un ejercicio de cortesía, motivada por la fama de la marca, o de su precio, o por la presencia en el acto de los propios enólogos o propietarios de la bodega, aunque ello implique compromisos para el catador.
Este criterio de veracidad es el que he tratado de transmitir siempre a los catadores que se han formado en el INDO. Por cierto que José Serrano dirigio´la instalación de la sala de catas del INDO, en nuestra oficina de Duilcinea, que nos fue tan útil por su funcionalidad.
Entre las numerosas catas, no me resisto citar la que me encargaron dirigir en la Feria Agraria de Manzanares, hacia los años 70, como ejemplo de la situación técnica de entonces; me presenté media hora antes para comprobar los preparativos. En primer lugar requerí la presencia del Director de la Feria para que cesase la música de los altavoces, que no funcionase la churrería durante la mañana y que desviasen la circulación de vehículos y tractores, olores a aceite recalentado y ruidos que eran incompatibles con la cata; ordené revestir las mesas de madera de los catadores con papel blanco, y que tuvieran un botellín de agua minera, servilletas y pan. Después revisé las copas, que venían de fábrica y eran correctas y ordené los vinos, que eran unos 40, entre blancos y tintos de la Mancha.
Una vez que todo estuvo en orden, con una hora de retraso sobre el horario previsto, nos preparamos para la cata, prohibiendo fumar ni comunicarse entre ellos; eran unos quince catadores, presentados por las bodegas. Previamente les expliqué el procedimiento de cata que les proponía, muy simplificado, puntuando globalmente cada vino con un máxima de 10.
Puntuación de de 0 a 4 a los vinos defectuosos, a eliminar, por su olor a SH2 o mercaptanos, por exceso de acidez volátil, por el impropio olor a mohos okupas de las celdillas del corcho o de las paredes de la barrica mal conservada, por el desagradable olor a lías, por excesiva astringencia, por excesivo sabor a madera, etc.; con 5 los aceptables, sin marcados defectos; con 6 los vinos correctos, equilibrados en boca y narfiz; con 7 los buenos, limpios, con aromas varietales o de crianza; con 8 los muy buenos, con riqueza de aromas y armónicos al palada, y persistencia; el 9 para vinos excelentes y con 10 a los grandes vinos con todas las virtudes de aroma y sabor, generalmente de grandes añadas y crianza perfecta. Hicimos un ensayo de cata comentada y de coloquio abierto, con unas botellas seleccionadas a este fin que llevaba, explicando la cantidad que debía servirse en la copa de 30 a 40 ml, de por qué se mece el vino en la copa, etc.
A pesar de todo, calificaron como mejor vino al más famoso y de más precio, que habían identificado, aunque presentaba un marcadísimo defecto de olor y sabor a madera. Es que la formación de un verdadero catador exige experiencia y criterio de cata basado exclusivamente en la valoración cualitativa del contenido de la botella.
Revisión técnica de las Denominaciones de Origen de vinos.
Este Capítulo fue sin duda el más importante de las actividades del INDO. Vamos a referirnos solamente a las actividades más significativas del INDO en esta materia.
Previamente fue necesario estudiar los Reglamentos de DO para depurar criterios y tratar de unificar todos los aspectos de carácter general, como el tratamiento jurídico de la protección de la DO, funciones y competencias de los Consejos Reguladores, régimen sancionador por fraudes, derechos y obligaciones de los viticultores y bodegas inscritas, características de los Registros, etc.
Este trabajo fructificó en un texto unificado de la parte general de todos los Reglamentos, que redacté en colaboración con el abogado Pedro Muñoz.
Albariño- Rias Baixas.
Desde antiguo han tenido renombre los vinos de esta variedad de vinífera de uva blanca, aunque antaño su elaboración era irregular por deficiente tecnología, con la consiguiente falta de homogeneidad entre las diferentes marcas
El INDO consideró necesaria la protección del nombre Albariño y reglamentarlo, pero la situación era compleja: No era nombre geográfico, ni la variedad era específica o exclusiva de un entorno geográfico determinado, aunque las mayores plantaciones estaban en la provincia de Pontevedra, en un área extensa, cuyo centro de gravedad era Cambados, pero había plantaciones fuera de esta área, y plantas de Albariño dispersas por toda la geografía de Galicia; además estaba difundida en varias zonas vitícolas del Norte de Portugal y en particular en la Región de los Vinos Verdes.
De otro lado no existía una definición unánime de la tipología del producto, pues se puso de moda la creencia de que el Albariño de antaño era un vino de aguja, lo que dio lugar a prácticas ilícitas de adición de azúcar al vino para provocar una refermentación lenta y formación suave de burbujas al servir el vino en las tazas.
La única opción viable era reconocer al Albariño como Denominación Específica, que precisamente había sido creada para este caso y otros similares, para ir corrigiendo los defectos señalados y y aumentar el sentido colectivo y de corresponsabilidad en la mejora de la calidad y cumplimiento del Reglamento, como base de confianza y fiabilidad entre bodegas.
Se nombró Presidente del Consejo Regulador de la D.E. al Jefe de la Agronómica de Pontevedra; esta fase duró 10 años, con una campaña pedagógica del INDO sobre las ventajas de la DO, junto a la función inspectora y sancionadora del Servicio de Defensa contra Fraudes para erradicar estas prácticas ilícitas y restituir el auténtico carácter de este vino.
Transcurrido este período de formación y de conexión entre personas e intereses, con mejora de instalaciones y de elaboración, se reconoció en 1988 la Denominación de Origen Rías Baixas, que hoy día se considera entre las primeras D.O. de vinos blancos, como Terras Gauda, de Martin Codax, Pazo de Señorans, Albarey,etc. A este éxito contribuyó mucho Mª Soledad Bueno, primera presidenta del Consejo Regulador de esta D.O., en estrecha colaboración con el INDO.
Cataluña.
Aunque esta DO fue reconocida con carácter oficial, en realidad no cumple los requisitos técnicos de homogeneidad geográfica y vitícola de la zona de producción, que comprende toda la región de Cataluña; es un mosaico de suelos, de variedades, de climas, y de vinos, que no tiene entidad para constituir una DO, entendida en su sentido tradicional. Su reconocimiento tuvo por finalidad agrupar todas las zonas vitícolas y sus vinos, que no estaban protegidos por las auténticas DO de la región catalana, como Penedés, Priorato, Conca de Barberá, Tarragona, Alella, etc.
Cava.
El Estatuto del Vino de 1933 distinguía los vinos espumosos, obtenidos por una segunda fermentación alcohólica en botella o envase cerrado, de los vinos gasificados elaborados con gas carbónico exógeno, cuya diferenciación debía trascender al etiquetado. A partir de entonces, y para incorporarse España plenamente al sistema de protección de DO a nivel nacional y exterior, se inició una importante y lenta evolución de la legislación y del sector elaborador, cuyos hitos principales mencionamos.
La Orden del Ministerio de Agricultura de 2 de julio de 1959 diferenciaba los vinos espumosos elaborados por distintos métodos de elaboración, el “criado en cava” o el elaborado en cubas cerradas de fermentación ó “granvás”, que se extendía a las instalaciones de bodega y al etiquetado. Las O.M. de 12-1-66 y 22-4-69 perfeccionaron el sistema de control y se creó la Junta de Vinos Espumosos y los diferentes Registros de bodegas.
La protección del término “cava” se consolida con el Estatuto de 1970, reconociéndolo como Denominación Específica con su correspondiente Consejo Regulador. Posteriormente se aprobó la OM de 27 de junio de 1972, que constituye la primera reglamentación completa del Cava, con la descripción del método de elaboración, la limitación de variedades de uva (Macabeo, Xarel-lo, Parellada, Viura, etc.), la constitución del Consejo Regulador del Cava, etc.
Desde la creación del INDO, los Servicios Técnicos participaron activamente en la evolución de la reglamentación del Cava en colaboración estrecha con el Sector, especialmente: José Mª Raventós de Codorniú y después José Ferrer y José Luis Bonet de Freixenet, Joan Juvé, Manuel y Magin Ravemtós, etc etc., y José Mª Vidal Barraquer, Director de la EVE de Villafranca.
Ya hemos citado, al tratar del Acuerdo bilateral con Francia, las incidencias del uso del término “méthode champenoise”.
La adhesión de España a la UE planteó un grave problema para el Cava, porque en la Comunidad la única modalidad de protección y reconocimiento de calidad de los vinos era como v.c.p.r.d., pero no existía el concepto de Denominación Específica; por esta razón fue necesario delimitar la zona de producción del Cava.
Hice un proyecto de zonificación en colaboración con el Consejo Regulador, teniendo en cuénta la realidad de los derechos adquiridos de las bodegas inscritas en el Regidtro del Cava, que expuse en una famosa reunión con todo el Sector, celebrada en el Ayuntamiento de Vilafranca, que recibió los calificativos más diversos de los asistentes. No obstante seguí adelante con el plan , presentando a la Comisión Europea el proyecto de zona de producción, que tras un largo período de discusión en diferentes sesiones, fue reconocido el Cava como v.c.p.r.d.
Entre las discusiones recuerdo que el Sr. Reichardt, de la Comisión, ponía el serio obstáculo de que ” cava “ no era un nombre geográfico, que si iba a la taquilla del ferrocarril para sacar un billete para “cava” seguramente no se lo darían…; yo repliqué que hay varios v.c.p.r.d. de la Comunidad Europea que tampoco son nombres geográficos (Muscadet, Regiao dos Vinhos Verdes, etc.) y que por otra parte nombres que no son geográficos alcanzan una notoriedad de índole geográfica, y le ponía de ejemplo que yo ahora puedo sacar un billete para la costa azul, aunque tendría que específicar si voy a Niza, a Cannes, a Saint-Tropez, etc.
Debo aclarar que esta negociación con la Comisión Europea la llevé adelante con el único apoyo de la opinión favorable del Consejo Regulador, pues el Mº nunca me dió orientaciones ni instrucciones al respecto. Únicamente recuerdo que en una ocasión el jefe de la Representación Permanente en Bruselas, y compañero, me dio el recadito de que a la esposa del Ministro, que al parecer opinaba frecuentemente sobre política, no le gustaba como estaba llevando el asunto del Cava… ¡¡
Este período coincidió con la dirección del INDO de Javier Puig de la Bellacasa; después fui nombrado Vocal Técnico del Ministerio en el Consejo Regulador; después de varios años ejerciendo como Vocal, presente mi dimisión en la época previa al reconocimiento de “Cataluña” como D.O., que desde el punto de vista técnico me parecía improcedente y un disparate, porque en sesiones del Consejo me pasaron varias veces el proyecto para tratar de obtener mi aprobación, que no consiguieron, considerando además que me estaban presionando desde la Consejería de Agricultura
El tema Cava es un excelente ejemplo de que un país puede corregir su postura de uso indebido de Denominaciones de Origen extranjeras, Champagne, etc., como sucedía en España antes de 1970, gracias a una política continuada de reglamentación de los propios productos con nombres nacionales y vigilancia en la prohibición de los nombbtes foráneos.
Extremadura.
Esta extensa zona vitícola fue siempre objeto de atención por el INDO; sin embargo en lo que respecta a la calidad, los vinos en general no alcanzaban el nivel necesario para pensar en Denominación de Origen. Las razones eran exclusivamente de carácter técnico.
En tiempos de la Comisión de Compras de Excedentes de Vinos, que fue creada en el año 1953, las bodegas extremeñas se especializaron en la producción de vinos comunes para ofertarlos como excedentes, sin preocupación especial por el objetivo de la calidad, con altos producciones en la Tierra de Barros, a partir de variedades como la Cayetana Blanca, Pardina y Chelva, muy productivas y rústicas, pero de bajo nivel cualitativo.
Generalmente las bodegas eran simples factorías de fermentación, sin atender los requisito de selección de la uva, fermentación controlada y suave, control de temperaturas de fermentación y conservación, uso correcto del anhídrido sulfuroso, etc. con el único objetivo de la venta a granel o la oferta a la Comisión de Compras para destilación.
Recuerdo que hacia el año 80, el Gobernador Civil de Badajoz llamó al Ministerio de Agricultura para que le informaran sobre los motivos de la ausencia de D.O en vinos de Extremadura; dirigieron su consulta al INDO y yo contesté diciendo que el tema obedecía a varias causas, y que era preferible tener una reunión en Almendralejo, acompañada de una cata de vinos.
En dicha reunión, a la que asistieron expertos y directores de bodegas, expuse las causas que determinaba esta situación, e hicimos la cata de los mejores vinos, seleccionados por Pedro Vidal Aragón, entonces Director de la Estación de Viticultura y Enología de Almendralejo, cuyas características fui analizando sucesivamente.
Para cambiar esta situación era necesario marcarse claramente los objetivos de calidad, desde las variedades de vid, la forma de elaboración, maduración o crianza de los vinos y el inicio de la comercialización en botella.
Paulatinamente fue evolucionando esta situación, y varias bodegas de diferentes localidades de la Ribera del Guadiana (como la zona de Matanegra de Badajoz, y la zona de Cáceres) con la introducción de mejores variedades como la Viura, Chardonnay, Parellada y Verdejo entre las blancas, y las Cabernet, Merlot, Garnacha, etc. entre las tintas, las nuevas instalaciones de bodega, y la renovación de criterios iniciaron un proceso de mejora de la calidad, que finalmente se reconoció con la DO Ribera del Guadiana.
Islas Canarias.
La actividad del INDO sobre los vinos de Canarias se inició en 1978 con la visita de un grupo de diferentes profesionales de estas islas al Ministerio de Agricultura, preocupados por el porvenir de la viticultura de las islas y por la mejora de sus vinos.
En aquel primer contacto aconsejé la celebración de una reunión con cata de las muestras de vinos que ellos mismos trajesen de las diferentes islas. En esta cata observé grandes defectos de los vinos, como astringencia muy acusada en vinos tintos, por excesos de “curtimiento”, es decir de maceración del mosto en fermentación con los orujos e incluso con el raspón, graduaciones alcohólicas excesivas por adición de alcohol exógeno, desequilibrios de extracto seco, exceso de sabor a madera por utilización de barricas de roble viejas, e incluso de castaño, exceso de anhídrido sulfuroso empleado en forma de quema de pajuelas de azufre, mercaptanos, defectos de color, olor a lías por retrasos del descube, excesos puntuales de CO2 por refermentación de posible adición de azúcar, etc.
A la vista de todo ello, propuse celebrar una nueva reunión en Canarias, con cata y presencia de los bodegueros, aprovechando la inauguración de la Alhóndiga de Tacoronte en febrero de 1979.
Esta cata de carácter público fue muy necesaria e interesante porque tuve ocasión de hablar con todos los elaboradores de las muestras de vinos presentadas, comentando sus características y defectos.
Como anécdota recuerdo la cata de un vino, con olor marcadísimo a cabra y le dije al elaborador que no utilizase envases de plástico, que en aquel tiempo dejaban rastros olfativos muy desagradables; el elaborador me insistió en que él no utilizaba envases de plástico, pero después de un rato volvió para decirme que efectivamente había utilizado sacos de plástico para el transporte de la uva; para mí la cuestión era evidente porque el olor era característico.
Hago un inciso porque un día en el Ministerio, me llamó el Subsecretario Luis Mardones para contarme que en una reunión con agricultores canarios para conocer su opinión sobre la labor de las misiones técnicas del Ministerio de Agricultura en estas islas; se levantó un viticultor para decirle que en vinos había visitado las islas un auténtico mago que descubrió que había utilizado envases de plástico en la vinificación …
Aprovechando este viaje, tambien visité diferentes bodegas y viñedos de las islas de Tenerife, La Palma, Hierro y Lanzarote, con reuniones con los viticultores y bodegueros a nivel de Cabildos y de Cámaras Agrarias con catas de los vinos respectivos, acompañados siempre por Luis Acuña, Ingeniero de la Delegación Agronómica de Tenerife, que fue de gran ayuda como Secretario para tomar nota de todas estas reuniones, además de Agentes de Extensión Agraria.
Después celebramos en diferentes ocasiones reuniones y conferencias en las islas, tanto por mi parte como por otros técnicos del INDO, como José Serrano, etc. Estimo que la actuación del INDO fue de fondo y muy útil y que dio lugar a una nueva etapa de calidad de los vinos de Tenerife y de otras islas, que conllevó la concesión de varias DO.
En Tenerife recorrí viñedos y bodegas de Tacoronte, el Sauzal, la Matanza, la Victoria, Santa Ursula y Tegueste.
En la isla de La Palma visité en particular la zona de Fuencaliente y la Bodega Teneguía. En la isla de El Hierro visitamos viñedos y un par de bodegas particulares que recuerdo.
En Lanzarote visité las zonas vitícolas de Haria, y de La Geria, y bodegas particulares, en compañía de Pedro Elejabeitia que era el Delegado regional de Agricultura.
Después reiteramos visita con conferencias, con motivo de ferias del vino, como el Salón de los Vinos de Tenerife en 1998, y tambien de otros técnicos del INDO.
Tambien impartí un curso sobre reglamentación del vino a invitación de la Universidad de la Laguna. Posteriormente con ocasión de mi nombramiento como miembro de la Cofradía de los vinos de Tenerife, con muy gratos recuerdos de compañeros y amigos, como Carlos Ascanio, tambien he dado otro breve Curso de perfeccionamiento sobre prácticas enológicas, etc.
Condado de Huelva. El reconocimiento de la DO Condado de Huelva proviene del artículo 34 del Decreto del Estatuto del Vino de 1932, aunque realmente su primer Reglamento se aprobó en el año 63.
Esta zona fue una de las primeras que visité y estudié desde la antigua Sección 4ª, siendo Presidente del Consejo Salvador Trevijano, gran conocedor de la historia del antiguo Condado de Niebla. El Secretario del Consejo, que era sobrino del Presidente. La variedad dominante era la Zalema, aunque había algo de Palomino, procedente de Jerez; la mayor parte del vino se vendía a granel, con destino a mezcla en zonas próximas.
En esta primera visita encontré algún vino interesante del tipo Fino, como aquel de la marca Espino, que caté en varias ocasiones con el Presidente y el Secretario del Consejo Augusto F. Flores; los vinos del tipo oloroso, de la misma variedad, eran los más característicos de la zona.
Por esta razón en el primer Reglamento de la DO se incluyeron los Finos y los Olorosos de la variedad Zalema, pero fue recurrido por el Consejo Regulador de la DO Jerez-Xérès-Sherry ante el Supremo, que revocó dicha Orden. Por consiguiente hubo que modificar el Reglamento llamando a tales vinos “pálido” y “viejo” respectivamente.
El problema más grave de esta zona es que no existía una buena comercialización y embotellado con marcas. Cuando el Estatuto del Vino del 70 impuso rigidez sobre la entrada de vinos ajenos a cada DO, decayó enormemente la expedición a granel de esta zona, y la consiguiente crisis que planteó la posibilidad de arranque de la variedad Zalema.
Sobre este asunto se pidió opinión al INIA, al INDO, etc.; yo consideré que la Zalema tenía un valor patrimonial, perfectamente adaptada al clima y al suelo de esta zona, y que no debía tomarse una decisión tan drástica, sino tratar de elaborar vinos para mesa, en vez de centrarse exclusivamente en los vinos de licor, en cuyo mercado lógicamente predominaban el Jerez y el Montilla.
Había que abrir otro camino, y entonces en una reunión con el Consejo, el Sector y la Cámara Agraria, propuse hacer una experiencia de elaborar vino para mesa, de la que podría encargarme, dada la falta de enólogos cualificados en la zona, para lo cual se constituyó un pequeño grupo técnico llamado CEVICON, dirigido por mí y formado por José Serrano y Rafael Ruiz Isla.
Hicimos una primera elaboración en 1980 partiendo de uva Zalema de una parcela seleccionada, y contando con medios muy elementales de una bodega colaboradora, realizamos la fermentación y maduración del vino en damajuanas o garrafas de vidrio y procedimientos caseros de trasiego, refrigeración, etc., con una cuidada dosificación de sulfuroso y control de la evolución del S02 libre, para que no se iniciara el desarrollo de levadura de velo.
Esta primera elaboración gustó al sector en una cata organizada al efecto, que se extrañó de las características del vino, que era desconocido en la zona; pero como lo achacaban a las excelentes condiciones climáticas del año, propuse una segunda elaboración, de la que conseguimos un vino aún de mejor calidad ; en esta segunda fase contamos tambien con la colaboración del químico Eduardo Freire de la Estación de Jerez de la Frontera.
Esto dio lugar a la creación de una bodega cooperativa, y de la marca Viña Odiel, que persiste actualmente, que cuando empezó a comercializarse sirvió de ejemplo para otras bodegas, y que paulatinamente se fuera extendiendo este tipo de elaboración a partir de la uva Zalema.
Jerez-Xérès-Sherry.
El contacto del INDO con este Consejo Regulador fue muy frecuente, dada la importancia de esta DO y la peculiaridad de sus vinos, participando en numerosos reuniones, desde la época de la Presidencia de Salvador Ruiz Berdejo, relacionadas con el pleito del Jerez con el Reino Unido.
Celebré varias reuniones con Luis Bretón, gerente de Fedejerez, para definir las diferentes categorías de los vinos de licor y generosos de esta DO, para evitar posibles desviaciones; esta federación agrupaba a las bodegas de exportación, con sede en la famosa calle Caracuel, donde se adoptaban importantes acuerdos. .
El INDO tambien formó parte de la Comisión del Ministerio de Agricultura, dirigida por Daniel Trueba para el estudio de la crisis motivada por la reducción de las exportaciones de vinos olorosos especialmente al Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca, y proponer un plan de reducción del viñedo de la zona de producción.
El INDO tuvo especial contacto con el Presidente del Consejo Regulador Antonio Barbadillo, durante la época de la adhesión de España a la UE, y con el representante en Bruselas del Consejo, Rodríguez Molina
Debo destacar el importante Simposium sobre Arqueología del Vino con el nombre de “Los orígenes del vino en Occidente”, celebrado en Jerez de la Frontera en 1995, al que asistí como Vicepresidente de la OIV y muy interesado en estos estudios. Los coordinadores fueron Sebastián Celestino y José Luis Blanco. Se compuso de excelentes ponencias, como la dedicada a la descripción del yacimiento del Alt de Benimaquia (Denia), o la del yacimiento del Castillo de Doña Blanca, cerca de Cadiz, por el arqueólogo Diego Ruiz Mata, ambos yacimientos de la época fenicia. Ruiz Mata me invitó a visitar este yacimiento de la provincia de Cádiz, donde se han hecho excavaciones que han descubierto lagares fenicios de los siglos IV a III a.C. en diferentes estratos. Tambien me interesé por los yacimientos arqueológicos de Cancho Roano, y de Villafranca de La Vera, de Cáceres, que fueron estudiados por la Unidad de Investigaciones Arqueológicas de la OIV, al que José Luis Blanco estaba adscrito.
Manzanilla. El nombre de la DO era Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, aunque en el primer Reglamento figuraba la “Manzanilla” como un tipo de vino de Jerez, como el Fino, Amontillado, etc.
Después, la peculiaridad de este vino, por su crianza biológica exclusiva en bodegas de Sanlúcar de Barrameda, determinó que fuese reconocido con DO independiente, aunque compartiendo con la DO Jerez-Xérès-Sherry el mismo Reglamento, desde el 15-12-1964, y la misma zona de producción.
Creo interesante citar la siguiente anécdota: En un Concurso Internacional de Vinos 0IV de 1993, celebrado en Urgup (Turquía), fue premiado con Medalla de Oro un vino elaborado en Lebrija, localidad de la provincia de Sevilla que pertenece a la zona de producción de Jerez y Manzanilla, presentado y etiquetado como “Manzanilla”; en consecuencia el Consejo Regulador me transmitió su protesta, y como Presidente de la 0IV en aquel tiempo, anulé dicha medalla, puesto que el etiquetado no cumplía la legislación española, utilizando una DO que no correspondía al vino.
Pero este problema se agravó pocos años después en un Concurso 0IV celebrado en Madrid, donde se presentó tambien este vino u otro vino semejante de Lebrija bajo el nombre de “Manzanilla”, sin derecho a dicha DO. El Consejo Regulador presentó su protesta a la 0IV que tambien anuló dicha medalla; pero el elaborador de Lebrija recurrió ante el Tribunal Supremo, cuya Sección competente, ni corta ni perezosa, dio la razón al elaborador, estimando que el término “Manzanilla” era genérico, equivalente a los términos “tinto”, “blanco”, “rosado”, etc.; la Presidencia de este Concurso desconocía la legislación española referente a la Manzanilla, que necesariamente debe estar criado, embotellado y expedido desde la localidad de Sanlúcar de Barrameda.
Ante esta situación, el Consejo Regulador planteó el caso a la Comisión Europea, que reconoció la DO “Manzanilla” por R(CE) 1426/1996, sin necesidad de citar la localidad de Sanlúcar de Barrameda; como es sabido un Reglamento comunitario tiene nivel superior a todo fallo del Tribunal Supremo.
Ribera del Duero.
Al iniciarse la década de los 80 el Presidente de la Diputación de Burgos, Francisco Montoya, tambien ingeniero agrónomo, se puso en contacto con el INDO para exponerme su preocupación por la situación de la Denominación de Origen, la progresiva depreciación de los vinos en el mercado, el abandono de viñedos, el bajo precio de la uva, etc., pidiéndome opinión sobre la forma de atajar esta situación.
Para conocer la entidad y la dimensión del problema organicé una serie de reuniones acompañada de una cata colectiva en Aranda de Duero, con un equipo del INDO, compuesto por Alfonso Gallego de Chaves, Pascual Herrera, Ignacio Alonso, José Luis Núñez, etc. La primera actividad fue la cata de las muestras presentadas por las bodegas de la zona de Burgos, es decir de Aranda, Roa, Pedrosa, La Horra, etc., tanto de cooperativas como bodegas particulares.
En esta cata se detectaron criterios equivocados de elaboración, con excesos de envejecimiento, con sabor y olor sobresaliente a madera, pues existía la idea de que cuanto más envejecimiento, mejor valoración del vino, y otros muchos defectos procedentes de falta de limpieza de las bodegas, falta de control de los vinos, presencia de mercaptanos, uso indebido del anhídrido sulfuroso, embotellado incorrecto, etc., que comprobamos en las visitas a bodegas, con instalaciones mal conservadas y falta de higiene en general, viejas barricas de crianza, etc.
Esta cata fue muy ilustrativa porque tuvimos contacto directo con los elaboradores, comentando los defectos y las cualidades potenciales de los vinos, que fue complementada con diversas conferencias del grupo que componía la expedición del INDO.
El efecto se notó en la elaboración de las siguientes cosechas, y en el paulatino resurgimiento de toda la zona de producción y aumento de la demanda.
En relación con las bodegas de la zona de Valladolid (de Peñafiel, Pesquera, Quintanilla de Onésimo, etc.), recuerdo la resistencia inicial de algunas bodegas para entrar en la Denominación de Origen, pero enseguida apreciaron la utilidad de integrarse en la DO, con espíritu de solidaridad con toda la zona de producción.
Por supuesto que en todos estos trabajos de reorganización de la DO, actualización de instalaciones de bodegas y mejora de los vinos, colaboró la Jefatura Agronómica de Burgos, en la que el ingeniero José Trillo se ocupaba del control de las industrias, así como de la Jefatura de Valladolid.
Posteriormente, con motivo de la ampliación de la zona de producción a viñedos de la provincia de Soria, tambien visitamos las bodegas de San Esteban de Gormaz y de Langa de Duero.
La evolución de la calidad de los vinos de esta DO ha sido relevante, con multiplicación de bodegas y marcas, alcanzando una demanda creciente tanto en el mercado interior como en la exportación. Con el tiempo José Trillo Trillo fue Presidente del Consejo Regulador.
Aunque hoy dia el número de bodegas es considerable y de alto nivel de calidad, me permito señalar las siguientes: Vega Sicilia, Alejandro Fernandez, Hnos. Perez Pascua, Arzuaga, Protos, Matarromera, etc.…
Rueda.
La situación de esta zona vitícola era muy interesante, porque en los vinos blancos se producía espontáneamente un velo de levadura que permitía su crianza biológica. Cuando por primera vez visité esta zona, las bodegas estaban muy orgullosas de sus vinos de velo, que expedían a bodegas andaluzas para la crianza de vinos de licor, cuando todavía no estaban en vigor las normas restrictivas sobre Denominaciones de Origen del Estatuto de 1970.
La zona de producción de Rueda disponía de una variedad excepcional como es la Verdejo para la elaboración de vinos blancos destinados a mesa, finos y suavemente aromáticos, pero que exigían un proceso de elaboración diferente, con una juiciosa utilización de anhídrido sulfuroso, para evitar esta formación espontánea del velo, como ya existían en alguna bodega concreta (Herederos del Marqués de Riscal).
Después de aquella intervención del INDO, con visita a la zona y bodegas de Rueda, de La Seca, Nava del Rey, Serrada, etc., se fueron modificando las técnicas de elaboración y se instalaron nuevas bodegas (Sanz, Belondrade y Lurton, Mocén, Yllera, los Curros (Cantosan) etc.), que han dado como resultado el éxito de esta DO, cuyos vinos blancos de Verdejo figuran entre los mejores de España, sin olvidar la buena adaptación a la zona del Sauvignon blanc.
Penedés.
Fue la DO inicial de vinos blancos de calidad, como el Kraliner y el Viña Sol, elaborados con uva de la trilogía de variedades Macabeo, Xarel-lo y Parellada; celebramos muchos encuentros con José Mª Vidal Barraquer, Director de la EVE, y con todo el sector, como Miguel Torres Carbó, hombre de gran iniciativa comercial, que en mi despacho me mostraba con orgullo el avance de sus marcas en las cartas de restaurantes de Nueva York; posteriormente con su hijo Miguel Agustín, Juan Font Guach, todos ellos amigos, entre otros miembros del Sector, En materia de vinos tintos, la cuestión era diferente porque la producción interna era escasa, y en aquellos tiempos iniciales se producían mezclas con vinos del exterior de la zona de producción
Priorato.
El INDO tuvo especial conexión desde los tiempos iniciales con la Presidenta Asunción Piera de esta DO, y recorrimos en diferentes ocasiones la zona de producción, con los suelos característicos, muy minerales, los litosuelos con horizonte A muy pobre en materia orgánica, pizarrosos y terrenos de topografía muy accidentada, con sus municipios de Gratallops, La Morera de Montsant, Porrera, Vilella, etc. La DO data de 1932, aunque no fue reglamentada hasta 1954, siendo reconocida como DO Calificada en diciembre del 2000. La variedad Garnacha ha ido dejando paso a la entrada de la Mazuela. Vinos tintos de alta calidad de Alvaro Palacios, Clos Martinet y Mogador,etc. En estos suelos de pizarra la Garnacha blanca da vinos de marcado carácter mineral, como el Morlanda.
El Priorato es un ejemplo de zona geográfica de D.O. perfectamente delimitada, muy homogénea en sus caracteres climáticos, de suelos y topografía del terreno y antecedentes históricos de donde proviene su nombre.
El antiguo Director de la Estación Enológica de Reus, Ramón Vidal Barraquer, fue después Presidente del Consejo Regulador.
Valencia.
Una primera modificación del INDO fue la inclusión de Cheste en su zona de producción, que anteriormente era reconocida como DO, que en realidad no se utilizaba en la comercialización de sus vinos.
La zona de producción de esta DO se dividió en cuatro Subzonas, de Alto Turia, Valentino, Moscatel de Valencia y Clariano para una mejor clasificación de sus vinos y variedades de uva.
Respecto al Alto Turia, recuerdo mi primera visita a bodegas de Alpuente y Titáguas para apreciar la calidad de los vinos de Merseguera; en la bodega cooperativa de La Yesa, después de abrir una vieja tinaja para proba5r el vino, pudimos comprobar su alta calidad, extrañándome que fuera poco conocida esta zona entre los vinos españoles, y es que en realidad se exportaba la mayor parte a Suiza para comercialización directa o mezclas bajo marcas suizas; lo cual demostraba que los marquistas suizos conocían mejor que nosotros este vino..
En la subzona de Clariano dominaban los vinos tintos principalmente de la variedad Garnacha, aunque posteriormente se aprobaron otras variedades foráneas.
Con este motivo traté a muchos elaboradores y exportadores, en Valencia o en mi despacho del INDO, como Juan Antonio Mompo y su inseparable amigo y colega Eric Tchendorf, etc.
Ribeiro. Desde la época de la Sección 4ª inicié visitas a esta zona de producción y antiguas bodegas como Freijido, etc. admirando la finura y calidad de los vinos de Treixadura, una de las grandes variedades de uva blanca de Galicia, de cultivo delicado, que no ha alcanzado aún la expansión que merece en esta región.
La instalación de nuevas industrias está dando mayor difusión a esta región vitícola, con marcas como Viña Costeira, Viña Mein,etc.
Valdeorras. Las variedades de uva más características de esta DO son la tinta Mencía y la blanca Godello. A sus bodegas y viñedos de la Rua, el Barco, Villamartin, giré varias visitas desde los primeros tiempos del INDO, como la conocida bodega cooperativa, de planta circular, proyectada por Luis Hidalgo y particulares como Guitian, Do-Campo, Donoval, …
La Mencía es una variedad que exige una elaboración particular, para evitar todo riesgo de oxidación. Respecto de la Godello se hizo un plan para promover el envejecimiento de vinos en barricas de roble, que no llegó a fructificar, entendiendo que la calidad de esta variedad radica en la delicadeza de estructura y en sus aromas primarios, que se mantienen preferentemente en vinos jóvenes o de corta crianza.
Montilla-Moriles. Tambien fue de las primeras en ser estudiada por el INDO, inicialmente esta DO era exclusiva de vinos generosos y de licor ; recuerdo las excelentes bodegas y vinos de la variedad Pedro Ximénez de Pérez Barquero, Alvear, Cruz Conde, Toro y Albalá, Luque, la bodega del municipio de Doña Mencía, etc.; sin embargo posteriormente el Consejo Regulador aceptó que tambien se incluyesen en la DO vinos del año de vidueños de la región, pero diferentes a la Pedro Ximénez, que dio lugar a desdibujar el concepto tradicional de esta DO.
Navarra. Mi primer contacto con esta zona se remonta a los tiempos de la Sección 4ª, pues Eladio Asensio me pidió que fuese a acompañar a una expedición de la FAO que venía a España de camino para asistir después a una Asamblea de la OIV en Lisboa, pero querían conocer los vinos de . Mi cometido era contactar con ellos en Roncesvalles, y contratar un microbús para que siguieran en grupo el viaje, hasta Lisboa. Visitamos la bodega de Las Campanas en Puente la Reina que nos ofreció una interesante degustación y una comida.
La cata fue ciega, cubriendo las botellas y todo signo de identificació. Los vinos de la bodega, de diferentes añadas, fueron excelentes y quedaron los primeros, los vinos franceses del Rodano, de las mismas “millesimes” quedaron por debajo. No les dijimos el truco… porque interesaba conocer la comparación de calidades. Me parece recordar que el el grupo estaba M. Pensiot, personalidad francesa del vino y de la FAO. Les acompañé hasta Madrid y ellos siguieron viaje
Después tuve mucho contacto con la Diputación en la época de excavación para la creación del viñedo de Sarriá y su bodega, y con las diferentes subzonas; en particular con Cascante, Fitero, y Murchante de la Ribera Baja, con sus viejas plantaciones de Garnacha, con tintos de alto grado y color, y el enclave de moscatel de grano menudo de Corella; Puente la Reina está en Valdizarbe. También visité los municipios de Mendávia y Viana ,etc. que se incorporaron a la D.O.Rioja. Logicamrnte tuve relación con Julián Chlvite e hijos, y con los sucesivos Directores de la EVE de Olite.
Quiero mencionar los excelentes vinos rosados y las marcas de Gran Feudo, Castillo de Monjardin, Piedemonte, Megaña, Primcipe de Viana, y Señorio de Sarriá.
La Rioja. Salvo en los primeros tiempos en que fue necesaria una actividad directa del INDO para evitar la entrada de vinos de exterior, amparada por una falsa documentación de producción vitícola excesivamente amplia, para justificar el acceso a bodegas de otros vinos del exterior, después la zona ha ido desarrollándose con plena normalidad por grandes bodegas pioneras de Haro, Olláuri, Briones, Cenicero, San Asensio, Fuenmayor, etc., alcanzando los máximos niveles de calidad y prestigio con sus grandes razones sociales y marcas como Marqués de Murrieta, con el Ygay, CVNE con el Viña Real y Viña Imperial, López Heredia (Viña Tondonia), Rioja Alta (Viña Ardanza), Marqués de Riscal (Barón de Chirel), Bodegas Bilbaínas (Viña Pomal), Federico Paternina, Luis Cañas, Muga, Viña Salceda, Marques de Vargas, Contino, Campoviejo, Sierra Cantabria, Faustino, Artadi, Remelluri, Solar de Samaniego, Finca Allende, Marques del Puerto, Martínez Lacuesta, Montecillo, Luberri, etc. Alguno de los viajes los hice con Melquiades Entrena de las bodegas AGE, que siempre llevaba en el coche una caja de excelentes Monte Cristo, cuando yo era fumador de habanos.
Ha tenido una trayectoria ascendente hasta ser reconocida como Denominación de Origen Calificada en el año 2000. El contacto del INDO con esta zona ha sido permanente, con los sucesivos Consejos Reguladores presididos sucesivamente por Antonio Larrea, Angel Jaime y Baró, Santiago Coello, Eugenio Narvaiza, Víctor Pascual, etc.
Somontano. Esta Denominación de Origen, cuya capital vitícola y vinícola es Barbastro, pero con municipios notables como Salas Altas y Salas Bajas, se ha caracterizado por una gran actividad técnica y comercial. En los tiempos iniciales se asentaron viticultores franceses, huyendo de la filoxera, como el caso de las bodegas Lalanne que permanece actualmente, y la instalación posterior de importantes bodegas como Viñas del Vero y Enate.
Las variedades más importantes son la Garnacha y la Tempranillo, pero después se ha producido una implantación notable de variedades foráneas, especialmente de origen francés, como las Cabernet, la Merlot, Chardonnay, Sauvignon blanc, etc. En una de mis primeras visitas con el Sr. Fabregat, caté un vino excepcional de la variedad Parraleta, que aún recuerdo.
Toro. En esta DO los Servicios técnicos del INDO hicieron una actuación similar a la de la Ribera del Duero, con una cata colectiva de vinos en el Ayuntamiento de Toro para comentar sus virtudes y defectos, que efectivamente dio resultados positivos en la mejora de bodegas y elaboraciones.
Hubo tambien indicios de uso indebido del término “Porto” que tambien fue resuelto por el INDO. Los principales municipios son Toro y Morales de Toro, y la variedad de uva la Tinta de Toro, prácticamente idéntica a la Tempranillo
La Mancha. La zona de producción de la DO La Mancha es la de mayor extensión del mundo, que se extiende por parte de las provincias de Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca; a pesar de la grandiosidad geográfica que comprende casi el 50% del viñedo nacional, tiene suficiente uniformidad de caracteres climáticos como consecuencia de la Meseta Central, con una altitud media de 700 metros.
Inicialmente la variedad dominante era la Airén, con una menor representación de la variedad tinta Cencibel o Tempranillo, pero después de la adhesión de España a la UE, con la consiguiente prohibición de la mezcla de blancos y tintos, los viticultores han encontrado mayor aliciente para el aumento de plantaciones de uva tinta, especialmente de Tempranillo, unida a la Garnacha y otras variedades tintas, llegándose al equilibrio actual de superficie entre plantaciones de uva blanca y tinta.
El INDO estudió esta zona desde las fases iniciales, considerando la posibilidad de distinguir subzonas con DO como Manzanares, Infantes, Campo de Calatrava, etc.; sin embargo se encontró resistencia en la zona para llevar a cabo tal diferenciación
A Ciudad Real pertenecen municipios de la importancia de Alcázar de San Juan, Socuéllamos, Tomelloso, Manzanares, Daimiel, Campo de Criptana, etc.; en algunos la densidad de viñedo supera el 50% de la superficie agrícola.
En Toledo destacamos los municipios de Santa Cruz de la Zarza, Corral de Almaguer, Villamalea, Quintanar de la Orden, Consuegra, etc.
De Cuenca recuerdo mis visitas a Mota del Cuervo, El Provencio, Las Pedroñeras, San Clemente, Las Mesa, etc., y en Albacete el gran municipio vitícola de Villarrobledo, seguido de La Roda, El Bonillo, etc.
En toda La Mancha se han desarrollado Pagos Vitícolas, como ”La Dehesa del Carrizal” (Retuerta de Bullaque), ”Casa del Blanco” (Manzanares), ”Pago Florentino” (Malagón), “Campo de La Guardia” (La Guardia), ”Finca Elez” y “Guijoso” (El Bonillo), ”Dominio de Valdepusa” (Malpìca de Tajo), etc.
Vinos de Madrid. Después del estudio correspondiente de las zonas vitícolas de esta provincia, los servicios técnicos del INDO propusimos tres posibles zonas geográficas con DO: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, perfectamente diferenciadas desde el punto de vista varietal y del medio geográfico, que tenían renombre en el comercio y consumo, que podían ser dirigidas por un Consejo Regulador único; pero a nivel político se decidió el nombre global de Vinos de Madrid con las tres subzonas indicadas, quedando reglamentada en 1990. Esto exigió una prolongad acción de publicidad y catas para divulgar el nombre de la DO y sus diferentes vinos de tempranillo en Arganda, y de Garnacha tinta en las dos restantes, además de la blanca Malvar.
Valdepeñas. Los vinos de Valdepeñas tenían gran renombre en el comercio, pero de hecho las bodegas de la zona geográfica estaban sobredimensionadas porque elaboraban tambien uva procedente de otros municipios de La Mancha; por consiguiente, y partiendo de los datos del Catastro Vitícola hubo que realizar una reorganización de la DO, y particularmente de la zona de producción, limitándola a los municipios tradicionales de Valdepeñas y colindantes, homogéneos desde el punto de vista vitícola y geográfico.
Monterrey. Durante la fase de reconocimiento provisional de esta DO nos convocó el Consejo Regulador para tratar de diversas cuestiones; allí fuímos Ignacio Alonso y yo en un 4L del INDO, dispuestos a resolver lo que nos planteasen; previamente pasamos por la Jefatura Agronómica de Orense, extrañándonos que no tuviesen interés en participar en la reunión.
Llegamos a Monterrey y pronto descubrimos que nos tenían preparada una verdadera encerrona; un miembro del Consejo Regulador comenzó una larga perorata de acusaciones y protestas contra el INDO, contra la política de vinos y agraria del Ministerio de Agricultura, etc; como su intervención era confusa y de temas entremezclados, le indiqué que fuéramos hablando de las diferentes cuestiones una por una, y así se hizo, y fuimos contestando a los diferentes temas planteados; yo entonces tenía información general de la política agraria gracias a mis reuniones con los especialistas del Ministerio en la época de las negociaciones de adhesión a la UE. Después de una larga y difícil reunión y de clarificar las cuestiones planteadas, pudimos cerrar la reunión a última hora de la mañana.
Me parece recordar que por la tarde fuimos a La Armuña, porque las lentejas de esta zona estaba en fase de protección con DE, para participar en una reunión del Consejo Regulador provisional; nos reunimos en un bar de este pueblo del norte de Salamanca y estuvimos tratando del envasado de la lenteja para garantizar el origen del producto.Desde el fondo de la sala, uno de los asistentes empezó a despotricar contra la política del Ministerio de Agricultura; era un verdadero activista que pretendía reventar la reunión, y me enteré que era de filiación comunista, pero pudimos clausurar la reunión, , resolviendo el tema planteado y forma satisfactoria.
Independientemente de esta reunión en la Armuña, diré que esta misma persona se instaló después en Cádiz e intentó desestabilizar la DO Manzanilla – Sanlúcar de Barrameda e independizarla con Consejo Regulador de Jerez, cuestión que no consiguió.
Ribeira Sacra. Fue reconocida y reglamentada como DO en 1997; su nombre deriva de los numerosos monasterios y ermitas que existían en esta zona geográfica, perfectamente caracterizada por viñedos, cultivados en las en fuertes pendientes de las laderas del Sil.
Aprovecho este epígrafe para resaltar el trabajo minucioso, vitícola y de calidad de vinos que realiza mi hija Mª José Yravedra en su bodega Ronsel do Sil; aunque es Dr. arquitecto, se aficionó al tema del vino e hizo el Master de Viticultura y Enología de la Universidad Politécnica de Madrid; elabora vinos importantes de variedades blancas típicas de la zona Godello, Treixadura y Dona Blanca, y de las tintas Mencía, Merenzao, Caiño, y Brancellao, que cato con frecuencia.
El Bierzo. Giré varias visitas a las bodegas cooperativas de Cacabelos y de Villafranca del Bierzo, y a bodegas particulares de Prada a Tope, Dominio de Tares, Palacio de Arganza, etc. con cata de los vinos de la variedad Mencía; posteriormente hice otras visitas a bodegas de la provincia de León, acompañado por el Jefe de Industrias Agrarias de la Jefatura Agronómica, catas que recuerdo bien, porque a mi regreso a Madrid estuve unos días intoxicado, posiblemente porque los vinos tenían antifermentos, como sales del ácido benzoico, o el ácido pirocarbónico.
Recuerdo que en las bodegas del Palacio de Arganza se declaró un incendio, con la correspondiente reclamación de la bodega aseguradora, y el juez de instrucción, pidió al INDO un informe sobre la valoración y antigüedad de los vinos de añada que había en la bodega.
Alicante. Fue una de las primeras zonas vitícolas que revisamos en el INDO, y en particular las grandes bodegas cooperativas de Novelda, Monóvar, Villena y Pinoso, concentradas en la comarca de Vinalopó, dedicadas a la producción de vinos tintos de las variedades Garnacha, Garnacha tintorera y Monastrell, principalmente; de las bodegas particulares recuerdo las visitas a Brotons, Enrique Mendoza y Primitivo Quiles, y celebré varias reuniones con el Consejo Regulador, al que pertenecían el Sr. Madrid, Salvador Poveda, etc.
Mención especial merecen los vinos rancios, obtenidos de estas variedades por envejecimiento con oxidación forzada en barricas o botas de roble expuestas a la intemperie para que los cambios de temperatura forzaran la oxidación del vino. Entre estos vinos destaca el típico Fondillon de larga crianza oxidativa, y en particular el excelente Fondillon de Primitivo Quiles.
Las bodegas de Alicante exportaron anteriormente grandes volúmenes de vino tinto de dichas variedades a Francia como vinos de mezcla para fortalecer el color y la graduación alcohólica de tantos vinos del centro y sur del país vecino.
Separadamente tambien visitamos la zona de la Marina Alta, con sus excelentes vinos dulces de Moscatel de Alejandría, que constituyen la DO Moscatel de Alicante.
Hablando de vinos rancios, fuera de Alicante, en zonas de Rueda, de Penedés, etc. también visitamos el sistema de elaboración en damajuanas de cristal transparente, paral exponer el vino del año a la luz y a la intemperie con los cambios de temperatura consiguientes, para activar el proceso de oxidación o enranciamiento; el envase provisto de una válvula para permitir la entrada o salida de aire , en función del volumen de líquido a causa de los cambios de temperatura; la instalación debe hacerse bajo tela metálica, para protegerla de los tirachinas de los chavales
En uva de mesa destaca la importante DO de “uva embolsada de Vinalopó”, de la variedad Aledo, que acompaña tradicionalmente a las doce campanadas de Nochevieja.
Almansa. Esta comarca, situada en la zona oriental de la provincia de Albacete, tiene influencias vitícolas de La Mancha y de Alicante; constituye un reducto de la variedad Garnacha tintorera, además de la Monastrell y Tempranillo. Sus municipios vitícolas más importantes, además de Almansa, son Alpera e Higueruela.
Como anécdota recuerdo que un conocido catador de la zona, Piqueras, tuvo mucho interés por mostrarme vinos de la variedad blanca Verdil; visité su bodega y abrió una botella para cata, que lamentablemente tenía un nivel de acidez volátil muy alto.
Bullas. La zona vitícola está caracterizada por la variedad Monastrell, y recuerdo haber visitado, además de la cooperativa, una antigua bodega del Marqués de Pidal, cuyo nombre actual desconozco.
Campo de Borja. Está situada en el extremo norte de la provincia de Zaragoza. Mi primer recuerdo son los grandes fudres de madera, de los que se utilizaban para el transporte en ferrocarril, con vinos muy viejos, con defectos de oxidaciones, pero sus mostos con gran calidad potencial. Visité las bodegas de las cooperativas Santo Cristo y Borsao y Por supuesto las bodegas de Bordejé, que tambien elaboraba vinos espumosos por el método champenoise, incluída en el registro del Consejo Regulador del Cava. Eran vinos de características organolépticas particulares.
Recuerdo que en una cata en la bodega, tuve que rechazar varias veces las copas porque con la mejor voluntad se empeñaban en secarlas con un paño, con su olor a trapo correspondiente, en vez de dejarlas secar al aire.
Cariñena. Visité el viñedo de los términos de Cariñena, Almonacíd de la Sierra, Alfamén, y el de Muel, lindante con Alfamén, cuando solicitó su inclusión en la zona de producción, y sus bodegas cooperativas de San Valero y Santo Cristo, y la bodega Solar de Urbezo; la Garnacha tinta en estos suelos calizos da vinos de buena estructura, de alto grado pero de baja acidez, frutosos, especialmente para consumo como vinos jóvenes o de corta crianza. En la zona había algo de Viura y de Garnacha blanca. Tuve contacto frecuente con Santiago Gracia y José Bribián y recuerdo el frigorífico de su casa repleto de cajas de diferentes marcas de Habanos, que también disfruté.
Política de calidad de otros productos agrarios.
Desde la constitución del INDO los Servicios Técnicos se ocuparon de poner en marcha la protección de diversos productos agrarios, como los quesos, entre ellos el queso de Roncal (1975-81), Mahón (1980-85), Cabrales (1981-90), Manchego 1982-84, Idiazábal 1986-87.
Recuerdo un viaje a Guijuelo para participar en una reunión del Consejo Regulador y tratar diferentes temas, entre ellos el de los mataderos, para asegurar la trazabilidad de los perniles del cerdo ibérico de esta DO.
Fuímos José Luis Núñez y yo en un 4L del INDO, aunque estábamos invitados por nuestro compañero Gutiérrez de Caviedes que tambien había sido convocado como especialista en el tema de mataderos, para ir juntos en su Mercedes, pero preferimos ir independientes; aunque el día anterior hubo una fuerte nevada, la carretera estaba practicable y con el 4L llegamos con seguridad. Celebramos la reunión de Guijuelo, sin la presencia de Gutiérrez de Caviedes…, pero recibimos una llamada desde un hospital porque había tenido un accidente, por fortuna sin gravedad, pues el coche se salió de la carretera. José Luis y yo volvimos por la tarde en el 4L a Madrid.
Entre los quesos menciono especialmente el queso Manchego, cuyo Reglamento (OM de 2 de julio de 1982) preparamos entre Justo Nombela y yo, así como el estudio del Recurso entablado por la Federación Regional Castellano-Leonesa y de diversas Asociaciones de fabricantes de queso contra dicha O.M. En aquella época estaba muy difundida la mención “tipo manchego” que figuraba en etiquetas, Cartas de restaurantes y escaparates de tiendas; era necesario y urgente eliminar dicha mención contradictoria con la protección de la DO Queso Manchego elaborado en La Mancha con una delimitación de la zona de producción, con su elaboración tradicional a partir de leche de oveja de raza manchega.
En el informe que hizo el INDO al Tribunal Supremo, no se ponía en duda la calidad del queso elaborado en Zamora, a partir de leche de oveja, pero que no podía denominarse “queso manchego”, ni “tipo manchego.
Tambien puse en marcha el Reglamento del Cabrales con una interesante visita a las queserías de la zona y las cuevas de crianza en la montaña , con una reunión posterior en el Ayuntamiento del Concejo, tambien colaboró el agenten de Extensión Agraria, Sr. Noriega.
Asimismo visité en Menorca, la quesería principal del Mahón para preparar el Reglamento de esta DO, en compañía del Director Jaime de Urzaiz; esta industria tambien fabricaba entonces, separadamente, los quesos en porciones de El Caserio, no acogidos a la DO.
Entre los aceites vírgenes de oliva, se hizo la reglamentación de las DO Les Garrigues (1975-79), Siurana (1977-79), Baena (1981-88), y del Sierra de Segura (1979-93), con visita a las zonas olivareras y almazaras
En realidad se inició la DO Borjas Blancas cuyo Reglamento fue objeto de recurso por parte de la firma Borges y hubo que modificar el nombre por el de Les Garrigues, de aceituna Arbequina; también es de Arbequina el aceite de Siurana. La variedad característica de Baena es la Picudo, junto a la Carrasqueña, y en la Sierra de Segura la, Picual
En materia de jamones, la DO Jamón de Teruel, de cerdo blanco, data de 1981-85 y Jamón de Guijuelo, de cerdo ibérico, es del periodo 1983-86, además de otros productos como la DO Carne de Ávila (1988-90), Espárrago de (1986-87) y Turrones de Jijona y Alicante (1986-91).
Mención especial merece el tema del jamón curado de cerdo ibérico Jabugo, que fue uno de los primeros productos agrarios al que prestó especial atención el INDO por la urgente necesidad de proteger y reglamentar el nombre de JABUGO, de fama universal y evitar su deterioro del nombre y falsificación.
Hice los estudios previos con visita a las industrias de jamones de Jabugo, Cumbres Mayores, Cortegana, etc. y a las dehesas de cerdo ibérico de la zona, que tenían la aspiración de estar protegidas por una futura DO Jabugo.
Pero se encontró la dificultad de que este nombre geográfico formaba parte de una razón social “Sanchez Romero Carbajal. Jabugo S.A.“, que, considerando que dicho nombre era privativo de la sociedad, se opuso rotundamente a que pudiera transformarse en colectivo.
En mi opinión un nombre geográfico no podía hacerse exclusivo de una persona física o jurídica, y aunque estaba seguro lo consulté con el Sr. Mazarambroz, Jefe del Registro de la Propiedad, que estimó que el caso sería debido a un error registral; lo puse en conocimiento de mis superiores, con la idea de comenzar los trámites de la reclamación o recurso pero el Mº no quiso entrar en el tema de la propiedad del nombre y el litigio consiguiente, aunque con certeza se hubiera ganado .
A la vista de esta situación, vi la posibilidad de iniciar el reconocimiento de los nombres de Cumbres Mayores y de Cortegana, con sus respectivas zonas de crianza, buscando la salida comercial de los jamones de estas zonas, pero sin éxito, debido a la dependencia industrial impuesta por dicha empresa, que también se opuso a esta solución, que no solo comerciaba con jamones de su propia industria, sino que compraba jamones terminados o en proceso de curación en toda la zona de la Sierra de Aracena.
Dado el malestar existente en la zona, el Subsecretario de Agricultura, Sr. García Ferrero, convocó una reunión del Sector para analizar la situación, en la que el representante de Sánchez Romero Carbajal. Jabugo S.A., D. Federico Fernández Santos, me acusó de soliviantar al Sector contra los intereses de la empresa; como el Subsecretario no defendió mi posición, le presenté mi dimisión como Jefe de los Servicios Técnicos del INDO, que no aceptó por considerarlo un incidente de menor importancia, retirando sus palabras y excusándose el Sr. F. Santos.
Después supe que un alto cargo del Mº pertenecía al Consejo de Administración de Sanchez Romero Carbajal. Jabugo S.A., lo que me aclaró las vicisitudes por las que pasó este expediente,
En el mes de julio del año 1995 el Mº reconoció la DO ”Jamones de Huelva”, como pretendida solución salomónica que no dio satisfacción a la zona. Se formó su Consejo Regulador que no cejó en reivindicar el nombre colectivo de Jabugo. Mientras tanto la empresa fue adquirida por el Grupo Osborne, lo que suavizó la situación de desavenencia en la zona.
Finalmente la Comisión Europea reconoció e inscribió en su Registro la DOP Jabugo. Con este motivo se celebró en Jabugo el IX Congreso y Asamblea “Origen España”, en Noviembre 2017, a la que fui invitado por el Consejo, que me encargó la ponencia de título “El inicio de las DOs agroalimentarias, contado en primera persona”; me gustó conocer al equipo técnico del Consejo y restantes expertos.
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Desde antes de mi jubilación, Luis Herrero Álamo se encargó del estudio y trámites de las DOP de productos agrarios, de la misma forma que de vinos DOP, de legislación vitivinícola y de asistencia a las reuniones de Bruselas, mi sucesor fue Luis Leza Campos; pero como esta Memoria es tan tardía y el tiempo inexorable ambos están ya jubilados.
Actividades del INDO relacionadas con la Adhesión de España a la Unión Europea.
Por parte de los Servicios Técnicos del INDO se hizo un seguimiento detallado y permanente de la evolución de la reglamentación de la Unión Europea en materia vitivinícola, desde sus Reglamentos iniciales 816 y 817 de 1970 hasta el momento de adhesión, cuando estaba vigente el R. 337/79, y posteriormente
En la década de los 80, se constituyó en España una Comisión lnterministerial para preparar el acercamiento a la CEE y determinar la estrategia que debía seguirse en las futuras conversaciones, presidida por Francisco Botella; el portavoz de Agricultura era Daniel Trueba, participando en las reuniones sobre el vino Cesáreo Goicoechea, Carlos Díaz Eimil, Gabriel Yravedra, etc.
En esta fase preparatoria, previa a la adhesión, fuimos convocados, como oyentes, a varias reuniones en Bruselas, tanto en el Comité de Gestión como del Comité de Expertos de Vinos del Consejo, además del contacto personal y frecuente con funcionarios de la Comisión, como M.A. Reichardt, Carmen Casado, etc., y conexión con la Representación Permanente española en Bruselas, especialmente con Javier Matut, que llevaba los temas de agricultura, con quien ya había tenido contacto en relación con la OIV, cuando era Consejero de Agricultura en la Embajada Española en París.
Recuerdo que fui convocado por la Comisión Europea, a través de la Representación Permanente, para asistir a una reunión de trabajo con miembros de la Comisión e informar sobre las cuestiones que planteasen sobre legislación vitivinícola, sobre la organización de las DO españolas, características de los vinos, funciones de los Consejos Reguladores, etc. con la dificultad de que entonces los idiomas de trabajo eran solamente el francés y el inglés.
Esta reunión, con la documentación aportada, sirvió para que en el momento de la adhesión de España a la UE fueran reconocidas automáticamente todas las DO como v.c.p.r.d., dejando aparte el caso de la DE Cava, que exigió un procedimiento especial del que trataremos separadamente.
En esta época previa hice la traducción de los términos técnicos que figuraban en los Reglamentos del año 70. El término francés “enrichissement”, que escondía la adición de azúcar o sacarosa al mosto de uva o al vino nuevo, para aumentar su grado alcohólico natural (chaptalización) que verdaderamente es una adulteración según la definición de vino comunitario, la traduje por la expresión “aumento artificial del grado alcohólico natural”.
Como es sabido, la Adhesión se firmó el 1 de enero de 1986, con un período transitorio de cinco años para ir aproximando los precios oficiales de nuestro sistema de regulación del FORPPA al sistema comunitario de los precios de orientación, precios de arranque, precios de oferta franco-frontera, etc.
Después de la adhesión, mis viajes a Bruselas para asistir a las diferentes reuniones de trabajo del Comité de Expertos de Vinos del Consejo tuvieron frecuencia semanal, que calculo en un total de 400 a 500, con la consiguiente preparación de temas y propuestas, redacción de informes, etc.; pero realmente no conozco Bruselas, salvo el aeropuerto, la estación Central, el metro, la Grand Place, numerosos hoteles y especialmente la rue de la Loi.
A Javier Matut, que realizó una labor muy fructífera, le sucedió José Manuel Rodríguez Molina, con quién ya había tenido mucho contacto cuando era representante en Bruselas del Consejo Regulador de la D.O. Jerez-Xérès- Sherry; le sucedió Carlos Díez Eimil; Cesáreo Goicoechea tambien estuvo siempre en la Representación Permanente y era enlace constante con el Mº y el INDO.
En esta época previa acompañé a varias delegaciones de parlamentarios de Francia, y Alemania, en varias visitas a las zonas vitícolas españolas y sus bodegas. Su preocupación permanente era el potencial de nuestro viñedo cuando dejara de ser preferentemente de secano como entonces; pero en realidad su mayor preocupación era la comprobación de la alta calidad de los vinos españoles.
Recuerdo visitas a bodegas de La Mancha, en que al destapar las antiguas tinajas aparentemente abandonadas, se extraían muestras de vino blanco de Airén de calidad excelente; además eran vinos auténticos, pues en España no existía la chaptalización, prohibida por nuestra legislación; tambien admiraban nuestros auténticos vinos tintos, de cuerpo y mucha capa, cualidades de que adolecían muchos vinos comunitarios.
Referencias al Acta de Adhesión.
Aunque fueron numerosas las cuestiones técnicas de diferente ámbito suscitadas en el transcurso de las negociaciones en el tema vinos, sin embargo me parece útil recordar y plsmar los principales puntos de fricción.
Mezcla de vinos de mesa blancos y tintos. Desde el Reglamento 816/70, siempre ha estado prohibida esta mezcla en la Comunidad, que la Comisión justificaba por motivos de calidad… No era creíble esta opinión, pues la mezcla estaba autorizada en el interior de las zonas de v.c.p.r.d. de Francia; en realidad la motivación era de orden económico, porque en los países de la Comunidad había mayor producción de tintos que de blancos, que no convenía aumentar
En España, donde estaba permitida esta mezcla de vinos entre sí, sin “apartheid”, como productos de vitis Vinífera, chocaba esta restricción, estimando que la cuestión dependía de muchos factores, como la distribución geográfica de las distintas variedades blancas y tintas, de las características organolépticas y de composición de los vinos, etc.
En ciertas bodegas españolas se realizaban estas mezclas de vinos tintos de mucha capa y extracto, de Garnacha tinta o tintorera, de Bobal, de Monastrel, de Tempranilo, con vinos blancos de variedades poco aromáticas, de Airen, Pardina, Cayetana blanca, cuya mezcla se comercializaba como vino tinto común en botellas de litro, llamadas de 5 estrellas; estos vinos, de características correctas, tenían demanda por su precio inferior al de los tintos elaborados exclusivamente de variedades de uva tinta y presentados en botellas de 0,75 l., generalmente de crianza, de mayor equilibrio y mejores cualidades organolépticas.
En la década de los 70 y comienzo de la siguiente el porcentaje de viñedo español de uva blanca para vinificación era superior al 70% de la superficie vitícola total, mientras que el consumo de vino tinto era también superior al 70% del conjunto del consumo, aparente contradicción que se resolvía con el consumo interior de unos 10 millones de hl de tintos de mezcla.
Siempre estimé que el desequilibrio de las plantaciones estaba motivada por estos vinos de mezcla, porque su precio frenaba la cotización de los auténticos tintos, lo que provocaba falta de estimulo del viticultor para realizar plantaciones de tinta, por su menor rendimiento por ha. y baja remuneración.
Creí que era necesario y oportuno aprovechar la coyuntura de la prohibición comunitaria de la mezcla para restablecer el equilibrio de plantaciones., y así lo propuse al FORPPA, debiéndose promocionar el consumo de vinos blancos y acortar el plazo transitorio, ante el riesgo de que aumentara la entrada al mercado español de vinos tintos de otros países comunitarios; pero el FORPPA, que estaba más motivado por el perjuicio que suponía para los grandes embotelladores de estos vinos de mezcla, no tuvo en cuenta la propuesta.
Por otra parte expresé mi extrañeza ante esta restricción severa de la mezcla, compatible con la definición de vino, en comparación con la autorización de la sacarosa en vinificación, incompatible con la definición adoptada por la propia Comisión.
Sin embargo la Comisión se aferró a su postura y para resolver la controversia se autorizó un régimen especial, de carácter transitorio para que, a nivel nacional, se pudieran mezclar blancos y tintos exclusivamente para el mercado interior de España, que influyó sobre el aumento de controles de los vinos tintos exportados, porque los importadores exigían certificado de que los vinos tintos no contenían mezcla de blancos.
Chacolís. La Comisión se extrañó que en España se denominasen chacolís a estos vinos de 7% vol. natural, procedentes de uva poco madura, acostumbrados a que en la Comunidad se llama “vino” a productos con graduación alcohólica de 5% vol. adquirido por chaptalización; además admiten la palabra vino para otros “productos” como los apfelwein, los british-wine, etc.
Por esta razón, tambien les extrañó que en España se llamase sangría a un producto derivado del vino, elaborado con más del 50% de vino, que demostraba el rigor de la legislación española sobre el concepto vino.
Acidez total. La Reglamentación comunitaria establecía para los vinos de mesa una acidez mínima de 4,5 g/l. expresada en a. tártrico. Esto chocaba frontalmente con gran parte de los vinos españoles que se comercializan con una acidez mínima de 3,5 g/l., a causa de mayor insolación y más perfecta maduración de la uva.
Aducíamos que no parecía lógico que se forzara a las bodegas españolas a aumentar la acidificación o adelantar la vendimia antes del conveniente grado de madurez, porque una gran proporción de los vinos de la Mancha se comercializaban a granel o embotellados con 3,5 g/l. y en perfectas condiciones de estabilidad.
La Comisión también concedió a España un régimen transitorio de 3,5 g/l. de acidez total mínima para el mercado nacional, pero al cabo de los años la Comisión rectificó admitiendo con carácter general para los vinos de mesa de la UE el límite mínimo de 3,5 g/l., expresado en ácido tártrico.
Vinos de licor. Una de las cuestiones que surgieron en las negociaciones de adhesión de España, fue la referente al concepto de vino de licor.
Según la reglamentación comunitaria, Reglamento 816/70 y siguientes, se consideraba que los vinos de licor debían tener una graduación alcohólica adquirida mínima de 15% vol. y una graduación alcohólica total igual o superior a 17,5% vol., es decir que el término “vino de licor” implicaba en vinos de 15%vol adquirido que tuvieran un contenido de azúcares como mínimo de 2,5% vol.
La adhesión de España obligaba a modificar tal criterio, pues los vinos generosos finos de Jerez tienen 15% vol. de graduación alcohólica adquirida, pero son secos, es decir con graduación alcohólica total de 15% vol.
Esto requirió explicar la elaboración de los vinos finos, amontillados y olorosos de Jerez y de Montilla, etc. y la exigencia de reformar el criterio comunitario, haciendo excepción para los vinos generosos españoles.
British Sherry. En el Reino Unido, donde tradicionalmente se ha admirado el Jerez desde antes de Shakespeare y que apellidos británicos han participado activamente en la producción y el comercio del Jerez, sin embargo desde hace muchos años empezaron a falsificarlo primeramente con el nombre de Sherry, y después con el de “British Sherry”.
Además de las constantes reclamaciones planteadas por el Consejo Regulador de la DO Jerez-Xérès-Sherry ante el Reino Unido por el uso indebido de esta Denominación de Origen, se inició en 1960 una reclamación oficial ante la Corte de Justicia, llamada “pleito del Sherry” que concluyó con el fallo de que la palabra Sherry, sin vocablos deslocalizadores, era exclusiva en el Reino Unido del auténtico vino de Jerez.
En otros países como Rusia (especialmente en Crimea), Sudáfrica, Australia, Estados Unidos (California Sherry, etc.), Argentina, etc. tambien se falsifica el Sherry, usando vocablos deslocalizadores, con el consiguiente perjuicio económico para la exportación del auténtico Jerez.
El British Sherry era una mala falsificación del Jerez, especialmente de los tipos oloroso y cream, fabricado por simple mezcla y agitación de vinos y mostos comprados a granel de diversas procedencias, con adición de colorantes, aromas, azúcar y otros productos, presentados además falazmente con marcas equívocas para confundir al consumidor. Respecto del Fino las falsificaciones eran puras aberraciones.
El artículo 29 del Acta de Adhesión de España a la UE autorizó al Reino Unido e Irlanda al empleo de las menciones British Sherry, Irish Sherry, y Cyprus Sherry hasta el año 1995, a partir del cual se reconsideraría el asunto a propuesta de la Comisión y teniendo en cuenta los intereses de las diferentes partes …
En el transcurso de reuniones posteriores, la Comisión no se mostró nunca favorable a la defensa de la DO Jerez-Xérès-Sherry; el choque frontal sucedió cuando el British Sherry se fabricaba con graduación alcohólica adquirida de 14,5% vol. para justificar un mejor tratamiento arancelario.
Recuerdo una reunión convocada por el Sr. Reichardt, de la Comisión con Mr. Ibottson del Reino Unido, otros miembros de la Comisión y yo mismo en la que el delegado inglés propuso, para resolver el tema de la diferencia arancelaria por el grado alcohólico, que el Fino de Jerez debería elaborarse con 14,5% vol. y evitar así la competencia.
Ante esta propuesta, después de justificar técnicamente la razón por la que el Fino, en su proceso de elaboración, se encabeza a 15% vol. para que pueda formarse el velo de levaduras filmógenas, característico de la crianza de este vino generoso, siguiendo la tradición, y de aclarar que este proceso biológico es totalmente ajeno al british sherry, producto industrial de pura mezcla de diversos ingredientes, acusé a la Comisión de no reaccionar ante esta propuesta disparatada, que ya conocía, de que el país que falsifica proponga modificar la elaboración del auténtico Jerez, presentando una protesta formal y abandonando la reunión.
Es verdaderamente chocante que la Comisión, teóricamente defensora de las DO ó de los v.c.p.r.d., reconociera el British Sherry, lo cual representaba una verdadera ofensa para España, para la zona de producción del Jerez y para la Delegación española.
La solución de este tema se consiguió en el transcurso de los años 94 y 95 preparando el Consejo Regulador con la colaboración de la Abogada del Estado del Ministerio de Economía (Rosario Silva), un memorándum que demostraba la desigualdad de trato impositivo que el Reino Unido aplicaba al auténtico Jerez de importación y al british sherry, con el fin de presentarlo al Tribunal de Justicia de la U.E.
El memorándum, que fue mostrado previamente a la representación del Reino Unido, que ante la amenaza real de una denuncia por incumplimiento del Tratado, propuso llegó a un acuerdo inmediato del Reino Unido, España, Consejo y Comisión Europea para cortar de raiz esta situación irregular de uso de tales menciones.
Desde dicho momento quedó resuelto el problema; tal vez se siga fabricando este brebaje en el Reino Unido, pero no puede comercializarse como British Sherry, ni como Sherry.
Esta competencia desleal ha perjudicado de forma ostensible a la exportación de Jerez, especialmente en los tipos Olorosos y Cream que eran los de mayor consumo en el Reino Unido.
Quedan aún pendientes de resolver otros casos, ya citados, de uso indebido del término Sherry, con la esperanza incierta de que puedan ser resueltos por tratados bilaterales o internacionales en aplicación del Acuerdo ADPIC.
Otras actuaciones del INDO y actividades particulares.
Plan de Desarrollo. En el año 1967 el Ministerio me encargó el Informe del Sector Vitivinícola para el II Plan de Desarrollo Económico y Social, que dirigía López Rodó, donde hice importantes propuestas sobre la necesidad de realizar el Catastro Vitícola, mejorar la organización corporativa del sector, activar la concentración de explotaciones vitícolas y vinícolas, y especialmente de las cooperativas, de la mejora tecnológica de las bodegas, limitando el uso de anhídrido sulfuroso a los niveles estrictamente necesarios, abandonar el sistema de valoración de los vinos solo por el grado alcohólico adquirido, sino tener en cuenta además otros factores de calidad, como el contenido en polifenoles, equilibrio del vino, etc., medidas para el fomento del consumo interior, etc.; tambien se preconizaba la necesidad de actualizar la legislación mediante un nuevo Estatuto del Vino y reforzar los medios tecnológicos de las Estaciones de Viticultura y Enología para proyectar mejor la extensión de la mejora de las explotaciones vitícolas y de las bodegas, etc.
OMPI. En la primera parte de la década de los 80, el INDO tuvo frecuente contacto con la Oficina de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria, y asistí a varias reuniones de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual celebradas en Ginebra, acompañado al Director de la Oficina Julio Delicado y Susana Jessel, para tratar de incluir las DO en el célebre artículo 10 quater de la Convención de París, que data de 20 de marzo de 1983 , con sucesivas revisiones, dedicado a la protección de la propiedad industrial e intelectual, sin resultado positivo.
En realidad el Tratado de París nunca se ocupó de los temas de DO, aunque están incluidas en el apartado 2 del artículo 1º de dicha Convención. Con motivo de una reunión de la OMPI en Madrid, el INDO ofreció a los delegados una degustación y conferencia sobre las DO en España
Tratado de Lisboa.- Este Acuerdo sobre protección de las DO y su registro internacional data de 31 de octubre de 1958, pero con sucesivas revisiones en que funcionarios de la 0MPI invitaban insistentemente al INDO para que España suscribiera dicho Acuerdo, que pretendía abrir una vía multilateral para que los países firmantes tuviesen un procedimiento de protección de sus DO.
Aunque la definición de DO y el texto eran correctos, España no podía cumplir, en ese tiempo, los compromisos que implicaba la firma de dicho Acuerdo, pues todavía no se protegían en España las DO extranjeras.
De otro lado, España no hubiera obtenido ninguna contrapartida, porque los países que falsificaban nuestras DO como Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, países de Hispanoamérica, etc. especialmente la DO Jerez-Xérès-Sherry, nunca hubiesen llegado a firmar dicho Acuerdo.
FORPPA. En este epígrafe se incluye la referencia a las numerosas reuniones del FORPPA, a las que asistía en representación del INDO, para el seguimiento de las campañas vitivinícolas, especialmente en la época de Claudio Gandarias como Presidente y sus colaboradores Javier Angulo, Javier Jiménez Díez de la Lastra, y miembros de la Organización Sindical como su Presidente Enrique Barceló y otros miembros asiduos como José Bribián Sanz, etc.
Acuerdo ADPIC. El Acuerdo sobre los aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, firmado en Marrakech el 15-4-1994, derivó de las reuniones de la Ronda Uruguay, dirigidas a eliminar los obstáculos al comercio internacional, relacionados con la propiedad intelectual. En estas reuniones de Uruguay participó el Consejero de Comercio, Luis Carderera, con quien colaboré en diferentes ocasiones sobre temas de protección de DO e IG.
Ginebra. Por iniciativa del Sindicato Nacional de la Vid, Cervezas y Bebidas, el INDO y concretamente el Servicio Técnico organizó una exposición y degustación de vinos españoles de diferentes DO en Ginebra, dedicada a expertos y autoridades del sector de Suiza. Los vinos tintos ya eran conocidos, como los Rioja, Ribera del Duero, , Somontano, Jumilla y Priorato, … Entre los blancos figuraban lógicamente los vinos de La Mancha, Penedés, Valencia, Rueda, Albariño, etc.; especialmente estos dos últimos fueron muy apreciados porque eran desconocidos en Suiza.
Canadá. En la década de los 70 el Ministerio de Comercio me propuso un viaje a Canadá para la promoción de los vinos españoles mediante conferencias y catas a celebrar en Quebec, Montreal, Toronto y Ottawa; desde el INDO preparé una selección de vinos españoles para celebrar diferentes catas de unas 20 muestras de distintas DO.
Mi primer punto de contacto fue en Quebec, por no haberse recibido las muestras de vinos españoles, y entonces tuve que recurrir a distintos restaurantes españoles para tratar de seleccionar, previa cata, una nueva muestra de vinos presentables. Aquel recorrido fue muy interesante porque comprobé los defectos de muchos vinos de partidas, ya viejas y deterioradas que desprestigiaban el vino español, señal de que no existía un seguimiento adecuado de las partidas de vino que exportaban las bodegas m
Tambien me encontré vinos de aparente origen español, embotellados por el monopolio de Canadá, que posiblemente tenían mezcla de vinos de otras procedencias.
Finalmente llegaron las muestras previstas, y después de mi conferencia y cata en Quebec, pude presentarlas en las siguientes ciudades de mi recorrido.
Muchos años después la Embajada de Canadá en Madrid, me encargó la presentación de los icewine de este país y la conferencia correspondiente.
Argentina. En 1978 fui invitado por el Gobierno argentino, conjuntamente con los catadores Cretenand de Suiza, Mas de Francia, y Juan Font de España para recorrer las zonas vitícolas de Argentina, informar de las características de los distintos vinos catados y celebrar reuniones explicativas con el sector en cada zona. Argentina puso a nuestra didposiciót un pequeño avión Jet de 6-8 plazas para desplazarnos por toda la geografía vitícola del país, que despertó enorme interés en bodegas y viticultores. Como coincidió con el Campeonato Mundial de Futbol, fuimos invitados a ver alguno de los partidos.
Recuerdo que mis colegas Cretenand, Más y Font cogieron un enorme catarro durante dias, y que yo era el único catador disponible ante las reuniones y Prensa.
Otro tema importante fue el uso del término “Rioja” en vinos argentinos, cuyas exportaciones a Europa eran retenidas por la coincidencia con la DO española. Tuve contactos con el Embajador argentino en España, que exponía el derecho de los vinos de la provincia de Rioja de Argentina, de llevar dicho nombre, pero por otra parte estaba la realidad de la protección europea de la DO Rioja.
Tuve ocasión de visitar esta provincia Argentina, comprobando que la zona vitícola estaba limitada a la cuenca del rio Famatina, proponiendo que ”Valle de Famatina“ fuera el nombre geográfico de la zona y de sus vinos, idea que en principio aceptaron y que se ha consolidado, que resuelve la controversia.
Quedan por resolver algunos nombres incorrectos como la cooperativa “La Riojana”, y el nombre de la variedad de uva “Torrontés riojano”, pero tienen importancia menor, y la confusión puede salvarse con el empleo de Argentina, acompañando dichos nombres.
He asistido a numerosos congresos de Vinandino, y siempre he colaborado con el Insituto de Vitivinicultura de Mendoza y sus Presidentes sucesivos desde Esteban Vacca, Alfredo Martínez, etc.…
En mi época de Presidencia de la 0.I.V. el diario Los Andes, de Mendoza, tuvo la iniciativa de organizar un Simposium sobre Denominaciones de Origen, en un momento de gran interés para Argentina en el campo de los vinos, ya que se usaban en el mercado interior nombres de D.O. europeos en sus vinos, con las consiguientes protestas europeas y de otro lado su interés en proteger la denominaciones de “Carne de vaca argentína”y “Corderos de Patagonia
Como presidente del Simposio me encargé de su organización, del programa científico, selección de ponentes de diferentes países, mesas redondas con participación de periodistas, etc., moderando los debates del Simposio, y presentando mi propia conferencia de introducción al tema. El Simposio alcanzó considerable notoriedad en Mendoza, que es la capital del vino, y en otras regiones
Posteriormente, otro contacto importante fue con el Ministerio de Economía de Argentina, a través de su alto funcionario Héctor Ordoñez, en una reunión previa en Madrid con Santiago Menéndez de Luarca, a la que asistí, y en su invitación para viajar a Buenos Aires y dar una conferencia sobre el Sistema español de DO, ya que teníamos la experiencia de haber resuelto situaciones antiguas de uso indebido de DO extranjeras, que fueron resolviéndose mediante una política continuada de organización interna del sector vitivinícola y de regulación de nombres de nuestra tradición (Cava, Brandy de Jerez,…) para designar los productos españoles, con respeto de las DO extranjeras,
Alemania. En los años iniciales del INDO hicimos una expedición a Alemania, compuesta por Pedro de Bernardi (Requena), José Mª Quirós (Jerez) y yo mismo, acompañados por José Abeijón, Agregado Agrónomo en la Embajada Española en Bonn, que nos facilitó los contactos y las conversaciones.
El objeto era tratar del rechace de expediciones de vino de Tarragona a Alemania, alegando que no tenían el “carácter” de su DO. Un conocido químico alemán, cuyo nombre no recuerdo, aplicaba un complejo algoritmo a los vinos de importación, en el que intervenían diversos parámetros de análisis con el que trataba de definir el “carácter” de los vinos de cada zona, sin tener en cuenta el efecto climático de cada campaña sobre todas las características del vino.
Fuímos a discutir este tema con varias Estaciones Enológicas alemanas, y en particular nos reunimos con la Dra. Junge del Laboratorio de Berlín, y con los técnicos de la Estación de Wurzburg, por considerar que el sistema de exclusión que se aplicaba en Alemania era totalmente arbitrario y que además el vino iba acompañado del correspondiente certificado de origen del Consejo Regulador. El asunto se resolvió satisfactoriamente para futuras exportaciones a Alemania.
Aparte de este viaje tuvimos diversos contactos con Alemania en reuniones bilaterales, antes de nuestro ingreso en la CEE, y tambien degustaciones de vinos en su Embajada de Madrid, etc.
Avignon. En esta ciudad francesa, en el propio Palacio de los Papas, se celebró un importante Simposium sobre Denominaciones de Origen, en el que participé con una ponencia. En aquella ocasión me hicieron miembro de la Cofradía de los vinos de Côtes du Rhone en un acto muy solemne celebrado en este Palacio, donde me ofrecieron un excelente vino tinto, que aún recuerdo. El Simposium estuvo dirigido por el célebre René Uhlen, amigo mío, y aproveché el viaje para conocer la localidad de Chateauneuf du Pape, corazón de esta Denominación de Origen.
Estrasburgo. En los tiempos iniciales del INDO, bajo la dirección de Ruiz-Berdejo, organizamos una visita al Club de vinos de esta ciudad para la promoción del Jerez en el mercado francés, donde no era debidamente apreciado, en colaboración con el Cónsul español en Estrasburgo Sr. Mesía.
Allá nos fuimos Concha y yo con nuestro Simca 1000, llevando botellas de varias marcas, catavinos, material de promoción, y tres grandes envases herméticos con jamón ibérico, almendras y aceitunas, que allí no podríamos encontrar. Tambien dí una conferencia sobre la elaboración del Jerez, utilizando un video del Consejo Regulador.
Bruselas. En colaboración con la representación permanente de España, el INDO organizó una cata de diferentes vinos de DO dirigida al Club de Vinos, que estaba integrado por funcionarios de la Comisión y del Consejo; los vinos seleccionados fueron muy bien valorados por todos los asistentes a la cata, que estuvo precedida de una conferencia del Jefe de los Servicios Técnicos del INDO.
Los vinos seleccionados fueron muy bien valorados por todos los asistentes, que estuvo acompañada de una conferencia del Jefe de los Servicios Técnicos del INDO. Tanto éxito tuvo que pasados unos quise comprar unas botellas de esas marcas como recuerdo y me dirigí a las bodegas para encargarlas, pero me dijeron que estaban agotadas, porque inesperadamente habían pedido mucha cajas desde Bruselas¡¡
Edimburgo. A petición del Club de Vinos de Edimburgo organizamos una visita con una conferencia sobre los vinos españoles y una degustación. Me acompañó José Luis Núñez, excelente amigo y compañero, y especialmente hago esta reseña en su memoria.
Uruguay. Como Presidente o Vice. de la OIV tuve estrecha relación con el Instituto Nacional de Vitivinicultura de Uruguay (INAVI), y concretamente con su antiguo Presidente Gerardo Alegresa y funcionarios como Estela de Frutos, Francisco Zunino, etc., y con empresarios como Fernando Delcas, etc. Asistí a sesiones de trabajo del INAVI en su sede de Las Piedras, participé en el Congreso OIV de Punta del Este y colaboré en la redacción de un proyecto de Ley de Uruguay sobre Vinos de Calidad.
México. He tenido contacto con la Asociación Nacional de Vitivinicultores, A.C. de México, especialmente durante mi época de Presidente o Vicepresidente de la 0IV.
Con motivo de un Simposio OIV celebrado en la capita en los años 70l, fuimos invitados por Pedro Domecq, a visitar los viñedoa y sus grandes instalaciones de bodegas y factorías de destilación y elaboración del célebre brandy Presidente, y especialmente a la Festa de la Vendimia del Valle de, verdaderamente suntuosa, situado en el interior del gran Valle de Guadalupe, de la baja California. Allí conocí a Antonio Ariza, que después sería el Director de toda la explotación
Visité esta zona en otra ocasión, con motivo de una nueva plantación de viñedo bajo la dirección técnica de Emile Peynaud, que organizó una cata con coloquio. Yo, que entonces estaba en párvulos en materia de cata, observé que los vinos tenían un marcado sabor herbáceo, e hice una pregunta sobre la causa de este sabor…El Sr. Peynaud salió con evasivas…Aunque formulé la pregunta, para mí el problema estaba claro, pues la densidad de plantación era excesiva, de unas 5000 cepas/ha, propia de Burdeos o de la Borgoña, pero en aquella tierra mucho más joven, y menos explotada, la viña había adquirido un gran desarrollo vegetativo, que dificultaba la correcta insolación y una deficiente circulación del aire, con el fundamental CO2 …,, y una fotosíntesis desequilibrada.
Posteriormente en el año 2002 fui invitado por Mexpovino para dar conferencias sobre el concepto de “calidad” y el “conocimiento del vino”, además de dirigir una degustación, con visita a la Academia Mexicana del Vino, dirigida por Luis Fernando Otero.
Brasil. En julio de 1994 fui invitado por el Gobierno de Río Grande do Sul a participar en la 2ª jornada Brasileira de Vitivinicultura con conferencias sobre la 0IV, el concepto de Denominacion de Origen y su desarrollo en España y el Catastro Vitivinícola, y para celebrar reuniones con el CNPUV (Centro Nacional de Pesquisa sobre la Uva y el Vino) y con EMBRAPA (Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria), con visita a varias bodegas (Chandon, Forestier, etc.) y viñedos de la Sierra Gaucha, además de catar vinos de variedades francesas. Tuve especial contacto con el investigador Jorge Tonietto e Ivanira Falcade, profesora de Geografía de la Universidad de Caxias y colaboradora del CNPUV.
Embajada de Japón. El embajador de Japón en España, Sr. Yokota, manifestó mucho interés en conocer los vinos españoles y le organicé una excursión a La Mancha, con visita a diferentes bodegas antiguas de tinajas y modernas, además de ofrecerle una degustación celebrada en la EVE de Alcázar de San Juan, siendo Director Jesús Moreno. Posteriormente hicimos otra excursión a La Rioja, pernoctando en el Parador de Santo Domingo de la Calzada, coincidiendo con una importante nevada, y con visita a diferentes bodegas, acompañado por varios miembros de su Embajada.
El Embajador me brindó una gran amistad, con varias visitas a la Embajada con motivo en las fiesta nacional de Japón. También fuimos invitado a conocer Japón con motivo del vuelo inaugural Madrid- Tokio de la línea japonesa JAL, por la ruta del Polo Norte, con escala en el curioso y típico aeropuerto de Anchorage, de Alaska
Torres Vedras. Se trata de una DO de vinos de Portugal, incluída en el Acuerdo Bilateral Hispano-Portugués, cuyo nombre quisieron cambiar por el de “Torres” mediante un Decreto del Gobierno portugués; yo me opuse a esta modificación en el Comité de Expertos del Vino del Consejo, alegando que el nombre de Torres no era de carácter geográfico en Portugal, y que se pretendía con este cambio confundir al comercio y al consumidor con la famosa marca Torres de vinos españoles. Para realizar esta protesta hice un estudio con documentación cartográfica antigua de Portugal para demostrar que el término Torres no figuraba en ningún plano que justificase utilizarlo como nombre geográfico, en sustitución del auténtico nombre geográfico Torres Vedras. La cuestión fue resuelta, retirando la Delegación portuguesa su propuesta, a instancias de España y de la Comisión.
Concurso de París. Hacia el año 80 se celebró en París un Concurso Internacional de Vinos, no de la OIV, sino de la Federación Internacional, al que fuimos invitados Alfonso Gallego de Chaves y yo, y él me animó a asistir; en ese Concurso salió como ganador un vino tinto excelente de la casa Torres.
Binissalem. Fui a Mallorca para resolver la petición de DO a esta pequeña comarca viticola, para conocer sus variedades de uva, la Manto negro y la Callet, la bodega de José Ferrer, sus viñedos y vinos. Fui con Gallego de Chaves, que por cierto se llevó los palos de golf para aprovechar un magnífico campo que había en dicha finca.
Los vinos de la etiqueta roja de esa bodega me parecieron interesantes; eran de graduación alcohólica moderada y tambien de moderada acidez fija, propios para consumo como vinos jóvenes o de corta crianza; nuestro informe fue positivo para el reconocimiento definitivo de la DO.
Jumilla. Además de la referencia que hemos hecho al tratar del Acuerdo Preferencial España-CEE, nuestro contacto con Jumilla fue muy frecuente, asistiendo a varias reuniones del Consejo Regulador; posteriormente José Serrano continuó participando en estas sesiones
Recuerdo que en una ocasión, en la época de la Sección de Fomrnto y Control de las D.O. quise animar a Paco Martínez Reyes para que acompañara a Salvador Ruiz Berdejo en un viaje a Jumilla, que se había previsto para celebrar una reunión con el Consefo, con la intención de que hablaran y estrechar el contacto, pero mi propuesta le disgustó seriamente, por su timidez natural; y al final fui yo con él en un PMM 4L del INDO, pero con la conversación durante el viaje, me quedé sin gasolina, aunque otro coche nos dio la suficiente para continuar hasta el surtidor más próximo.
Tambien acompañé a Jumilla a Jaime Nosti cuando era Director General de Agricultura, en su coche oficial, para resolver alguna cuestión con el Consejo Regulador; su compañía era muy amena por sus grandes conocimientos de Botánica y de los diferentes cultivos.
Italia. Aparte de mis contactos personales con expertos italianos de la OIV (… Garoglio, Mario Fregoni, Usseglio Tomasset, etc.) destaco mis visitas a la Enoteca de Siena y sus excelentes instalaciones, patrocinada por un senador italiano, con un amplio cometido no solamente de análisis, sino de promoción de vinos en el mercado interior y en los mercados de exportación, cuestiones científicas sobre la viña y el vino, etc.
La Cámara de Comercio de Alessandria, del Piamonte italiano, constituyó un Centro de Estudio de las Denominaciones de Origen llamado CIDEAO, que dirigió René Uhlen, célebre miembro de la delegación francesa en la OIV, Ingeniero General del Genie Agricole. Colaboré en muchas de sus reuniones en Italia, pero con el tiempo se extinguió.
Colaboración con el Servicio de Defensa contra Fraudes. Desde los tiempos de la Sección 4ª he tenido especial relación con este Servicio y sus Directores sucesivos: Emilio Ordóñez, Álvaro de Ansorena, Tomás Martín Peñasco, Fernando Miranda de Larra, Artacho, Francisco Miranda, etc. y con sus técnicos, como José Luis Peralta.
Martín Peñasco me encargó un viaje de inspección a Ribadavia con motivo de la fabricación fraudulenta de licor de café que ocasionó varias víctimas entre los consumidores. Efectivamente tomé contacto con la Jefatura Agronómica de Orense, con el médico forense que había llevado estos casos, etc. comprobando que se había adicionado alcohol metílico en el licor, para obtener mayor beneficio, por ignorancia de sus efectos letales, si se consume 10 g., o posible ceguera con 5 g. y alteraciones del sistema nervioso, causando varios fallecimientos y casos de ceguera.
También hice una inspección al Consejo Regulador del Ribeiro por denuncia de irregularidades. Visité al denunciante en Rivadavia, que a mis preguntas no supo sustanciar la denuncia con precisión, comprobé la contabilidad en la oficina del Consejo y conversé con el Presidente Luis de la Vega Escandón, del que saqué la mejor impresión de formalidad. Con mi informe, la denuncia fue sobreseída.
Las consultas mutuas sobre temas de legislación, inspección de bodegas, expedientes sancionadores, etc. fueron muy frecuentes.
Asociación Nacional de Enólogos. Dedicamos un epígrafe a este tema porque el INDO se ocupó desde los primeros tiempos de esta Asociación.
Desde los años 60 recuerdo haber recibido en la antigua Sección 4ª a distintos miembros de la Asociación, y en particular a su Presidente Francisco Martínez Bermell, de Requena, que reiteradamente insistía ante el Ministerio para que fuera reconocida oficialmente esta Asociación, que en aquel tiempo era de composición totalmente heterogénea, pues no solamente había licenciados (de farmacia, de química, peritos agrícolas, etc.), sino tambien otros profesionales, que a sí mismos se llamaban enólogos porque trabajaban en una bodega cooperativa o porque eran representantes de productos enológicos, etc.; lógicamente el Ministerio no podía reconocer oficialmente tal Asociación. El tema evolucionó muy despacio, porque seguían aferrados a la idea de que todos los que formaban parte de la antigua Asociación debían ser automáticamente convalidados como enólogos.
Después de sucesivos intentos de aproximación, por fin en la década de los años 80, contactamos de forma positiva y directa con Espinosa de los Monteros, Presidente de la Asociación. A partir de entonces se enderezó el asunto teniendo en cuenta ya el programa de la 0IV de “formación” del Enólogo, en cuyas reuniones participé yo mismo, y especialmente Ana Casp Vanaclocha, Ingeniero Agrónomo que era profesora de Enología en la Universidad de Navarra.
La sidra. Desde la antigua Sección 4ª ya Jiménez Cuende se ocupó de este asunto por la pugna y competencia comercial existente entre ños dos sectores diferenciados
Por una parte los lagareros o productores de sidra natural y tradicional de Asturias, elaborada por fermentación de la manzana de variedades especiales de Asturias o de su mosto, sin adición de azúcar como edulcorante, ni como materia prima de fermentación, cuyo gas carbónico es exclusivamente endógeno, formado en este proceso fermentativo.
De otro lado los grandes fabricantes industriales de sidra, llamada antiguamente sidra champanizada - nombre que hubo que suprimir en aplicación del acuerdo hispano-francés de protección de DO -fabricada a partir de manzana de Asturias o de su mosto, y/o manzana de otras procedencias o su mosto concentrado– según las condiciones de mercado- con adición de azúcar común como edulcorante y gasificada con CO2 exógeno.
Preparé la primera 0.M. de Agricultura de 15 de julio de 1974 sobre este tema, que fue perfeccionada y derogada por la Orden Ministerial de 1 de agosto de 1979, que constituyó el primer Reglamento completo de estos productos, distinguiendo la “sidra natural” de la “sidra”, e incluyendo una nueva bebida derivada de la manzana, con el nombre de “manzanada”.
La Asociación de Lagareros de Asturias con su gerente José Mª Osoro me consultó particularmente por ser miembro del “Comité Científico de DOP e IGP de productos agroalimentarios” y les informé del riesgo -por falta de reglamentación y protección- de que la Sidra Asturiana pudiera llegar a convertirse en nombre genérico, como ocurrió con otros productos de renombre cuyos elaboradores no quisieron ajustarse a una disciplina de producción y elaboración reglamentación, sino actuar con mayor grado de libertad (Gouda, Edam, Camembert, etc.)
Celebré varias reuniones con esta Asociación en Villagarcía, y observé su falta de decisión sobre la conveniencia de separación de la Sidra natural de Asturias de la sidra, debido sin duda a la dependencia comercial que imponían los grandes elaboradores de la sidra, o sidra gasificada (Zarracina, El Gaitero, etc.)
Ante esta situación la Consejería de Agricultura del Principado de Asturias, convocó una reunión del Sector a la que asistí como asesor de dicha Asociación. En el transcurso de la reunión se expusieron diversas teorías; en mi opinión deberían separarse ambos sectores, porque la “sidra natural de Asturias” y la “sidra” eran bebidas muy diferentes por su elaboración, economía y mercado, que en la historia han convivido con dificultades.
Por estas razones era partidario de una DOP de “Sidra natural de Asturias” ó “Sidra de Asturias” y de una reglamentación separada y abierta de la “sidra”, sin referencia geográfica.
La Consejería de Agricultura optó por una solución más global, de la DOP de “Sidra de Asturias”, o “Sidra de Astures”, que incluye los dos tipos de elaboración, porque el Sector de las grandes industrias reclamaba el uso de Asturias o asturiana para sus productos, pero con la condición de elaborar ambos a partir de las variedades clásicas de manzana asturiana, e instalados en Asturias, solución que trata de armonizar ambos intereses, pacificar la pugna entre lagareros y grandes industrias, y mejorar la competencia por obligar a las grandes empresas a elaborar exclusivamente con manzana asturiana.
Real Academia de Gastronomía. Fui presentado por la Marquesa de Quintanar en el año 1981, siendo Presidente de la RAG José Mª Alfaro, anteriormente Embajador en Argentina, que me propuso como Académico a la Junta Directiva.
En mis primeros contactos con gastrónomos de prestigio, comprobé que solamente apreciaban los vinos franceses, pero que desconocían las zonas vitícolas españolas a excepción de los vinos de Rioja. Por este motivo organicé en el INDO una cata de vinos españoles, dirigida a la Junta de la Academia. En el año 1986 la RAG y la Cofradía de la Buena Mesa, presidida por Imelda Moreno me concedieron el Premio Doctor Marañón por mis trabajos en DO de vinos y de otros productos agrarios.
En el año 2003 pronuncié el discurso de ingreso sobre “Las Denominaciones de Origen y su trascendencia en la gastronomía”, siendo ya presidente Rafael Ansón.
Posteriormente fui elegido miembro del Comité de Vinos de la RAG, participando en todas sus reuniones de trabajo, ocupándome de temas como la Cultura del Vino, Vocabulario del vino, etc. y tratando de que la RAG informara a los restaurantes sobre el problema de la chaptalización, que constituye un engaño a la gastronomía y al consumidor.
Premio Salvador Rivero. En 1970 me presenté a este Premio sobre el tema de Los Vinos españoles ante el Mercado Común, que estaba dotado con 250.000 pts., que en aquel tiempo era una cantidad importante. La convocatoria y gestión de este premio la hizo la Federación de Bebidas Espirituosas, cuyo Secretario General era Nicolás Castejón, en contacto directo con el Ministerio de Comercio.
Hice el trabajo con la colaboración de José Boronat, José Luis Collado y Juani González y obtuve el primer Premio; por cierto que en la entrega del Premio, presidida por el Embajador Aznar, me representó Concha, porque yo estaba en Mendoza con motivo de un Congreso de Vinandino; el segundo premio fue para el trabajo de Ramón Tamames, entonces Catedrático de Economía.
Una de las bases del Concurso era que el primer premio sería publicado para darlo a conocer al sector vitivinícola, pero no llegó a publicarse, por fricciones con la Federación, que propuso hacer una publicación conjunta con el segundo premio, que no acepté porque el texto tenía a mi juicio errores de criterio y técnicos.
Laboratorio de enología. Tambien me presenté al concurso convocado por la OCDE para cubrir una plaza de Jefe de Laboratorio de Enología de la ETSIA, que ejercí durante varios años, dada mi afición por los temas de investigación, siendo José Mª Xandri el catedrático; dedicaba las tardes al Laboratorio y las mañabas al Mº en régimen de compatibilidad; mis colaboradores eran: Pascual Herrera, Perito Agrícola y Maestro de Laboratorio, y entre ambos montamos el nuevo laboratorio con modernos aparatos de análisis, sala de microscopía para los alumnos, etc., y como ayudante de laboratorio José Serrano.
En una ocasión el Director de la Escuela me encargó acompañar a los alumnos a una visita al Plan Badajoz. Fuímos en autobús desde la Escuela, visitamos algunos pantanos de la provincia y tuvimos alguna reunión con compañeros del Instituto Nacional de colonización. Al regreso, a última hora de la tarde, resultó que el autobús se quedó sin luces de carretera, y entonces decidí, como jefe de expedición, parar en el primer pueblo para evitar todo peligro.
No había hotel, y los alumnos se arreglaron en alguna pensión y otros dormimos en el mismo autobús. Al día siguiente con luz, reanudamos el viaje aunque hicimos una parada de seguridad para la reparación del coche, y llegamos a Madrid después de este accidentado viaje sin novedad.
Master Viticultura y Enología. Colaboré con Luis Hidalgo en la creación y organización del Curso de Especialización Superior en Viticultura y Enología, que tenía por objeto actualizar los conocimientos en ambas ramas y sobre legislación y economía, dada la gran evolución que significaba la nueva reglamentación de la CEE, porque considerábamos necesario y urgente formar ingenieros y licenciados con alto nivel en estas disciplinas, para hacerse cargo de las funciones que surgirían de forma inmediata en Estaciones de Viticultura y Enología, Consejos Reguladores, dirección de bodegas, marketing, empresas del sector, etc. Algunos alumnos de aquel curso como Estela de Frutos, Antonio Moscoso, Dámaso M. Gómez Camacho, etc., siguen en contacto con nosotros al cabo de los años.
Este Curso lo impartimos durante varios años en las instalaciones del INIA, colaborando Manuel Rodríguez Candela en el área de viticultura, que después se transformó en el Master de Viticultura y Enología de la Universidad Politécnica, que se impartió en la Escuela T.S. de Ingenieros Agrónomos, del que sería Director José Antonio Suárez Lepe, con la colaboración de varios profesores de la Escuela como Fernando Calderón, Eloy Mateo-Sagasta, etc. Yo me ocupé del área de legislación comunitaria y de las Denominaciones de Origen.
Sumilleres. El Curso de Sumilleres fue creado en los años 1990-91 por iniciativa de Gonzalo Sol, periodista y gastrónomo, que lo propuso a la Cámara de Comercio de Madrid, entonces presidida por Andrés Piera, que encargó su realización al IFE (Instituto de Formación Empresarial) de dicha Cámara, y la organización a la empresa CPC (Carmen Piera Comunicaciones) de la que era socio Gonzalo Sol.
Colaboré desde el principio en estos Cursos de Formación preparando el programa e impartiendo las clases del área de legislación vitivinícola y de Denominaciones de Origen desde 1992 a 2015, redactando los apuntes correspondientes de los 23 cursos que impartí.
Página web Yravedra.com. Redacción y actualización de esta página destinada a informar a antiguos alumnos de Sumilleres y del Master, Consejos Reguladores y profesionales del sector vitivinícola, etc.
Curso Marketing 0IV. Durante varios años colaboré como profesor en este Curso Internacional de Marketing de la 0IV, dirigido por M.Bourqui, explicando los principios de la legislación vitivinícola en España, y los criterios diferenciales aplicados en materia de DO, protección de calidad, chaptalización, etc., en contraste con otros países de la OIV.
Concurso Bacchus. A propuesta de la Unión Española de Catadores (UEC) en el año 2000 ocupé la Presidencia del Concurso Internacional de Vinos “Bacchus“ para recuperar su prestigio, revisando las normas del Concurso, su organización y control del funcionamiento, selección de catadores nacionales y extranjeros, celebrando reuniones periódicas con la Junta Directiva de la UEC, etc. Dirigí este Concurso durante tres años hasta el 2002.
Concursos internacionales 0IV. He asistido a los Concursos de Ensenada (México) y Budapest como Delegado de la 0IV, durante la época de mi Vicepresidencia. Además he formado parte del Tribunal de Cata de otros concursos internacionales, como el de Mundus Vini.
Las reglas de los concursos Internacionales OIV tienen el grave defecto de considerar como “vinos” los productos obtenidos por chaptalización, permitiendo en consecuencia que participen en los concursos los vinos chaptalizados, junto a los vinos que cumplen la definición de la propia OIV, con la consiguiente confusión de los catadores y la competencia desleal por falseamiento del grado alcohólico, etc. que provocan atribuciones de puntuación incorrectas, concesión de medallas OIV ,etc.
Comité Científico de DOP e IGP de productos Agrícolas y Alimentarios. He sido miembro de este Comité, dependiente de la Comisión Europea y dirigido sucesivamente por el Sr. Mansito y por el Dr. Heine, participando en sus reuniones de trabajo en Bruselas, durante los años 1993 a 99, para revisión de todos los expedientes de solicitud de DOP ó IGP de estos productos, en aplicación del Reglamento 2081/92, en cuya preparación colaboré muy activamente en el Grupo Ad Hoc de la Comisión, dada la experiencia adquirida en el INDO en este campo. Posteriormente dicho Reglamento fue derogado por el R. 510/2006 y en la actualidad el R. 1151/2012 es el vigente.
En particular, recuerdo las deliberaciones respecto del queso Feta, que había sido objeto de falsificación durante muchos años por un gran fabricante de Dinamarca, planteándose el dilema de si debía ser protegido o no con DO el auténtico queso Feta de Grecia, llegándose a un empate en la votación que yo deshice con mi voto a favor de respetar esta antigua DO.
Los vocales más representativos de este Comité fueron J.Audier, M.H.Bienaymé, A. von Muhlendahl, A.Reichardt, L. Verrini, M. vital, M. Boyazoglou, M. Gevers. En muchas ocasiones había profunda disparidad de criterios, especialmente en el solapamiento de derechos de las marcas respecto de las D:O , con participación de J.L.Iglesias asesor jurídico de la Comision
Salical. Fui Secretario Científico del I Foro Mundial del Vino de la Rioja en el año 1998, y Secretario del Comité Científico de Salical, también en la Rioja, desde el año 1997 hasta el 2000, programando sus actividades, y participando en los debates.
Artículos y conferencias. Han sido numerosos, citando solo la conferencia en la Rioja, del año 2001, a petición de la Organización Internacional de Protección del Patrimonio Histórico (COMOS) con el título “La vid, el vino y la ciencia”.
Salón Internacional del Vino. Fue creado en el año 2001, siendo su Presidente Massimo Galimberti, Pte. de VinoSeleccióhn y yo designado Pte, del Comité de Organización. Quiero destacar que durante esta época encontré la mayor colaboración de José Luis Gonzalez Cledera, director técnico de VinoSelección
En el Salón organicé un Concurso Internacional de Vinos durante los años 2001 a 2005 en cuyas bases se descartaban los vinos chaptalizados, modificando el criterio de la 0IV que en sus Concursos internacionales acepta bajo el nombre de vino, tanto los que son conformes con la definición adoptada por la OIV como los chaptalizados, con la consiguiente confusión y competencia desleal.
El Salón creó y organizó la Asociación Española para el Desarrollo Vinícola (ASDEVIN), del que fui nombrado Presidente y que realizó diversas actividades en dicho quinquenio, creando una cadena voluntaria de restaurantes para ofrecer al consumidor vinos de su Carta a precio no superior al doble del precio en origen; con esta cadena de restaurantes, distinguidos con el Diploma ASDEVIN, teníamos el proyecto de estimular el consumo de vino en la restauración; sin embargo tuvo que disolverse por la oposición de la propia asociación sindical de restaurantes HORECA.
ASDEVIN organizó tambien el Premio Decantador de Oro a las mejores Cartas de vinos de los restaurantes, cuyo Concurso funcionó durante 4 años. Tambien organizó una Mesa Redonda sobre la Cultura de la Viña y del Vino en el año 2004, y cursos sobre el conocimiento del vino.
Tambien se organizaron varias mesas redondas, una de ellas dedicada al tema ADPIC, cuyo moderador fue M.Geuze Matthijs, director de la Organización Mundial ce Comercio.
Recevin. En 1995 fue creada la Red Europea de Ciudades del Vino para preservar el patrimonio vitícola e histórico, ante las amenazas de disgregación por el éxodo rural, desertización del territorio vitícola, arranques de viñedo, etc., protegiendo las DO tradicionales, el aspecto turístico, , etc., En España fue constituída ACEVIN como filial de la anterior, presidida por Joan Aguado que era Alcalde de Villafranca del Penedés, y participé en su Comité Científico durante dos ó tres años. Por parte de Italia participó Mario Fregoni.
Chaptal (1776-1832) fue un famoso químico francés y hombre de Estado de la época de Napoleón Bonaparte, que a finales del siglo XVIII hizo experiencias en Burdeos de añadir sacarosa (entonces azúcar de caña) en años de mala cosecha, a mostos de uva de madurez insuficiente, para aumentar por fermentación conjunta su débil grado alcohólico natural y obtener un vino de grado alcohólico adquirido suficiente según la demanda del mercado, para que pasase por un vino de cosecha normal; en aquel tiempo se consideraba que una buena cosecha de Burdeos debía tener una graduación mínima de 10,6% vol. y la adición de azúcar, tenía por objeto alcanzar o superar este límite.
Hoy día los vinos tintos de Burdeos, de Borgoña, etc. se comercializan con grado alcohólico de 13 a 14%vol., adquirido generalmente por chaptalización
Chaptal publicó estas experiencias en el año 1801 en su libro ”El arte de hacer el vino”, que en principio tuvieron escasa difusión dado el alto precio del azúcar, importado necesariamente de países del Caribe, y en consecuencia limitado a marcas de alto precio. Pero a comienzos del siglo XIX, empezó la fabricación de sacarosa a partir de remolacha azucarera, cuya industrialización abarató muchísimo el producto, lo que provocó la rápida difusión de la chaptalización por varios países vitícolas de Europa Central (Francia, Alemania, Austria, etc.).
Desda entonces, el término chaptalización se aplica a la operación de agregar sacarosa (azúcar de remolacha ) a la uva, al mosto, o al vino nuevo, para que por fermentación conjunta aumente su grado alcohólico natural, es decir el grado alc. del producto inicial.
En la época de Chaptal los mostos concentrados se obtenían por calentamiento directo al fuego del mosto en grandes envase metálicos, hasta conseguir por evaporación del agua el grado de concentración deseado; lógicamente, el m.c. era de mala calidad con glucosa y fructosa caramelizados, con alto porcentaje de ácidos tartárico y málico, de sus sales y de otros componentes no volátiles del mosto.
Los m.c. de antaño no servían para añadir a los mostos o vinos y aumentar su grado, que precisamente por proceder de uva poco madura, tenían el defecto de excesivo contenido en ac. tartárico y málico, porque agravarían el problema de acidez, además de incorporar sustancias indeseables desde el punto de vista organoléptico.
En aquel tiempo no existía reglamentación ni definición internacional sobre el vino, y por consiguiente las experiencias de Chaptal solamente chocaban contra el concepto tradicional de vino, obtenido de la fermentación de la uva o del mosto de uva. Por esta razón Chaptal recurrió al empleo de sacarosa.
La legislación española del vino siempre ha prohibido la chaptalización, desde el Real Decreto de 11 de marzo de 1892, que ya definía el vino como: “El liquido resultante de la fermentación de la uva fresca, sin adición de sustancias extrañas a la composición de la uva“, prohibición que han mantenido los Estatutos del Vino de 1932 y de 1970.
La legislación actual del sector del vino en la UE, está constituida por el R(UE) 1308/2013, que permite el aumento del grado alc. natural del vino, en años de condiciones climáticas desfavorables; en 1,5, 2 o 3% vol., respectivamente en las tres zonas vitícolas C, B, y A; en condiciones muy desfavorables, estos límites se pueden incrementar en 0,5%vol. con autorización expresa de la Comisión; esta climatología desfavorable se viene repitiendo de forma ininterrumpida desde el R(CEE) 816/1970, es decir desde hace medio siglo¡¡, con la consiguiente autorización de aumento de % vol. en cada campaña.
Este asunto lo estudio en mi libro “El fraude de la chaptalización en vinos de la Unión Europea” editado en español e inglés por AMV Ediciones en 2014, que tuvo escaso impacto en el sector vitivinícola español, cuando pensaba que recibiría el apoyo del Mº de Agricultura, de las grandes Centrales Sindicales Vitícolas como ASAJA y COAG, de las Bodegas Cooperativas, de la Federación Española del Vino, de los Consejos Reguladores de DOP de vinos, etc., lo cual demostraba, de forma inequívoca que la chaptalización ya estaba en España y que mi campaña por la autenticidad o pureza del vino era en solitario, sin la menor colaboración, aunque su finalidad era recuperar la verdadera entidad y naturaleza del vino.
Esta falta de reacción a los más de 200 e-mail que envié a las bodegas más importantes, tanto Cooperativas como particulares, que yo conocía, me confirmó esta realidad.
Cuando visité al Subsecretario de Agricultura Sr. Haddad para mostrarle el libro y solicitar ayuda del Departamento para presentarlo ante el público y la Prensa del Sector en el Lucernario del Mº, recibí su negativa por respuesta, y en cuanto a la ayuda que solicité, para que a través de los Consejeros Agrícolas, pudiera hacerse su distribución a nivel internacional, según el listado de organismos que preparé, la única ayuda que recibí fue la compra a la editorial AMV de cinco ejemplares de español y de inglés para la Biblioteca del Ministerio¡¡.
En el año 1988, dos años después de la Adhesión de España, calculé que se utilizaban unas 400.000 Tm de azúcar de remolacha para chaptalización en la CEE de 12 países por campaña, que expuse en una reunión del Comité de Expertos del Consejo; recuerdo que el Sr. Reihardt en nombre de la Comisión aseguró que según sus datos la cantidad era de 200.000 Tm.; yo respondí que esa cifra era la oficial, obtenida de los libros de bodega, que lógicamente solo anotaban cifras conformes con la legislación, pero que la chaptalización real era del doble como mínimo.
“Hoy día, en la UE de 27 países miembros, según mis cálculos, la cifra de azúcar de remolacha se eleva a más de 600.000 Tm, que se trasforman por fermentación en un volumen de alcohol etílico, pero de remolacha, que equivale al volumen de alcohol contenido en 33,6 millones de hl. de vino de 12% vol., cifra que coincide aproximadamente con el volumen de excedentes de una campaña vitícola normal de la UE.
Por consiguiente la solución que proponía y propongo es el empleo de m.c.r., que al ser mucho más caro, se reduciría su empleo, y se incentivaría el correcto cultivo de la vid, de acuerdo con el potencial de fotosíntesis de cada zona vitícola.
Además el uso de azúcar de remolacha en vinificación es un negocio fabuloso para las numerosas bodegas que lo practican; su atractivo económico es tan importante que ha cambiado el criterio antiguo del viticultor, antes muy preocupado por la buena maduración de la uva, para que el vino alcanzara un grado suficiente para su buena venta, problema que hoy día se resuelve con la cómoda adición de azúcar, independiente de la climatología, y sumamente barata.
El negocio se basa primero en una gran producción de uva por ha., inmadura, por forzamiento de la cosecha, por ejemplo con rendimientos en uva superiores a 200 Qm/ha, pero obteniéndose un mosto de 7 u 8% vol., en caso favorable. Además en zonas DOP, el beneficio es mucho mayor, porque la uva de alta calidad y buena madurez es muy cara, sustituyéndose la madurez por la adición de azúcar común.
Ahora la mayor preocupación del viticultor es el volumen de cosecha, sin atender a la madurez de la uva, porque si es insuficiente cuenta con la chaptalización para aumentar el grado del vino, según la autorización de la UE y la tolerancia de la Comisión Europea, si se rebasan los límites autorizados.
El precio del azúcar de remolacha por % vol. es inferior a la tercera parte del precio del m.c. ó m.c.r. y tambien muy inferior al coste de la ósmosis inversa del mosto.
Voy a referirme con mayor detalle a la legislación comunitaria:
La parte II del Anexo VII del Reglamento 1308/2013 define 17 categorías de productos vitícolas, correspondiendo al vino la categoría 1), cuyo primer párrafo establece la siguiente definición: “Se entenderá por vino el producto obtenido exclusivamente por fermentación alcohólica total o parcial de uva fresca, estrujada o no, o del mosto de uva”; pero después de esta definición tan clara y rotunda en un siguiente párrafo se dice: ”el vino debe tener:“ … a), b), c)…Parece que lo que debería tener el vino no puede ser contradictorio con su propia definición.
Pero no; el apartado a) dice: “Tanto si se han efectuado las operaciones señaladas en la sección B de la parte I del Anejo VIII como si no, debe tener un grado alcohólico adquirido no inferior a 8,5%, cuando proceda exclusivamente de uva cosechada en las zonas vitícolas A y B, y no inferior a 9% vol. en las restantes zonas.
Si consultamos la sección B de la Parte I del Anexo VIII de este Reglamento, que establece las prácticas enológicas u operaciones autorizadas para aumentar el grado alcohólico natural de la uva fresca, del mosto o del vino, que son: la adición de sacarosa, la adición de mosto de uva concentrado (m.c.), o de mosto de uva concentrado rectificado (m.c.r.), así como la ósmosis inversa.
Es una redacción enrevesada, para autorizar de forma encubierta o soterrada la adición de sacarosa, sustancia que es ajena a la composición de la uva, siendo su fermentación en el vino, contradictoria con la definición del propio vino, y que se cita entre la otras prácticas que sí son perfectamente compatibles con la definición de vino.
La autorización de adición de sacarosa y su fermentación con el mosto es una operación o práctica claramente opuesta a la definición y por consiguiente esta autorización no es válida.
La definición de vino determina un espacio jurídico de límites concretos; no es un espacio elástico para introducir la sacarosa por intereses mercantiles o razones climatológicas, cuando en realidad se puede evitar aplicando prácticas de cultivo apropiadas para no forzar la producción.
La definición de vino es única y todas las operaciones o prácticas de elaboración tienen que ser necesariamente compatibles con ella; si no es así, el producto obtenido no pertenece a la categoría 1, no es vino ni puede comercializarse ni etiquetarse como vino.
La chaptalización tal vez pueda aplicarse en una nueva categoría 18) de productos vitícolas que pueda crearse (¿vinos chaptalizados?), cuya definición sea compatible con el empleo de sacarosa.
Por otra parte, aunque se intentara demostrar que la adición de azúcar está bien autorizada, el artículo 80.1. del mismo Reglamento precisa que las prácticas enológicas autorizadas solo podrán utilizarse para garantizar una buena vinificación, una buena conservación, o crianza adecuada del vino, objetivos que no cumplen la práctica de adición de sacarosa; resultando que aunque estuviera bien autorizada no debe utilizarse la sacarosa en vinificación según este artículo.
La definición de vino fue aprobada en una Asamblea General de la OIV muy azarosa presidida por Mme. Kourakou, siendo Jaime de Urzaiz el Director del INDO y Jefe de la Delegación española. Después de una larga discusión se propuso el texto “vino es el producto obtenido por fermentación…”. Como no me pareció suficientemente clara y explícita la incompatibilidad con la adición de otros productos fermentescibles, como el azúcar de remolacha, etc., propuse al Delegado español incluir el término “exclusivamente”, que Jaime de Urzaiz apoyó con toda firmeza y eficacia, como cuestión de fondo, “sine qua non” para que pudiera merecer la aprobación de nuestra delegación, cuya inclusión fue finalmente fue aprobada por unanimidad por la Asamblea.
Desde siempre la OIV se ha mostrado tolerante con la chaptalización, que fue autorizada en otra Asamblea General, aunque no por unanimidad. La Comisión Europea ha aceptado el criterio de la OIV, autorizando la chaptalización.
Debo aclarar que las Resoluciones aprobadas por la OIV en la Asamblea General no eran vinculantes para los Estados miembros; por esta razón un país, como España, que tuviese prohibida la chaptalización en su legislación, podría oponerse a la entrada de tales productos chaptalizados en su frontera, lo que no sucede actualmente por las normas del Mercado Único de la UE.
Durante la pasada legislatura, en el 2018 formulé una serie de cinco preguntas escritas a la Comisión Europea, presentadas en el Parlamento por el eurodiputado español J.I. Salafranca (E-004165-18, E-005202, 005206, 005207 y 005208 cuyos títulos respectivos fueron: “Vinos chaptalizados”, “Derechos del consumidor”, “Empleo de sacarosa para aumentar el grado”, “Chaptalización”, “Competencia desleal de los vinos chaptalizados”), todas ellas bien argumentadas, destacando la incompatibilidad de la chaptalización con la definición de vino.
Las respuestas de la Comisión fueron evasivas, sin entrar en el fondo de los temas que planteaban las preguntas; además proponía que a corto plazo se crease una nueva categoría de productos vitícolas, la 18, de “vino chaptalizado”, en la que estuviera autorizada dicha práctica, con el etiquetado correcto para información clara del consumidor, de la misma forma que existen otras categorías de productos vitícolas como “vino de licor” de la categoría 3, los vinos espumosos categoría 4, en cuyas elaboraciones respectivas se exigen o permiten prácticas no compatibles con la categoría 1.
Por otra parte se ponía de relieve la competencia desleal en el mercado de los vinos chaptalizados, dada la diferencia de precio en % vol. del azúcar de remolacha respecto del m.c. ó m.c.r.
En el año 2019 de la misma legislatura, formulé otras nueve preguntas a la Comisión, por la misma vía, publicadas y registradas en el Parlamento con numeración correlativa (desde la E-001608-19 a la E-001616-19), cuyos títulos respectivos fueron:
“El aguado y la chaptalización“, “El equilibrio del vino y la chaptalización”, “El etiquetado de los vinos DOP”, “Denominación de Origen Protegida de vinos y la sacarosa“, “La entidad del vino I”, “La entidad del vino II”, “La indignidad de la sacarosa en vinificación”, ”La paradoja de la chaptalización” y ”Vendimias de remolacha”.
A falta de respuesta por parte de la Comisión, ya sea por el cambio de legislatura y de comisarios, o porque no han encontrado respuesta coherente, el hecho es que estoy tratando de reformularlas en esta nueva legislatura a través de un nuevo eurodiputado.
El embotellado en origen de los vinos amparados por DO
Ha sido tradicional en España esta práctica en los vinos de Denominaciones de Origen, que se consolidó por el Estatuto del Vino de 1970, cuyo artículo 82 obligaba a las bodegas inscritas en los registros de la DO a estar situadas en la zona de producción, condición que exigía de forma indirecta el embotellado en origen, ya que únicamente las bodegas inscritas tenían derecho al uso de las DO en la etiqueta de los vinos embotellados, siempre que cumpliesen el conjunto de requisitos complementarios de cada Reglamento.
Además el artículo 87 del Estatuto, atribuía a los Consejos Reguladores el control del origen, y de la producción, elaboración y crianza de los vinos DO, así como la facultad de expedir los certificados de origen y contraetiquetas de las botellas.
En España hemos considerado siempre que no solamente la fermentación, sino todo el proceso de elaboración hasta el embotellado debía realizarse en la propia bodega de la zona de producción, con el fin de garantizar al consumidor el origen, tipicidad y autenticidad del vino.
Además, desde un punto de vista económico, el embotellado en origen significaba un valor añadido para la zona de producción, exportando la DO, la marca, la presentación de la botella, etc. y creando un vínculo directo de la razón social y de la marca con el consumidor, que no existe en el caso del embotellado en destino.
En aquellas DO cuyo Reglamento autoriza la exportación a granel, el vino pierde evidentemente el derecho a la DO desde el momento en que se desprecinta el envase. No se pueden exportar las etiquetas o contraetiquetas del Consejo Regulador para su uso en destino el vino pueda sufrir trasvases, mezclas o prácticas enológicas no compatibles con su autenticidad.
El Consejo Regulador de Rioja, acordó que las bodegas inscritas de la DO no exportaran vino a granel, habida cuenta de varios problemas en distintos países sobre la calidad del vino exportado y embotellado en destino.
Precisamente el cumplimiento del requisito de embotellado en origen fue necesario para reconocimiento de Rioja como DO Calificada en el año 1991, siendo Santiago Coello el Presidente del Consejo.
En Francia el tema era diferente, pues los “négociant” están autorizados a comprar vino AO de Burdeos, Borgoña, etc. a granel después de la fermentación, terminando su elaboración y maduración o crianza en sus propias bodegas, fuera de la respectiva zona de producción, y a embotellarlo y etiquetarlo como DO y con derecho al uso de la añada del vino. Esta situación es contradictoria con la posición española en esta materia.
Litigio Delhaize/Promalvin - AGE, Bodegas Unidas. La firma belga Delhaize que había venido importando anteriormente vinos de Rioja a granel de AGE, Bodegas Unidas, consideró que tenía derecho a seguir importándolo y el Reino de Bélgica, con el apoyo de Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido y Finlandia, interpuso un recurso contra el Reino de España el 13 de diciembre de 1995, por incumplimiento del artículo 34 del Tratado CE que prohíbe toda restricción cuantitativa a la exportación y toda medida de efectos equivalentes.
Efectivamente el Real-Decreto 157/88 en su artículo 19 b.1. establecía la obligación del embotellado de los vinos de la DOCa. Rioja en bodegas inscritas de la zona de producción, tanto para la expedición al mercado nacional como al mercado de exportación, prohibiendo en consecuencia su exportación a granel.
En realidad España no imponía una restricción específica a la exportación de vino, sino a toda expedición a granel de vinos DOCa. tanto al mercado nacional como al exterior, sin discriminación alguna.
Si un vino de Rioja con su correspondiente certificado de origen circula en territorio nacional o en el interior de la UE en envases precintados, pierde la garantía de DO en el momento en que se desprecinte, ya sea en el mercado nacional o en el exterior.
A este tema del embotellado en origen se dedicaron varias sesiones de trabajo de la Comisión Europea, de los delegados de países miembros y de este delegado español.
La primera Sentencia del Tribunal de Justicia de la CEE decía textualmente: “Una reglamentación nacional de los vinos de una DO que limite la cantidad de vinos susceptible de ser exportada a granel y que por otra parte permita la venta de vino a granel en el interior de la región de producción, constituye una medida de efecto equivalente a una restricción cuantitativa a la exportación, prohibida por el artículo 34 del Tratado”.
El delegado español alegó que esta Sentencia tenía un alcance muy peligroso y contrario a la esencia del concepto de las DO, poniendo varios ejemplos para justificar esta opinión; si un español importara botellas de Champagne en punta, y realizase en Madrid el degüelle y relleno de las botellas con el propio vino de otras botellas, sin manipulación alguna del producto, práctica normal en la zona de producción francesa, según dicha Sentencia podría denominarse Champagne a este producto terminado en España.
Lo mismo sucedería si se importasen lingotes de oro con el sello de la Régie belga, se debería autorizar que en la fabricación de pendientes o de otros objetos de adorno se usase dicho sello; estos ejemplos provocaron una fuerte reacción por parte de la Comisión y de los delegados de Francia y Bélgica.
El delegado español consideró que la eliminación de fronteras dentro de la UE se refiere a aspectos aduaneros, o de tránsito de personas y capitales, pero no significa la ruptura de las fronteras de ámbito jurídico que delimitan las zonas de producción de las DO, que son inherentes al concepto de DO.
La prohibición de exportación a granel de los vinos con DO Calificada es para preservar su calidad y la garantía de autenticidad del vino. Lo que prohíbe la reglamentación española no es la exportación de vino a granel, sino la exportación a granel de vinos de Rioja, es decir la exportación a granel de la DO. La expedición a granel del vino de una DO fuera de la región de producción, ya sea en el mercado nacional o en el mercado exterior, lleva implícita la pérdida del derecho a ser comercializado como DO, porque falta las garantías que tiene atribuída el Consejo Regulador para la certificación de los vinos DO.
Además, según dicha Sentencia, si en la vendímia la uva puede circular a granel desde el viñedo a las bodegas de la zona de producción DO, tambien podría circular desde el viñedo de la Rioja hasta las bodegas de Bélgica o de Países Bajos, para su fermentación y elaboración, rompiendo el concepto tradicional de Denominación de Origen.
El delegado de Francia se mostró al margen de dichas discusiones, dada la situación de los “négociant”, ya comentada.
A la vista de las posibles consecuencias de dicha primera Sentencia, el Colegio de Comisarios consideró su gravedad y trascendencia, y no llegó a imponer ninguna modificación de la legislación española como pedían los países litigantes.
La nueva Sentencia del Tribunal de Justicia de la CEE de 16 de mayo de 2000 autorizaba a los Estados miembros a imponer la obligatoriedad del embotellado en origen para los v.c.p.r.d., con el consiguiente triunfo de la tesis española.
Ley 24/2003
La Ley 24/2003 trata solamente de las materias atribuidas a la competencia de los países miembros, como la regulación de los v.c.p.r.d. y el régimen sancionador. Esta Ley repetía conceptos de la legislación comunitaria, que al modificarse por el Reglamento 479/2008 y sucesivos hasta el actual R. 1308/2013, la han dejado en parte obsoleta.
Comentamos que el artículo 3º subrayaba que las definiciones de los productos son excluyentes, es decir que no se pueden utilizar sus nombres más que en los productos que efectivamente se ajustan a la definición; es una aclaración que evita la erosión de los nombres reglamentados de vinos; esta precisión excluye la sacarosa de la vinificación, dada la definición comunitaria de vino. Los pagos vitícolas estaban ya previstos en la Ley 25/1970, que no ponía límites a la extensión de la zona de producción de las D.O.
Un importante acierto del Artículo 5º de la Ley es el precepto de utilizar portainjerto americano en las nuevas plantaciones o replantaciones, para evitar la extensión de la filoxera
En mi opinión, un gravísimo desacierto de esta Ley 24/2003 ha sido abrir la puerta a la chaptalización, porque después de reconocer en el Articulo10.2 la adición de mosto concentrado y de l m.c.r. como el método preferente para el posible aumento del grado alcohólico natural de la uva, del mosto, o del vino nuevo, en campañas de condiciones meteorológicas desfavorables, después dice textualmente: “ sin perjuicio de los métodos establecidos en la normativa comunitaria, aclaración superflua y contradictoria. Después del 2003, las autorizaciones concedidas por el Mº a las CC.AA, han contribuido a la consiguiente expansión en bodegas españolas del empleo de azúcar de remolacha en vinificación.
La Diáspora
El conjunto del personal que hemos citado anteriormente, no estuvo permanentemente en el INDO, sino que eligieron otros destinos más favorables o convenientes para sus intereses en diferentes épocas y circunstancias; entre ellos:
Alfonso Gallego de Chaves pasó en primer lugar a la DG de Industrias del Mº y después fue designado Consejero Agrónomo de la Embajada de España en Lisboa; Ignacio Alonso fue designado Subdirector General de Industrias del Ministerio; Pascual Herrera como Director de la Estación de Viticultura y Enología de Castilla y León en Rueda; Juan Carlos Palacios como Jefe del Servicio de Publicaciones del Ministerio, al que tambien se incorporó Francisco Izquierdo Primo; Almudena Rodriguez se trasladó a Bruselas como funcionaria de la Comisión Europea; Eduardo Colina fue a una Agencia del Ministerio de Asuntos Exteriores; Ricardo Lalanda, Ricardo Díaz y Lorenzo Romero se trasladaron a la Agencia del Olivar del Ministerio; Abilio de Gregorio y Manuel Ventura fueron a Bruselas, para valorar los proyectos presentados al FEOGA para la obtención de ayudas comunitarias; Rafael Ruiz Isla fue a la bodega de Marqués de Riscal de la Rioja para dirigir sus cursos de cata.
Sin embargo, yo creo que el Catastro, por el trabajo efectivo en equipo y el contacto directo con el mundo rural, que constituye la esencia de España, les ha marcado, como un tatuaje indeleble, para mantener un estrecho vínculo de amistad, que se extiende a todo el equipo del INDO, y se manifiesta en nuestras comidas periódicas de hermandad.
Relaciones de carácter social y anécdotas
En este epígrafe trato de reunir cuestiones diversas, pero seleccionadas, que no encajan en anteriores epígrafes, a modo de miscelánea o cajón de sastre.
.- En mi época de Jerez de la frontera tuve contacto con Andrés María Rebuelta, muy amigo de Jaime Portillo, casado con mi prima Concha Yravedra Gómez-Pellico; cuya amistad provenía de que ambos eran propietarios de fincas colindantes en la provincia de Ciudad Real, y por encargo de mi primo Jaime fui a visitarle a su casa de campo, cerca de Jerez.
Andrés Mª era el Director de toda la explotación de arrozales de las marismas del Bajo Guadalquivir, que me propuso encargarme del parque de tractores de toda esta zona; ganando mucho más que mi modesto sueldo de becario, pero yo ya tenía el veneno de mi afición por los temas del vino y de las Denominaciones de Origen, y como solución le recomendé a un compañero, Eugenio Bertolín, de promoción anterior a la mía, que agradeció mucho mi gestión y desempeñó el cargo durante muchos años hasta su jubilación.
Andrés Mª estaba casado con Trina González, de la familia González Gordon; precisamente uno de sus hijos, Ricardo, que entonces era un chaval, muchos años después fue Secretario del Consejo Regulador de la D.E. Brandy de Jerez, con quien tuve mucho contacto hasta mi propia jubilación.
.- Ya me he referido a Eladio Asensio por sus cualidades personales de excelente memoria y gran conversador; pero insisto porque estoy recordando un episodio de hace medio siglo en un viaje a Mendoza para asistir a una Asamblea General de la OIV, siendo Eladio aún presidente de la OIV; en el vuelo con escala en Rio de Janeiro, coincidimos con un compañero de mi promoción, Juan Ignacio de la Vega, que estaba trabajando en la FAO, e iba de Roma a Sao Paulo; no le veía desde hacía diez años, desde la Escuela, y tenía mucho interés en hablar con él; pero Eladio cogió la hebra de forma infatigable, contándole su vida, e intenté interrumpirle, sin éxito, y llegamos a Rio sin poder meter baza … y ya solo me restaba despedirme del compañero.
.- En 1977 se celebró en Nyon ( Suiza) la 57 Asamblea General de la OIV y el XV Congreso; visitamos la estación de Viticultura y Enología de esta ciudad, que es la principal de Suiza, y asistimos a la extraordinaria Fiesta de la Vendimia de Vevey, a orillas del lago Leman, que se celebra cada veinte años con esta solemnidad e importancia, en cuya representación participan como actores una gran parte de la población. Visitamos la tienda y taller de los chocolates y bombones Lederach, y apreciamos la enorme sede de la firma Nestlé de esta ciudad.
.- Ya jubilado, actué con mi sobrino Alfonso Portillo Yravedra en la bodega de La Ventosilla de la D.O. Ribera del Duero; él se ocupaba del marketing y yo de la calidad del vino, realizando periódicamente catas con Fernando Velasco, que era el director técnico de la explotación agrícola y ganadera, para controlar la evolución de cada vino, y hacer la selección previa al embotellado de cada marca; esta actividad la continuamos durante varias vendimias.
Visitamos juntos otras bodegas, especialmente cooperativas, de La Mancha, Cariñena, etc. para examinar sus instalaciones y sistemas de control de la calidad y marketing, con catas para apreciar los defectos de los vinos y determinar sus causas, y hacer proyectos de mejora de sus vinos y de su promoción, pero estos intentos resultaron inútiles.
.- Creo que conocí a Carlos Falcó cuando se estaba fraguando la revisión del anterior Estatuto, cuando volvía de un viaje a Israel para conocer los nuevos sistemas de riego de viñedos y agrios, porque estaba interesado en poner en regadío su finca de Malpica de Tajo; estuvo en mi despacho para comentarme todo lo que había visto en Israel y la conveniencia de aplicarlo en España. Hablamos largo y tendido sobre las razones de la posición del antiguo Estatuto del año 32 y de la política del Ministerio en esta materia.
En los años de 1932-70 el viñedo español era de secano, considerándose que las cepas en secano eran capaces, gracias a la extensión y profundidad de su sistema radicular, de explorar y encontrar humedad en horizontes profundos del suelo.
Por otra parte eran muy escasos los terrenos de regadío, salvo excepciones, como el Plan Badajoz, etc., cuyos terrenos deberían reservarse para cultivos más exigentes en humedad, como el algodón, la remolacha, el maíz, los cultivos de huerta, etc., por razones de estrategia agrícola.
Pero la irregularidad del régimen pluviométrico, con largos periodos de sequía, aconsejó abrir la mano a riegos de apoyo de invierno, en el nuevo Estatuto, para asegurar las exigencias de humedad de las cepas. El cambio del secano al regadío tenía que ser paulatino, sin provocar una grave competencia de rendimientos por ha, ni de precios en el mercado.
He visitado en varias ocasiones su plantación de viñedo y bodegas, con la implantación de variedades foráneas, como la petit Verdot, etc. En los años 80 los Marqueses de Griñón, Carlos Falcó e Isabel Preysler nos invitaron a una recepción en su finca del Dominio de Valdepusa.
.- En los años 90, antes y después de mi jubilación, asistí como invitado o participé como catador en numerosas Cenas de los 11 vinos, que organizaba Gonzalo Sol en el antiguo y excelente restaurante de Las Cuatro Estaciones. Combinaban 11 vinos seleccionados, con 11 platos, o mejor platillos, de alta cocina del propio Restaurante, y se designaba en cada cena varios catadores experimentados, como Julia del Castillo, Isabel Mijares, etc. para describir cada vino y su armonía con el plato. Era sumamente interesante e ilustrativo, y un repaso muy completo del muestrario de vinos españoles y de alguno extranjero, además de las tertulias animadas de cada mesa; creo que la financiación corría a cargo de las respectivas bodegas, cuyos vinos participaban en el menú.
Lamento que haya desaparecido esta iniciativa de Gonzalo Sol de promoción de las grandes marcas de vinos españoles. En una de las catas que me asignaron, que era una botella de vino tinto de unos diez años, de una gran marca de Rioja, dije en resumen y con toda sinceridad que era lástima no haber catado el vino cuatro años antes…. Aún conservo el programa de una de las cenas, la de 21 de Septiembre se 1998.
.- En 1994 la bodega Marqués de Riscal, de Elciego, organizó una interesante cata de vinos centenarios de sus propios botelleros, a la que fui invitado por Luis Miguel Beneyto junto a un grupo de expertos y periodistas españoles y franceses, entre ellos Gonzalo Sol, José Peñin, etc.
La cata estuvo perfectamente organizada, con una exhaustiva documentación de cada vino: La parcela de procedencia y sus características, la variedad de uva, la climatología de la añada, el estado vegetativo del viñedo, la sanidad de la vendimia, el grado alcohólico natural, etc.
El deterioro de los tapones exigió el degüello de las botellas con tenaza incandescente, evitando que partículas de corcho pudieran caer sobre el vino; cuidando todos los detalles de iluminación y temperatura de la sala, etc.; aunque lógicamente todos los vinos estaban oxidados, pero en diferentes niveles, y de consistencia muy densa, se podían apreciar diferencias significativas de aroma y sabor.
Era una maravilla comprobar que vinos de diferente añada, procedentes de una misma parcela, acusaban diferencias de aroma y sabor por la climatología de cada año y las variaciones correspondientes de la fotosíntesis, después de un siglo en botella ¡¡
.- Histaminas. En los primeros años del 2000, José Estévez, propietario de las bodegas Real Tesoro, de la DO Jerez-Xeres-Sherry, me encargó un trabajo relativo a este tema.
Como es sabido las histaminas son aminas biógenas que se producen como metabolitos en procesos bacterianos, es decir como consecuencia en cualquier alteración bacteriana ya sea por bacterias lácticas o de otras especies, o por la misma fermentación maloláctica, cuya presencia en el vino provoca molestias en el consumidor como migrañas, cefaleas o malestar general.
El Sr. Estévez se puso en contacto con una firma suiza que tenía una patente para eliminar este problema, a fin de aplicarlo en la elaboración de sus vinos de Jerez. Una vez conseguidos resultados positivos, demostrados por Análisis de Laboratorios Oficiales, pidió autorización al Consejo Regulador para que dicha cualidad o característica de carencia de histaminas, pudiese figurar en el etiquetado de sus vinos de Jerez; pero fue denegada su solicitud. Entonces el Sr. Estevez se puso en contacto conmigo para tratar de resolver este asunto.
Después de estudiar el tema, elevé escritos, debidamente justificados desde el aspecto técnico, al Consejo Regulador y a la Comisión Europea, por considerar que esta mención de carácter voluntario era perfectamente compatible con las reglas de etiquetado vigentes en la Unión Europea .Pero la respuesya fue negativa, porque la Comisión se apoyó en el criterio del Consejo Regulador, que era partidario de no permitir diferencias en el etiquetado de los vinos de la D.O., por razón de la presencia de histaminas.
Por esta razón elevamos Recurso ante el TribunaL Supremo contra la Resolución del Consejo Regulado.
Al cabo de varios años tuve conocimiento, a través de Manuel Fernández, que tambien se ocupaba de esta cuestión, que el Tribunal Supremo había fallado positivamente el Recurso, pero ya años después del fallecimiento del Sr. Estévez.
.- En el 2011 con motivo del 50 aniversario de nuestra boda invitamos a la familia y a un grupo reducido de amigos y compañeros del INDO a un almuerzo en el hotel Abba Castellana, que actualmente se llama Via Castellana.
.- Mi casa, que antes era Avda. Generalísimo 107 y ahora es Paseo de la Castellana 199, que estrenamos de recién casados, la construyó el Patronato de Casas de la Presidencia del Gobierno, a la que tuvo opción mi suegro José Soriano Viguera, que siendo licenciado en Ciencias Exactas e Ingeniero Geógrafo, trabajaba en el Instituto Geográfico y Catastral, dependiente de dicha Presidencia; por cierto que mi suegro era una eminencia y gran trabajador, que levanto los planos topográficos para la construcción de importantes presas y en su última etapa, cuando le conocí, se encargaba del estudio de la deformación de la curvatura de las presas, que realizaba mediante una técnica pionera de Microtopografía, para comprobar su correcta elasticidad.
.- Conocí a Concha por ser hermana de José Manuel Soriano, uno de mis alumnos; lógicamente aquel profesor de matemáticas se enamoró y después del noviazgo de un par de años nos casamos en 1961; tenemos cuatro hijos: Mª José, Rocío, Concha y Pablo, y once nietos.
Mª José es la única que ha seguido el tema del vino pues, aunque es doctor arquitecto, hizo el Master de Viticultura y Enología, del que yo era profesor, y le encantó el tema del vino; después de casada con Felipe Perez- Somarriba, que era profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid, y hoy, además de excelente yerno, Profesor y Director de Arquitectura de la Universidad Alfonso X el Sabio, reconstruyeron una vieja bodega en ruinas en la Ribeira Sacra, que llamaron Ronsel do Sil, a la que dedican una gran actividad e ilusión.
Mª José lleva todo el tema técnico del viñedo y elaboración, del control minucioso de la calidad y de las gestiones con el Consejo Regulador, y Felipe las cuestiones de comercialización y exportación. Producen excelentes vinos, que destacan dentro de esta famosa DOP, que están en las mejores vinotecas de Madrid y en varios países.
Rocío y Pablo hicieron Ciencias Económicas y Concha, Ingeniero Agrónomo, aunque de hecho se ha dedicado a otros temas de organización y sistemas en empresas como Prisa e Indra.
Mi mujer, Concha, además de esposa y madre ejemplar, tiene grandes aptitudes, de temperamento muy vital, siempre dispuesta a ayudar, es como la directora general de nuestra casa, mi mano derecha y apoyo permanente en todos los temas domésticos y sociales, compromisos etc.; gracias a la excelente marcha y organización de la casa yo he podido dedicarme de lleno a mi trabajo.
.- En casa hemos recibido muchos amigos y compañeros de mi promoción, a miembros de la Real Academia de Gastronomía ,como Rafael Ansón e Inmaculada, Ymelda Moreno, Isabel Mijares, etc., los Embajadores de Japón (Sres. Yokota), a muchos agrónomos, etc
.- Ofrecimos una copa, hace ya muchos años a los compañeros del Catastro, como nos ha recordado recientemente Eduardo Colina con sus fotos, ya históricas.
.- Con motivo de la celebración en Madrid de la Asamblea General de la OIV en 1992, se hizo un programa turístico y cultural para las esposas de los congresistas, como es habitual, y uno de estos actos, que era la visita al Museo del Prado, se alargó excesivamente, y cuando volvieron al comedor de la sede del Congreso, ya era demasiado tarde; entonces Concha, ni corta ni perezosa, les invitó a casa, improvisando un almuerzo; en este grupo estaban las señoras de Camilla, de Fregoni, etc., y creo que lo pasaron muy bien; por cierto que al día siguiente Vittorio Camilla envió a Concha un espectacular ramo de rosas.
.- Concha me acompañó en algunos Congresos de la OIV; en particular menciono el Congreso de Viena de 1981 al que fueron tambien los Jiménez (Javier y Christa). Las señoras lo pasaron muy bien en la visita turística a la ciudad y en las sesiones excelentes de ballet en el Palacio de Schönbrunn, del que guardan recuerdo imborrable; por cierto que Crista hizo de excelente intérprete y guía por su conocimiento perfecto del alemán.
.-Otro Congreso muy interesante fue el de Yalta, en Crimea, en 1990, cuando todavía existía la URSS, pero ya en fase de desintegración.
En Yalta nos alojaron en una residencia para mayores, o centro de vacaciones para tercera edad, de condiciones sanitarias lamentables; las habitaciones tenían una especie de cuarto de aseo, que en lugar de inodoro estaba provisto de agujero en el suelo y cisterna con cadena, separado de la habitación por una simple cortina.
Al día siguiente de la llegada se celebraba la inauguración de la Asamblea General, en un Centro de Congresos, que pensé estaría debidamente equipado…, pero al buscar los aseos, encontré un local grande, encharcado, posiblemente a causa de avería, con urinarios adosados, y el mismo sistema de aseos, donde una vigilante repartía pequeños trozos cuadrados de papel en sustitución de los rollos de papel higiénico que no existían o eran virtuales; entonces comprendí por qué los varones rusos se saludaban efusivamente con tres besos sonoros en la boca o en las mejillas, para evitar darse la mano…
El momento histórico de este viaje, en 1990, fue muy interesante, porque coincidió con la última fase de existencia de la URSS. En la residencia nos servían el desayuno a base de productos lácteos, con diferentes clases de leche, yogur, kéfir, etc., pero con gran escasez de café; los camareros parecían autómatas, sin capacidad de reacción para resolver cualquier dificultad o petición del cliente; cualquier incidencia que se apartara de la rutina, antes de tomar cualquier decisión, tenía que ser consultada con su jefe; comprendí que esta excesiva jerarquización, extendida a todos los ámbitos, afectaría gravemente a la capacidad de iniciativa y a la productividad.
Entonces el Presidente de la OIV era Nikolai Pavlenko, tan protocolario y respetuoso como siempre, que presidía las Asambleas de pié, en las situaciones de mayor relevancia, o cuando tomaba la palabra.
En este Congreso confraternizaron mucho Isabel, Araceli, Concha y mi cuñada Queta, que nos acompañaba; en la calle y visitas a las tiendas especiales para extranjeros notaron que eran muy observadas; tambien era chocante la constante oferta de los camareros de productos de mercado negro y espacialmente de latas de caviar de diferentes clases a precio mucho más favorable que en las tiendas para extranjeros; todos aprovechamos la ocasión para traer alguna lata de. autentico caviar. .
Concha y yo estuvimos en Sebastopol, en cuyo puerto había un buen muestrario de la flota rusa, y en Sinfaropol visitamos el museo dedicado a la Iª Guerra Mundial. Al final, de regreso, pasamos una noche en Moscú, en un gran hotel, moderno y céntrico, donde en cada planta estaba la correspondiente camarada, vigilando atentamente todo movimiento de los clientes.
Me parece recordar que tuvimos alguna dificultad de salida en el aeropuerto de Moscú, pero al final salimos a la pista y dimos una carrera, en vez del uso normal de autobús, para llegar y subir al Tupolev y partir con destino a París; en el largo vuelo las azafatas nos sirvieron una exígua comida, pero seguramente correcta desde el aspecto calórico y agua en vasos de cerámica.
.- Concha tambien me acompañó al Congreso de Tbilisi (Georgia); antes de llegar a la ciudad, visitamos una cooperativa agrícola y bodega, que recibió efusivamente a la expedición y nos ofreció un almuerzo campero y obsequiós de embutidos y frutos secos.
El hotel de Tbilisi fue suntuoso en su tiempo, con grandes lámparas y alfombras, pero con escaso mantenimiento. Alguno de los congresistas tuvo la desagradable sorpresa de encontrar ratas en su habitación, que acudieron al olor de los embutidos.
Una tarde nos ofrecieron una especie de Simposium a la griega, dirigido por un simpático colega de Georgia, que hizo numerosos brindis y libaciones en honor a la OIV, de su presidente, de sus diferentes delegaciones y congresistas, por Georgia, y por su Presidente etc., que acabó a altas horas.
Con esta ocasión, toda la expedición OIV hicimos una excursión a Taskent, la capital de Uzbekistan, y en el acto de bienvenida fui revestido como ciudadano uzbeko.
.- Asimismo, Concha me acompañó al Congreso de Ciudad del Cabo de 1983, donde todo nos resultó impresionante; eran momentos en que oficialmente estaba suprimido el apartheid, pero en realidad se apreciaba una clara segregación racista, por las viviendas de las barrios separados, en los transportes públícos, en el tipo de trabajos que ejercían los negros, por el ambiente de revueltas en las calles, etc.
Teníamos previsto ir de excursión a Pretoria, por nuestra cuenta, para visitar una explotación minera de diamantes, pero un fuerte catarro nos impidió hacerlo y tuvimos que quedarnos un día en el excelente hotel de Ciudad del Cabo, sin atreverme a llamar al médico, porque en caso de gripe, me hubiera puesto en cuarentena…
Al final del viaje aprovechamos para visitar Durban, ciudad muy interesante, de gran influencia colonial e india; recuerdo que desde la habitación del hotel veía con envidia a Concha bañarse en una estupenda playa del mar Índico, porque yo todavía guardaba cuidadosamente mi catarro; en el hotel las camareras eran de raza negra, altas, y perfectamente uniformadas de blanco; también hicimos una visita a una colonia zulú, con una sesión de danzas de esta tribu y conservamos una foto de Concha rodeada de niños zulús, pero esto era un número turístico.
.- Tambien fue muy interesante el viaje a Japón, del que ya he hecho referencia; fue exclusivamente turístico, pues no pude visitar la factoría de whisky Santory, que al parecer estaba muy reservada. En el hotel de Tokio prepararon el típico monumento de hielo para darnos la bienvenida; en Tokio visitamos famosos jardines, admirables por su armonía de color, con sus lagos y artísticos puentecillos y los característicos toris, y alguna sala enorme de juegos o pachinko, al que se entregan con pasión los japoneses jóvenes.
Las calles de Tokio son ejemplo de limpieza y de orden; es un espectáculo ver la avalancha de personas en la calle a la hora del cierre de oficinas, como un ejército muy disciplinado.
Visitamos algún gran templo budista, con toda su parafernalia, y alguno del sintoísmo, creencia muy extendida en Japón, basada en el culto a las fuerzas de la naturaleza, cuyas ceremonias son sencillas pero impresionantes. Hicimos una excursión a Kioto, muy próspera y turística.
La gastronomía japonesa está ya muy influenciada, afortunadamente, por la cocina china y la europea, pero en restaurantes puramente japoneses se conservan platos de extraños sabores, como amargos muy intensos, etc. y teníamos que alternar e ir a un hotel internacional para encontrar un buen entrecot.
Hablando de Japón, recuerdo y completo mi referencia a las recepciones de los embajadores Sres. Yokota, Hiroshi y Emi. En una primera cena en su residencia el Embajador quiso poner a prueba, medio en broma y medio en serio, mis cualidades como catador; el mayordomo, que se llamaba Miguel, me presentó una copa de vino tinto, ya servida, para que identificara el vino, lo probé atentamente; era un vino potente, de excelente aroma, de unos 13%vol, de la variedad Tempranillo, de crianza suave en barrica de roble, o tal vez en envase mayor, muy equilibrado, con buena acidez, pero no lo conocía …; pensé en una bodega fría de crianza, de la zona más septentrional de la Rioja Alta, es decir más alejada del Ebro, tal vez de Herramelluri o Cuzcurrita ……
Pero no, se trataba de un Valdevegon, del Monasterio de San Pedro de Cardeña, del municipio de Castrillo del Val, muy próximo a la ciudad de Burgos.
Respecto a la excursión que hicimos por carretera a la Rioja con los embajadores de Japón, tuvimos una enorme nevada en el Puerto de la Brújula, que nos obligó a poner cadenas; en aquel tiempo nosotros teníamos un Seat 1430 y nos ayudó a poner las cadenas el conductor del embajador. Hicimos la visita a bodegas, que nos trataron de forma excelente, pero nos quedamos bloqueados en la Rioja por la nevada y los embajadores tuvieron que regresaron a Madrid en un helicóptero de la Guardia Civil. Nosotros al día siguiente pudimos volver por el Puerto de Piqueras, así como otros miembros de la Embajada.
.- En el año 81 u 82, siendo Presidenta de la OIV Mme. Kourakou, organizó un interesante Simposium sobre vinos de licor celebrado en pleno mar Egeo, recorriendo distintas islas y entre ellas las de Samos y Santorini. El viaje fue perfecto y el mar tranquilo, y tambien me acompañó Concha.
.- Igualmente Concha me acompañó en algún otro viaje, como a Mendoza, a los congresos de Vinandino,y a Buenos Aires, a Uruguay, a México, al de Tijuana y San Diego, según lo permitiese mi situación económica… y al Congreso de la OIV de San Francisco en 1993. En la siguiekte Asamblea General de 1994, celebrade en París, dejé la Presidencia, siendo elegido Alejandro Hernández, de Chile, como nuevo Presidente para un periodo reglamentario de otros cuatro años.
.- Llegamos a tener muy buena amistad con Dieter Wienberg, que era Consejero Agrónomo de la Embajada de Alemania en Madrid; creo que nos conocimos en alguna reunión bilateral hispano-alemana. Era natural de Turingia, de la zona oriental de Alemania. Nos invitó a recepciones en su casa, que creo estaba en la calle Menéndez Pidal y después nos reuníamos varias veces en la nuestra; estaba casado en segundas nupcias con Estefanía y ambos muy simpáticos y animados.
Dieter era ingeniero agrónomo y economista; era un auténtico investigador que propulsó la creación de la finca de experimentación “La Mayora”, del litoral malagueño, fruto de un “Convenio hispano-alemán”, donde introdujo el cultivo del aguacate en España, finca que después se sformado en el Instituto de Fruticultura Subtropical y Mediterránea, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En una de las cenas, en que probábamos varios vinos, quise ofrecerles una vieja botella de Viña Tondonia, de unos veinte años, para hablar de su evolución; conocía las dificultades del corcho, etc. pero el aspecto de la botella era aceptable, la altura del vino en el cuello solo había bajado 1 cm., la superficie del corcho parecía seca, pero para mayor seguridad intenté abrirla mediante inyección de aire y así mostrar mis habilidades de sumiller…; apoyé la aguja con suavidad, pero el tapón cedió bruscamente, golpeando la superficie del vino, con el resultado de que varias gotas salieron despedidas hacia el techo; después de la guasa general y de mis disculpas, pesqué el tapón con una lazada… pero el vino estaba muy oxidado, sin posible degustación; hubo que cambiarlo por otro Tondonia de sexto año, que resultó excelente.
Años después se instalaron en Marbella, y más tarde marcharon a Barcelona, donde ya perdí su contacto.
.- En otra velada , con Daniel Trueba y Teresa y con los Jiménez Diez de la Lastra, Javier y Crista, después de cenar los Trueba se fueron pronto, pero los Jiménez se quedaron hasta más tarde a base de Cava; hacia las dos les apetecía tomar algo, pero ya se habían agotado las provisiones y las previsiones y Concha después de inspeccionar el frigorífico, dijo que solo había dos o tres raciones de salmonetes pequeños, noticia que les alegró mucho, y Concha los frió y dimos cuenta de ellos, que estaban estupendos a fuerza de Cava.
Al despedirse dijo Javier que al menos habían caído tres botellas, pero al recoger había cinco tapones de seta y sus morriones; a la mañana siguiente Concha los recogió en una caja, bien preparada, con el mensaje de “no eran tres sino cinco”, que le envió urgente, con espera de respuesta, al FORPPA; Javier estaba reunido, y a las preguntas sobre el contenido misterioso del mensaje, nos enteramos después que contestó que se trataba de un problema urgente de corchos.
.- En otra ocasión reunimos en casa, a tomar una copa, a un grupo de Agrónomos, unos muy veteranos como José García Gutiérrez, Enrique Barceló, Luis Hidalgo y Maruja, y otros más jóvenes, como Javier Angulo, y creo que también estaban los Quintanar y los Moscoso, y como siempre pasamos una velada estupenda.
.- En tiempos de Rumasa, José Mª. Ruiz Mateos a través de José Cubillo Saavedra, me encargó una ponencia sobre exportación; después del coloquio fuimos a celebrarlo los hermanos Cubillo y Alfonso Gallego de Chaves, con sus respectivas esposas, al restaurante Breda, que estaba en el Paseo de la Castellana. No recuerdo lo que cenamos, pero sí que pedí una botella de Vega Sicilia, lamentablemente tenía sabor a “corcho”, perdón ¡, a metabolitos del moho, desarrollado en las celdillas del tapón de corcho, los célebres tricloroanisoles, y hubo que cambiar la botella. En la segunda pasó lo mismo y en una tercera; el camarero ya irritado, pidió explicaciones y se las di con creces y con mucho gusto; cambiamos de marca y salimos del paso.
.- Hace mucho, pasábamos las dos o tres semanas de las vacaciones de agosto en Marbella, porque estaba más cerca de Villa del Río, donde estaba la finca “La Huerta” de la familia Soriano; alquilábamos un chalé de una urbanización de la zona de las Chapas, pero decidimos cambiar por el mal ambiente de las playas, poco conveniente para los hijos, y me puse en contacto con un compañero asturiano, Manuel Manzaneque, que me informó sobre una nueva urbanización en Tapia de Casariego.
Hicimos una escapada de fin de semana a Asturias para conocer Tapia y la urbanización, y hace unos 50 años cambiamos el rumbo de las vacaciones y vamos siempre a la urbanización “Entreplayas” de este bonito pueblo del oeste de la costa asturiana, muy próximo a Ribadeo; allí fueron a vernos por sorpresa el matrimonio Lorenzo Romero y Marisa, José Luis Núñez y Lourdes, etc. En la Huerta las temperaturas de agosto eran muy altas para poder pasar bien las vacaciones.
Tapia tiene un pequeño puerto pesquero, a cuyos muelles voy a pescar últimamente, cuando ya no bajo a las rocas, que se anima mucho de noche con los veraneantes; en una ocasión nos encontramos con la pareja Dutruc-Rosset de la OIV, y después de tomar una copa en el puerto les invitamos a cenar al chalé; nosotros alquilábamos distintas casas cada mes de agosto y entonces estábamos en una con un gran ventanal sobre el mar, a poniente, que a la puesta del sol les encantó.
Seguimos yendo a Tapia, pero ahora nos vamos turnando en las casas de los hijos, que con los nietos han heredado esta afición.
.- Otro día organizamos un almuerzo en nuestro chalé de turno en Tapia, al que asistieron varios amigos: José Luis Bonet y esposa, Santiago e Isabel, Gonzalo Sol y Carmen Piera, en época de bonanza política y de progreso del Cava, con una animada tertulia en la que hablamos de todo.
.- Con José Mª Raventós Blanc e Isabel, que eran grandes y excelentes personas, tuvimos gran amistad, derivada de los años de trabajo en común, al principio como presidente de Codorniú, y después como Presidente del Consejo Regulador del Cava, y nos invitaron varias veces a almorzar en familia en su mansión de la finca Codorniú en San Sadurní.
José Mª Raventós falleció en Nueva Zelanda cuando iba a participar en una excursión de pesca; Isabel ,su esposa, me explicó que josé Mª. llegaba un poco tarde a la salida del barco y viendo en el muelle que ya se disponía a zarpar, dio una pequeña carrera y sufrió un infarto fatal. Lógicamente acudí a su funeral en San Sadurní.
.- También tuve mucho contacto con Gabriel Giró, Secretario del Consejo, en tantas reuniones de trabajo, que fue a recibirme infinidad de veces al aeropuerto de Barcelona en su Land Rover para ir a la sede del Consejo en Villafranca, y cuando él no podía lo hacía Paco González, Veedor del Consejo y marido de Mª Eugenia, que siempre fue pieza fundamental del Consejo, y después designada Secretaria General, a los que agradezco su permanente colaboración.
.- Como decía, he tenido siempre una gran afición a la Bioquímica, Microbiología y a las Matemáticas, y desde que volví a Madrid en 1947 he dado clases de matemáticas, al principio a chicos de bachillerato y después, durante mi propio ingreso y carrera, a estudiantes de ingreso en la Escuela de Ingenieros Agrónomos; de soltero vivía con mis hermanos José Luis, que preparaba oposiciones a Notarías, y Carmen, que nos cuidaba a los dos, en un caserón del viejo Madrid, de la calle Palma, cuya amplitud me permitía tener una habitación con pizarras, dedicada a las clases sobre Geometría plana y del espacio del Rouché-Camberouse, el Álgebra de Rey Pastor, los problemas de cálculo con las tablas de logaritmos de Scron, la Trigonometría, el Cálculo Vectorial de Eduardo Rodrigáñez, etc., y también problemas del Mataix, de los que se ponían en los exámes de ingreso de Caminos, Agrónomos, Teleco, etc., de representación e intersección de curvas y de superficies de varios libros franceses, como el Mosnat, etc.
Preparé, especialmente del Primer Grupo de ingreso, a varios grupos se alumnos y tambien di algunas clases particulares; conseguí que ingresaran en Agrónomos varios alumnos, como Eugenio Luengo, Alfonso Gallego de Chaves, Julio Benavides, F. Botija, etc., y algunos otros que ingresaron en otras especialidades como Edmundo Perez Castell que hizo Ingeniero de Montes, etc.
.- En 1970 recibí la Encomienda de Número del Mérito Agrícola de España y en 1992 la del Mérito Alimentario, y otras condecoraciones de Francia, Uruguay, y California; soy miembro de varias Academias del Vinos extranjeras y de muchas Cofradías de Vinos.
.- Con motivo de mi jubilación los compañeros del INDO, y entre ellos Antonio Moscoso, me prepararon y ofrecieron un almuerzo importante en la Casa Grande de Torrejón de Ardoz, al que asistió todo el INDO y muchos compañeros del Ministerio, y me colmaron de regalos, entre ellos una magnífica caja para conservar los cigarros puros con humificador, cuano yo apreciaba mucho los Habanos, una litografía, etc.
El acto de compañerismo resultó muy importante y uno de los compañeros lo registró en video: para mí es un recuerdo imborrable.
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Nota final
Considero que el INDO, en su corta vida de 12 años como Organismo Autónomo, y después como Subdirección General del Ministerio ha realizado una labor importante y ha dejado una huella indeleble en la economía agraria con el conjunto de sus realizaciones, que en resumen son las siguientes;
El primen Catastro Vitícola y Vinícola de España, fundamental para conocer el viñedo nacional, como base de toda planificación; la nueva organización y expansión de las Denominaciones de Origen en el vino y su notable extensión a otros productos alimentarios; el desarrollo de de las Denominaciones Especificas, que sirvió de puente para la protección de productos agrarios con DOP o IGP; su participación en las negociaciones de Adhesión de España a la CEE en el Sector del vino; su aportación a la precisión y pureza de la definición de las DOP e IGP en el seno de la Comisión Europea y otro Foros Internacionales, y su impronta sobre la mejora de la calidad de vinos y de otros productos alimentarios.
El INDO fue suprimido como Organismo Autónomo en 1985, como consecuencia de la atribución de competencias a las CC.AA. en materia de Denominaciones de Origen, de acuerdo con el principio de descentralizar la Administración, dejando un vacío en la unidad de la política agraria en materia de DOP e IGP, pues han sido patentes las consecuencias desfavorables de la dispersión de criterios, que ha debilitado la economía y el prestigio de calidad de nuestros productos agrarios.
Creo que el reparto de las competencias del INDO a las CC.AA. fue precipitado, sin estudiar a fondo las consecuencias, y contraproducente por las consecuencias adversas y patentes de la disparidad de criterios sobre los principios básicos y su aplicación.
El campo de materias relativas a Propiedad Intelectual, al que pertenecen las Denominaciunes de Origen, debían haberse mantenido en el reducto de competencias y responsabilidad inherentes al Estado, definitorias de su propia entidad; o en otro caso haber constituido un Instituto de DOP e IGP no centralizado, sino formado e integrado por las Comunidades Autónomas, con presidencia rotativa, a efectos de unificar criterios y decisiones, y presentar en este campo un frente común para fortalecer su posición, en
competencia con otros países de la UE, con mejor estructura y mayor capacidad de decisión a nivel nacional, y ante países terceros .
No quiero cerrar esta Memoria sin dedicar un recuerdo emocionado a los amigos y compañeros que ya no están entre nosotros, con quienes hemos tenido tantas vivencias, y de expresar mi agradecimiento de verdad por la colaboración que siempre me ha prestado todo el INDO, que para mí ha supuesto, además de un organismo oficial de trabajo serio y eficiente ,en cuya creación he participado, un hogar de compañerismo y de respeto entre todos, esperando que D.m. sigamos viéndonos para tomar juntos una copa de los vinos de España, convocados por Luis Leza en nuestras comidas de las estaciones del año.
Y en este capítulo de agradecimientos, me queda lo principal y es terminar diciendo:
:
¡¡ Gracias, Señor, por mi gran familia, por todo lo vivido y
por este regalo de mi 90 cumpleaños ¡¡.
Madrid, 5 de marzo de 2020
Gabriel Yravedra
Indice-Epígrafes
•La Comisión de reforma del Estatuto
•Actividades en la Sección Cuarta. Cultivos
•El Proyecto de nuevo Estatuto
•Estatuto de la Viña del Vino y de los Alcoholes
-Acuerdo preferencial CEE-España
-El Catastro Vitícola y Vinícola
-Oficina Internacional de la Viña y del Vino (OIV)
-Acuerdos bilaterales sobre Denominaciones de Origen
-Revisión técnica de las Denominaciones de Origen de vinos
•Política de calidad de otros productos agrarios
•Actividades del INDO relacionadas con la Adhesión de España a la UE.
•Referencias al Acta de Adhesión
•Otras realizaciones del INDO y actividades particulares
•El embotellado en origen de los vinos DOP